Luego del tercer debate en la Comisión Séptima del Senado de la República y de un sinfín de batallas políticas entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y la oposición, la reforma a la salud se hundió, representando uno de los reveses más significativos para el ejecutivo. Ante esta decisión que tomó el Congreso, en medio de la Asamblea Cafetera, el mandatario colombiano se pronunció sobre el archivo de la reforma a la salud en Congreso de la República e hizo fuertes señalamientos.
El presidente Gustavo Petro criticó al Congreso insinuando que sus votos estaban completamente influenciados por los intereses financieros de las EPS y expresó su ‘arrepentimiento’ por los supuestos esfuerzos de conciliación en torno al proyecto que transformaría el sistema de salud.
“Lo que podía ser una transición ahora es de golpe’: presidente Gustavo Petro
Igualmente, expresó de forma desafiante “ahora nos toca resolverlo, lo que podía ser una concertación tranquila, ordenada y sin problemas, ahora es de golpe, por qué y para qué, cuando lo que tenemos entre manos son vidas humanas”, dijo el mandatario.
En medio de su discurso, el jefe de Estado lanzó una fuerte crítica a quienes apoyaron el archivo de la reforma a la salud y expresó que “matar, quitar, derruir el tiempo de una transición pacífica para salvar unas entidades privadas que podían seguirnos acompañando en un nuevo modelo de salud, donde ahora se privilegia al paciente, no al negociante”.
A su paso, el presidente detalló las gestiones realizadas por el Gobierno para conseguir apoyo en la votación de la reforma sanitaria, la cual no se materializó debido al ‘negocio’ que, a su juicio, dominan el sistema de salud.
“Hace casi dos años presentó el proyecto el Gobierno y no había en el proyecto EPS, se acababan. Vinieron los partidos y los congresistas: ‘cómo así que acabar las EPS. Allí hay un acumulado, hay una experiencia. (…) Pasamos a una concertación. Dijimos: ‘concertemos, gran acuerdo nacional’. Miren en lo que va el gran acuerdo nacional, se volvió carreta”, expresó el presidente Gustavo Petro.
Del mismo modo, manifestó que el proyecto planeado salvaba a las EPS, pero sin ser aseguradoras, ya que, según las normas del mundo, “deben tener reservas técnicas, por si se producen los problemas de los asegurados, pero resultan que se comieron la plata de los fondos. No hay aseguramiento, están quebradas”.
Frente a esto, explicó que una aseguradora en cualquier parte del mundo que se gaste sus reservas técnicas, sale del sistema de salud. “Entonces, ahora los congresistas de las EPS, porque los financiaron en sus campañas, esas mismas entidades dicen no votamos al proyecto si no se vuelven aseguradoras. Pues si votan por qué se vuelvan aseguradoras o hunden el proyecto, las EPS quebraron”, dijo el jefe de Estado.
Así fue el hundimiento de la reforma a la salud en la Comisión Séptima
El proceso de hundimiento de la reforma de la salud en Colombia culminó en la Comisión Séptima del Senado, un escenario clave donde se definió el futuro de la legislación propuesta. Después de un extenso período de debates y deliberaciones, la reforma encontró su desenlace en una sesión crítica donde los votos de los senadores dictaron su destino.
El resultado final fue de 9 votos a favor del archivo de la reforma contra 5 votos en contra, reflejando una clara división entre los legisladores. Los senadores que votaron a favor del archivo y, por ende, en contra de la reforma, pertenecían a varios partidos políticos, incluyendo el Centro Democrático, el Partido Conservador, Colombia Justa Libres, el Partido Liberal, el Partido MIRA y la Alianza Social Independiente (ASI).
Los nombres de los senadores que inclinaron la balanza hacia el hundimiento de la reforma fueron: Norma Hurtado del Partido de la U, Miguel Ángel Pinto del Partido Liberal, Nadia Blel del Partido Conservador, José Alfredo Marín del Partido Conservador, Honorio Henríquez del Centro Democrático, Alirio Barrera del Centro Democrático, Lorena Ríos de Colombia Justa Libres, Berenice Bedoya de la ASI y Ana Paola Agudelo del Partido MIRA.
Estos senadores argumentaron su decisión sobre diversas preocupaciones, incluyendo la sostenibilidad financiera de la reforma, los temores de una mayor centralización del sistema de salud, y la posible afectación a la calidad y eficiencia del servicio. La posición de estos legisladores reflejó también las tensiones políticas y las diferencias ideológicas con el gobierno de Petro, que promovía una visión de un sistema de salud más estatal y menos dependiente de los operadores privados.
Por otro lado, los 5 votos en contra del archivo, es decir, a favor de continuar con el trámite de la reforma, provinieron de senadores que apoyaban la visión del gobierno y que argumentaban la necesidad de un cambio profundo en el sistema de salud para garantizar un acceso más equitativo y universal a los servicios de salud en Colombia.
