El conflicto en el Líbano ha desencadenado una crisis sin precedentes en el sistema de atención de la salud, dejando a trabajadores médicos y pacientes en una situación de extrema vulnerabilidad. Según cifras del Sistema de Vigilancia de Ataques contra la Atención Sanitaria de la Organización Mundial de la Salud, entre el 7 de octubre de 2023 y el 21 de noviembre de 2024, el 47% de los ataques contra la atención sanitaria en el país han resultado en la muerte de al menos un trabajador de la salud o un paciente, una proporción alarmantemente superior al promedio mundial del 13,3%. Este escenario supera incluso los niveles de mortalidad en conflictos como los de Ucrania o Gaza.
Durante el periodo mencionado, 226 trabajadores de la salud y pacientes han perdido la vida en el Líbano, y 199 han resultado heridos. De los 137 ataques documentados en el país, 65 dejaron víctimas mortales, lo que convierte al Líbano en el escenario más letal para los profesionales de la salud en comparación con otros 13 países o territorios que también reportaron incidentes similares.
En contraste, en el territorio palestino ocupado, solo el 9,6% de los ataques resultaron en muertes, mientras que en otros conflictos como el de Sudán o Ucrania, el impacto mortal fue significativamente menor. La OMS advierte que este nivel de violencia contra la atención de la salud es una violación flagrante del derecho internacional humanitario, que garantiza protección especial a trabajadores y establecimientos sanitarios en contextos de guerra.
“Una tendencia extremadamente preocupante”
El Dr. Abdinasir Abubakar, Representante de la OMS en el Líbano, expresó su preocupación ante esta situación: “No cabe duda de que privar a la población civil del acceso a una asistencia vital y atentar contra los proveedores de atención de la salud constituye una violación del derecho internacional humanitario. Las cifras son un reflejo de un sistema que está siendo atacado en su núcleo, afectando su capacidad para salvar vidas ahora y en el futuro.”
Los hospitales en el Líbano al borde del colapso
El recrudecimiento de las hostilidades en septiembre de 2024 ha intensificado la presión sobre un sistema de salud ya debilitado. Según datos recientes, uno de cada diez hospitales en el país ha dejado de funcionar total o parcialmente. Por ejemplo, en Nabatieh, una de las ocho gobernaciones del Líbano, se ha perdido el 40% de la capacidad de camas hospitalarias. Este colapso no solo afecta a las emergencias actuales, sino que pone en riesgo la atención de enfermedades crónicas y la prevención de epidemias.
La Dra. Hanan Balkhy, Directora Regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental, subrayó el impacto a largo plazo: “La muerte de trabajadores de la salud supone la pérdida de años de inversión y de un recurso crucial para el futuro de un país frágil. Los efectos secundarios, como la falta de atención materna y la interrupción de tratamientos, son incalculables.”
Ataques a la atención de la salud: una doble tragedia
El 68% de los ataques en el Líbano han afectado directamente al personal de salud, mientras que el 63% dañaron el transporte sanitario y el 26% los establecimientos de salud. Este tipo de violencia genera un efecto cascada: primero, al interrumpir la atención médica inmediata, y luego, al limitar la capacidad de recuperación del sistema. Pacientes que requieren atención periódica, como vacunas o tratamientos para enfermedades crónicas, se ven obligados a interrumpir sus cuidados, con consecuencias potencialmente mortales.
“Un número tan elevado de víctimas entre los trabajadores de la salud debilitaría a cualquier país, no solo al Líbano,” afirmó el Dr. Abubakar. “Estos ataques no pueden convertirse en la nueva normalidad ni en Gaza, ni en el Líbano, ni en ningún otro lugar.”
El derecho internacional humanitario y sus desafíos
El derecho internacional establece claramente que los servicios de salud deben estar protegidos en todo momento durante conflictos armados. Sin embargo, las cifras revelan un patrón preocupante de incumplimiento. Según la OMS, los ataques a la atención de la salud no solo violan el derecho humanitario, sino que perpetúan un ciclo de violencia que deja a las poblaciones más vulnerables sin acceso a cuidados esenciales.
El Sistema de Vigilancia de Ataques contra la Atención Sanitaria de la OMS, creado en 2017, busca recopilar datos para identificar patrones de violencia y promover medidas de prevención. Sin embargo, la magnitud de los ataques en el Líbano destaca la necesidad de reforzar la rendición de cuentas y las acciones internacionales para proteger a los profesionales de la salud y a los pacientes.