Claudia María Sterling Posada es abogada de la Universidad del Rosario, con Especialización en Derecho de Seguros y Seguridad Social (Universidad de la Sabana). Cuenta con un posgrado internacional en Creatividad y Comunicaciones de la ONU (FLACSO Argentina) y una Maestría en Literatura Española e Hispanoamericana (Universitat de Barcelona).
Actualmente es Vicepresidente Legal y de Asuntos Corporativos de Droguerías y Farmacias Cruz Verde-FEMSA División Salud LATAM. Catedrática en las Universidades Javeriana, Rosario y Sabana en Derecho Médico Sanitario.
«Quiero y espero, en el tiempo que resta, profundizar mis amistades, despedirme de la gente que amo, escribir más, viajar si tengo la fuerza para ello, con el propósito de alcanzar nuevos niveles de entendimiento y percepción» – Oliver Sacks
Hoy empezamos una nueva sección en este portal, y me siento muy honrada de poder participar en el más importante de la salud en Colombia, sección que llamaremos “Literatura y Salud”. Traeremos para ustedes reseñas de libros en los que la literatura y la salud, la medicina, se cruzan tan íntimamente, que es imposible separarlas.
“Un Antropólogo en Marte” es un libro de Oliver Sacks que relata la historia de siete pacientes con distintos trastornos neurológicos. Cada una de estas historias ilustra cómo los trastornos neurológicos pueden afectar la percepción y el comportamiento de las personas, sus relaciones sociales, y la capacidad de la mente humana para adaptarse y superar limitaciones. En los relatos encontramos personas con Síndrome de Tourette, Síndrome de Asperger, Síndrome de Williams, Prosopagnosia (incapacidad para reconocer rostros), trastornos del espectro autista, fenómenos mnemonísticos, Síndrome de Leslie, entre otros desórdenes neurológicos.
El libro es conmovedor y educativo, y muestra la habilidad de Sacks para conectarse con sus pacientes y contar sus historias de manera accesible y comprensible. A través de sus relatos, el autor también reflexiona sobre cuestiones éticas y filosóficas relacionadas con la neurociencia y la medicina.
Es monumental la historia del pintor Franco Magnani, un artista con la habilidad de replicar y pintar detalladamente cada detalle de su pueblo en Italia – Pontito- a pesar de no haberlo visto en mas de 30 años, pero se le dificultaba vivir y recordar el presente. Su historia es asombrosa y desgarradora a la vez, pues el y su familia debieron huir de Pontito con la invasión nazi, pero él fue tan feliz en sus calles y en sus campos… Al final de su vida y después de la muerte de su esposa decide regresar al pueblo toscano para hacer una exposición y devolverle la memoria a todos aquellos que se habían olvidado de aquel Pontito de antes de la Segunda Guerra Mundial.
La historia del médico cirujano con síndrome de Tourette, es admirable, un ser que, a pesar de sus tics, ha podido adaptar sus rutinas para ejercer con excelencia su práctica profesional.
El título del artículo que da nombre a “Un antropólogo en Marte”-merecedor de un Premio George Polk, – galardón anual entregado para honrar los “logros especiales en el periodismo”, creado en 1949 para conmemorar a George Polk, un corresponsal de CBS asesinado en 1948 mientras cubría la guerra civil en Grecia-, trata de Temple Grandin (1947), una psicóloga, etóloga, profesora y zoóloga, una de las primeras personas diagnosticadas con Síndrome de Asperger, hoy en día considerada una subcategoría del TEA (trastorno del espectro autista), y que ha compartido públicamente su experiencia personal relacionada con su condición.
Grandin es la inventora de la máquina de dar abrazos o máquina de compresión – inspirada en los potros portátiles utilizados para calmar al ganado y herrarlo-, un dispositivo para calmar a personas que sufren de sobreestimulación y ansiedad, a través de la aplicación de una presión profunda y uniforme sobre los costados del cuerpo. El relato de Sacks sobre Grandin fue la primera narración sobre la condición autista contada desde dentro, pues hasta entonces, tanto médicos como familiares de personas con TEA concluían que dentro del pensamiento de una persona con autismo no había nada o casi nada “rescatable”.
Las otras 4 historias son igualmente metamorfósicas en todos los sentidos. Asistimos como lectores-espectadores a cambios y adaptaciones en la vida de estas personas – Sacks nos recuerda que no hay enfermedades sino enfermos – y también, de forma paralela, es un libro que logra cambiarnos, cambiar nuestros juicios y percepciones en relación con pacientes que han tenido transformaciones extraordinarias, muchas veces inexplicables aun para la ciencia.
“Un Antropólogo en Marte” es un libro de relatos atractivo y estimulante que ofrece una mirada profunda y única a la neurodiversidad humana. El propio Sacks consideró que su estilo literario surgió de la tradición de «anécdotas clínicas» del siglo XIX, que incluye detalladas historias de casos médicos, así como en las historias del neuropsicólogo ruso Aleksandr Lúriya (1902-1977), uno de los fundadores de la neurociencia cognitiva y la neuropsicología, que publicó varios libros basados en su investigación de los casos de heridas cerebrales durante la Segunda Guerra Mundial.
De Sacks tuve la oportunidad de leer también “La isla de los ciegos al color”, libro en el que el autor escribe dos relatos: uno sobre una isla donde muchas personas tienen acromatopsia (ceguera total al color, mínima agudeza visual y fotofobia), y describe a algunos individuos del pueblo Chamorro de la isla de Guam, personas con una alta incidencia de una enfermedad neurodegenerativa conocida como Lytico-Bodig, una enfermedad devastadora en la que se combinan esclerosis lateral amiotrófica, demencia y parkinsonismo, sugiriendo Sacks, en ambos casos, posibles causas ambientales generadas por el hombre.
Ambos libros, el reseñado y este último, contienen una excelente combinación de neurociencia, medicina y filosofía. Y, sobre todo, reflexiones que nos hacen querer adentrarnos cada día más, en la neuropsicología y en el interior de lo que somos, porque nos damos cuenta de que aún – hoy inclusive-, no sabemos qué somos y como funcionamos.
Del autor:
Oliver Sacks (1933-2015) fue un neurólogo y escritor británico-estadounidense. Es conocido por su obra en el campo de la neurociencia y por sus libros populares sobre la neuroanatomía y la neurofisiología. Sus libros incluyen “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, “Despertares” – que inspiró la película homónima sobre experiencias con el uso de la nueva droga L-Dopa en pacientes postencefalíticos del hospital Bet Abraham, y “Los Ojos de la mente” (2010), en donde relata su prosopagnosia o incapacidad de reconocer los rostros y la pérdida, en 2009, de la visión estereoscópica debido a un tumor maligno en el ojo derecho, por el que, desde entonces, ya no pudo ver nada.
Según The New York Times, Sacks “en una especie de poeta laureado de la medicina contemporánea”.21 Sus descripciones de las personas que hacen frente y se adaptan a padecimientos o lesiones neurológicas, iluminan a menudo las formas en que el cerebro normal opera con la percepción, la memoria y la individualidad.
Son innumerables los premios y reconocimientos que Sacks recibió, dentro de los cuales está el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2001, el National Humanities Medal en 2008, el Premio de Literatura de la Fundación Nacional para las Artes y las Letras en 2015, el Premio Thomas Lewis 2001 de la Universidad Rockefeller y comendador de la Orden del Imperio Británico en 2008, entre otros.
Sacks fue miembro de las academias Estadounidense de las Artes y las Letras (desde 1966), Ciencias de Nueva York (1999) y Estadounidense de las Artes y las Ciencias, y miembro honorario del Queen’s College de Oxford (1999). Así mismo recibió múltiples doctorados Honoris causa por varias universidades, entre ellas Georgetown, Tufts, Queen y Oxford, entre otras.
Sacks era ateo y homosexual, nunca se casó ni vivió en pareja, hasta que,a la edad de 77 años empezó una relación con el escritor y fotógrafo Bill Hayes, con quien compartiría hasta el día de su muerte.
Sacks falleció debido a un cáncer con metástasis múltiple en el hígado y en el cerebro a causa del melanoma ocular por el que había perdido la visión en un ojo, en su casa en Nueva York el 30 de agosto del 2015 a los 82 aňos.