La tecnología de los teléfonos inteligentes continúa sorprendiendo con sus aplicaciones innovadoras. En un nuevo estudio realizado por la Universidad College de Londres (UCL) y el Royal Free Hospital, se ha demostrado que la cámara de un teléfono inteligente puede detectar cambios en el tono de la piel y el color de los ojos que indican la necesidad de buscar ayuda médica en pacientes con enfermedades hepáticas.
El estudio, publicado en PLOS Digital Health, es el primero en evaluar y comparar cómo las imágenes capturadas por los teléfonos pueden predecir con precisión el nivel de bilirrubina en pacientes con cirrosis avanzada. La bilirrubina es un pigmento amarillento que indica una función hepática deficiente cuando es visible en la piel o en los ojos, una condición conocida como ictericia. Para predecir el nivel de bilirrubina, los investigadores utilizaron imágenes de la frente, la parte blanca del ojo y el párpado inferior capturadas con un teléfono inteligente.
Resultados en el uso de los teléfonos inteligentes
El resultado fue asombroso: las imágenes del blanco del ojo proporcionaron la correlación más fuerte entre las predicciones realizadas por el algoritmo y los datos de los análisis de sangre. Esto sugiere que el enfoque podría utilizarse para controlar a los pacientes con cirrosis hepática en casa de forma más estrecha, sencilla y rentable que en la actualidad.
La enfermedad hepática es la tercera causa más común de muerte prematura en edad laboral en el Reino Unido, y las tasas de mortalidad por esta enfermedad han aumentado significativamente en las últimas décadas en un 400% entre 1970 y 2010. Por lo tanto, encontrar formas no invasivas y rentables de controlar la progresión de la cirrosis es de vital importancia.
En la actualidad, los niveles de bilirrubina son controlados mediante análisis de sangre realizados. Sin embargo, en el estudio se demuestra que los teléfonos inteligentes podrían revolucionar este proceso. Los pacientes podrían utilizar una aplicación especial para tomar fotografías de sus ojos con regularidad, lo que informaría a los proveedores de atención clínica sobre cualquier cambio significativo en los niveles. Esto permitiría detectar el empeoramiento de los síntomas antes de que la situación se vuelva crítica, lo que podría salvar vidas y simplificar los flujos de trabajo para los profesionales de la salud.
En este estudio, los investigadores crearon una aplicación capaz de detectar la gravedad de la ictericia con una gran precisión. Para ello, utilizaron un teléfono para capturar imágenes de la frente, la parte blanca del ojo y el párpado inferior de 66 pacientes con cirrosis. Estas imágenes fueron calibradas de acuerdo con las condiciones de iluminación, analizadas y utilizadas para entrenar un algoritmo que podría predecir el nivel de bilirrubina en función del grado de color amarillento de la imagen.
El profesor de medicina de la UCL, Raj Mookerjee e investigador en el estudio, afirma que este enfoque permitiría monitorear a los pacientes desde sus propios hogares con mucha más frecuencia de lo que es posible actualmente. Además, destaca que la aplicación para teléfonos brinda un grado de precisión sorprendente, gracias a la colaboración entre médicos e ingenieros para resolver problemas urgentes de atención médica.
Antes de implementar esta tecnología a gran escala, se requiere una prueba más amplia para validar su seguridad y precisión. Si los resultados continúan siendo prometedores, este enfoque podría convertirse en una herramienta invaluable para el monitoreo de pacientes con diferentes enfermedades hepáticas desde sus casas.
El Dr. Terence Leung, coautor del estudio, enfatiza que la tecnología de las cámaras de los teléfonos inteligentes mejora constantemente, lo que permite desarrollar soluciones innovadoras para necesidades de atención médica no satisfechas utilizando dispositivos que la mayoría de las personas tienen en casa. Esto no solo facilita la implementación de soluciones rentables, sino que también marca una diferencia real en la vida de las personas.