El Gobierno de México está intensificando sus esfuerzos para prevenir nuevas infecciones de VIH y Hepatitis C en el país. Con el objetivo de garantizar el tratamiento antirretroviral gratuito para las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la Secretaría de Salud está implementando el Programa de Acción Específica VIH y otras ITS, así como el Programa de Acción Específica Virus Hepatitis C.
Según Alethse de la Torre Rosas, directora general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida), México se enfrenta a aproximadamente 20,000 nuevas infecciones de VIH cada año, lo que subraya la importancia de estas acciones preventivas.
En el marco del 1.er Congreso Internacional de actualización en la atención del IMSS a personas que viven con VIH, organizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se destacó la importancia de las compras consolidadas de antirretrovirales, pruebas rápidas de detección de VIH, virus de hepatitis C y sífilis, así como condones y lubricantes. Estas adquisiciones aseguran el abasto de suministros necesarios para la implementación de la prevención combinada.
Intervenciones para garantizar las acciones en México
El enfoque integral de la prevención del VIH requiere la capacitación de profesionales de la salud y la participación activa de la comunidad. Es fundamental que estas intervenciones alcancen a la población objetivo. Por ello, la Secretaría de Salud y el Censida están trabajando en conjunto para garantizar que las acciones de prevención y atención lleguen a través de redes integradas de servicio, prevención y control de infecciones.
En este sentido, se están promoviendo los Programas de Acción Específica VIH, otras ITS y Hepatitis C, los cuales incluyen estrategias de prevención combinada como la Profilaxis Preexposición (PrEP) y la Profilaxis Posexposición (PEP).
La PrEP es una medida de prevención del VIH que consiste en la toma programada de una tableta que genera protección en el organismo. Esta estrategia reduce significativamente las posibilidades de adquirir la infección en caso de una potencial exposición al virus. Se estima que su efectividad es superior al 94%.
La PrEP está recomendada para poblaciones con prácticas o condiciones que aumentan el riesgo de adquirir el VIH, como personas con parejas sexuales que viven con VIH y no están en tratamiento, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, mujeres transgénero, trabajadoras sexuales, personas usuarias de drogas y personas diagnosticadas con infecciones de transmisión sexual de forma recurrente.
Por otro lado, la PEP es un tratamiento con antirretrovirales que se administra durante 28 días después de una exposición al VIH. Este tratamiento reduce hasta en un 80% el riesgo de adquirir el virus si se inicia dentro de las 72 horas posteriores a la exposición. La implementación de estas estrategias va acompañada de consejería, pruebas de laboratorio y seguimiento para evaluar la adherencia y tolerancia a los antirretrovirales.
Durante el 1.er Congreso Internacional, los expertos enfatizaron la importancia de los métodos de prevención, como el uso de condones externos e internos y microbicidas para mujeres. Además, resaltaron la importancia del tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, ya que la disminución de lesiones e inflamación reduce el riesgo de contraer el VIH.
En la ponencia “Prevención combinada en la comunidad”, la especialista Monserrat Dávila Conn del Cieni, resaltó los principios transversales de la prevención: enfoque de derechos humanos, perspectiva de género, reducción del estigma y discriminación, no solo a nivel persona, sino a nivel institucional, pertenencia cultural, corresponsabilidad e involucramientos de personas afectadas.
