La situación de la salud en Antioquia se encuentra en un estado crítico; con deudas millonarias, despidos masivos y cierre de servicios médicos esenciales. Esta crisis ha llevado al sistema de salud al borde del colapso y ha generado preocupación entre los ciudadanos.
Los hospitales y clínicas de Antioquia arrastran una deuda que supera los $800.000 millones en este momento según el presidente de Asmedas, Gonzalo Vélez. De los 113 hospitales públicos en la región, 68 ya no pueden mantenerse abiertos y están operando con mucho esfuerzo diariamente. Entre los más afectados se encuentran los que atienden casos de mayor complejidad, como el de Santa Fe de Antioquia, Caucasia y Yarumal.
El colapso de estos hospitales podría desencadenar crisis regionales en el Occidente, Bajo Cauca y Norte de Antioquia. La crisis se torna imparable e inevitable, y se han dado despidos en diferentes entidades a causa de la situación.
Con respecto al Hospital Alma Mater, en comunicación directa con este medio, la institución aclaró que el personal desvinculado corresponde a 16 personas, por diferentes causas. La institución cuenta con más de 2000 empleados directos y 1200 aliados en la actualidad, e informan que no tienen demandas en curso ni por despidos injustificados ni maltratos a sus empleados; enfatizando en que no han realizado despidos masivos como fue afirmado en diferentes medios. Sin embargo, sí se han visto afectados por su vinculación con Savia Salud.
El presidente de Sintraipsu, Carlos Arévalo indicó que las EPS le deben al hospital $140.000 millones, y Coomeva, que ya fue liquidada, adeuda $38.000 millones. La reducción del personal médico afectará gravemente la atención a los pacientes, especialmente durante esta temporada, cuando la demanda de servicios médicos y de urgencias aumenta considerablemente a causa de las fiestas.
Pacientes los más afectados por crisis de los servicios de salud en Antioquia
Los pacientes son los más afectados por esta crisis. Esta situación se suma al cierre progresivo de servicios materno-infantiles y pediátricos en Medellín y el Valle de Aburrá en diferentes hospitales.
En el caso del Hospital Alma Mater, la entidad confirma que su ala pediátrica opera con normalidad y sin ninguna eventualidad, si bien tuvo alguna intención de cerrar, esta fue temporal por remodelaciones y ajustes a su infraestructura, la entidad afirmó a consultorsalud que es uno de los hospitales que más camas en cuidados intensivos abrió durante la pandemia del Covid-19, llegando a tener hasta 264, Sin embargo, y debido al fin de la emergencia sanitaria, actualmente cuenta con 64 unidades, lo que implicó la terminación de algunos contratos por este motivo.
Otras entidades han argumentado y justificado los cierres con diferentes explicaciones, durante la última década, se ha perdido el 25% de las camas pediátricas y materno-infantiles en Antioquia. Las agremiaciones advierten que tanto los gobernantes como los ciudadanos aún no comprenden el impacto social y económico que tendrá el cierre de estos servicios. La situación se crisis compleja caso imposible de frenar.
A este panorama se suma la situación de Savia Salud, cuyo futuro se ha convertido en un problema político. El gobernador Aníbal Gaviria anunció que la Gobernación no capitalizará a la entidad, a pesar de haberlo intentado durante años. Mientras tanto, 1,6 millones de usuarios se encuentran en una situación desesperada para recibir atención médica digna en los 125 municipios de Antioquia.
Una de las consecuencias más preocupantes de una posible liquidación de Savia sería la crisis del Hospital Mental, ya que el 80% de los pacientes del hospital son usuarios de esta EPS. Este tipo de trastornos en la región muestran síntomas de epidemia, y podrían agravarse aún más, generando estragos y secuelas impredecibles.
