La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con sus asociados, ha dado a conocer los diez proyectos que recibirán subvenciones que ascienden a casi dos millones de dólares estadounidenses, con el objetivo de mejorar las capacidades de vigilancia genómica de patógenos. La iniciativa busca impulsar el análisis genómico en países de ingreso bajo y mediano, lo que permitirá una mejor comprensión de enfermedades peligrosas y la capacidad de respuesta ante amenazas sanitarias emergentes.
El fondo de subvenciones catalizadoras fue establecido por la Red Internacional de Vigilancia de Patógenos (IPSN) para apoyar a los asociados de países en desarrollo, facilitándoles el acceso a tecnología avanzada para el análisis genómico de virus, bacterias y otros patógenos. A través del análisis del código genético de estos organismos, se espera comprender cómo se propagan y en qué medida pueden causar enfermedades, ayudando a los científicos y a los equipos de salud pública a rastrear y responder eficazmente a las amenazas de enfermedades infecciosas. Además, esta información servirá para respaldar el desarrollo de vacunas y tratamientos, empoderando a los países para la toma de decisiones rápidas y eficaces.
El fondo es gestionado por la United Nations Foundation y cuenta con el apoyo de la Bill & Melinda Gates Foundation, la Fundación Rockefeller y el Wellcome Trust. Estos recursos permitirán impulsar el trabajo de los países con menos recursos para que puedan fortalecer sus capacidades en materia de salud pública y prevención de epidemias.
En palabras de Sara Hersey, Directora de Inteligencia Colaborativa del Centro de Información de la OMS sobre Pandemias y Epidemias: “El fondo de subvenciones catalizadoras de la IPSN tiene un potencial único para ampliar la vigilancia genómica de patógenos en beneficio de todos, algo que ya estamos viendo en la primera ronda de subvenciones. Estamos impacientes por apoyar esta labor, el cual constituye una función clave en la prevención de pandemias y epidemias en todo el mundo”.
Manisha Bhinge, Vicepresidenta de la Health Initiative de la Fundación Rockefeller, también destacó la importancia de esta iniciativa: “Los beneficiarios del fondo de subvenciones catalizadoras de la IPSN podrán aprovechar más rápidamente las ventajas de la vigilancia genómica de patógenos en entornos de ingreso bajo y mediano y explorar nuevas aplicaciones para la vigilancia genómica, como la vigilancia de aguas residuales. Las pandemias y las epidemias siguen siendo una amenaza mundial, amplificada aún más por el cambio climático. Existe una necesidad urgente de acceder equitativamente a estas herramientas y capacidades para proteger vidas en comunidades vulnerables”.
OMS: Proyectos innovadores en vigilancia genómica
Entre los proyectos seleccionados, destaca el de la Universidad Americana de Beirut, que utilizará la vigilancia de aguas residuales para estudiar cómo se propagan las enfermedades en poblaciones de refugiados. Esta medida tiene el potencial de asegurar que las personas en entornos de migración reciban rápidamente la atención y el apoyo que necesitan. Asimismo, el Instituto Pasteur de Laos utilizará los fondos para desarrollar métodos que permitan rastrear la gripe aviar en los mercados de aves vivas, lugares que, aunque suelen ser ignorados, son vitales para millones de personas en todo el mundo.
Por otro lado, la Universidad Federal de Río de Janeiro, en Brasil, utilizará los recursos para desarrollar una herramienta bioinformática de código abierto que pueda ser empleada sin conexión a Internet. Esta herramienta será probada en América Latina, con la posibilidad de ampliar su uso a nivel mundial, especialmente en regiones de bajos recursos donde la conectividad es limitada.
Titus Divala, Jefe Interino de Epidemias y Epidemiología en el Wellcome Trust, enfatizó: “Si queremos proteger a las poblaciones vulnerables de los efectos devastadores de las enfermedades, primero tenemos que entender mejor cómo se propagan los patógenos y cómo evolucionan y provocan enfermedades. Estos proyectos, desarrollados en cada país y adaptados a las prioridades locales, generarán nuevas perspectivas, conocimientos y pruebas que ayudarán a conocer las tendencias mundiales de patógenos y servirán de base probatoria para la toma de decisiones destinada a la aplicación de medidas eficaces”.
El financiamiento y el apoyo a estos proyectos, particularmente en países de ingresos bajos y medianos, tiene un papel crucial para fortalecer la capacidad global de prevención y respuesta ante futuras amenazas. Simon Harris, representante de la Gates Foundation, destacó: “El brote de SARS-CoV-2 y los que se han producido posteriormente a nivel regional han puesto de manifiesto la importancia del acceso a las herramientas de vigilancia genómica en todos los países. Con las inversiones catalizadoras de la IPSN se generarán datos y métodos innovadores para ayudar a hacer realidad la ampliación de las capacidades de los países de ingreso mediano y bajo que tanto se necesita”.
Avances globales en vigilancia genómica: Foro IPSN en Bangkok
Los beneficiarios de estas subvenciones fueron anunciados en el Foro de asociados mundiales de la IPSN, celebrado en Bangkok, Tailandia, los días 21 y 22 de noviembre de 2024. Este evento fue organizado por las oficinas regionales de la OMS para Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental, junto con el Centro de Genómica de Patógenos del Doherty Institute, ubicado en Australia. Durante el foro, los asociados discutieron los retos y oportunidades de la vigilancia genómica de patógenos, así como el potencial de esta tecnología para anticipar y mitigar futuros brotes.
De cara al futuro, se prevé que en 2025 se ponga a disposición de los miembros de la IPSN una segunda ronda de subvenciones catalizadoras, con el objetivo de continuar fortaleciendo la vigilancia genómica y generar un impacto duradero en la salud pública global. Con el respaldo de organizaciones como la Fundación Gates, la Fundación Rockefeller, el Wellcome Trust y la United Nations Foundation, la IPSN aspira a crear un ecosistema global en el que cada país tenga la capacidad de monitorizar eficazmente las amenazas a la salud y responder con prontitud y eficacia.
El avance de la vigilancia genómica es clave para construir un mundo mejor preparado frente a amenazas sanitarias emergentes. Iniciativas como estas ayudan a cerrar las brechas entre países con diferentes niveles de recursos, asegurando que las comunidades más vulnerables tengan acceso a herramientas que puedan salvar vidas. La colaboración entre instituciones internacionales y nacionales, así como el compromiso financiero y técnico de fundaciones públicas y privadas, marca un hito en el esfuerzo global por mejorar la salud de la población mundial.