El pasado 8 de mayo México conmemoró el Día Internacional del Cáncer de Ovario. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Cancerología –INCan, en México se diagnostican aproximadamente 4.960 casos de cáncer de ovario anualmente, pese a esta baja cifra, la mortalidad de este tipo de cáncer es una de las mas altas en ese país, posicionándose en el cuarto lugar de neoplasias en mujeres.
Específicamente, México tiene una tasa de mortalidad del 61% en los casos de cáncer de ovario, generalmente, debido a un diagnóstico tardío, que identifica a las pacientes cuando el tumor ha hecho metástasis en otras áreas. La tasa de mortalidad del cáncer de ovario es aún más alta que el cáncer de mama que tiene un porcentaje de 26.5% y el de cérvix que tiene un 46%.
La supervivencia a cinco años de un diagnóstico de cáncer de ovario en México es del 45%
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Es preciso decir, que el 90% de los casos se denominan como cáncer epitelial de ovario y predomina en la etapa postmenopáusica. Mundialmente este cáncer se presenta mayormente en las mujeres de más de 60 años, sin embargo, en México se presenta en mujeres más jóvenes a partir de los 40 años, lo que sin duda tiene un impacto en la vida productiva de estas pacientes.
Por otro lado, se tiene certeza de que uno de los principales factores que contribuye al diagnóstico tardío es la aparición de signos y síntomas que son inespecíficos (condición propia del cáncer de ovario), estos síntomas suelen asociarse a otras patologías de tipo gastrointestinal o de las vías urinarias.
“Los signos dependen de cada mujer. Por esta razón es necesario incentivar la conciencia de las revisiones regulares y completas, ya que los estudios comunes no son suficientes para detectar el cáncer de ovario” señala Adela Ayesa Alonso, directora general de Salvati A.C., asociación que desde hace 10 años trabaja con mujeres con cáncer en el país.
Finalmente, el instituto menciona que los estudios como el papanicolaou no son suficientes para encontrar los signos de alerta que indiquen la posibilidad de un cáncer de ovario por lo que dentro del chequeo médico general deben ordenarse ultrasonidos transvaginales ante factores de riesgo o la mínima sospecha de cáncer de ovario.
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