Reforma a la salud en Colombia: entre el fortalecimiento de la atención primaria y la evolución del modelo mixto

La discusión sobre la reforma a la salud en Colombia ha entrado en una fase decisiva. En el Senado, se confrontan dos enfoques distintos que, más allá de sus diferencias políticas, plantean modelos de atención y gestión de recursos con implicaciones profundas para el acceso, la calidad y la sostenibilidad del sistema de salud.
Por un lado, el Gobierno Nacional propone una transformación estructural que elimina el rol financiero de las Entidades Promotoras de Salud (EPS), fortaleciendo la atención primaria territorializada y apostando por la gestión pública de los servicios. Por otro lado, las bancadas de oposición impulsan ajustes al esquema actual, defendiendo el modelo mixto que combina participación pública y privada, buscando corregir sus deficiencias sin desmontarlo completamente.

El modelo estatal: fortalecimiento de la atención primaria y gestión pública

La propuesta oficialista, radicada inicialmente en 2024 y actualmente en trámite, plantea un modelo de salud estatal con énfasis en Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) y una progresiva eliminación de las EPS como intermediarias financieras.

El senador León Freddy Muñoz, de la Coalición Centro Esperanza, ha respaldado esta propuesta señalando que “el sistema basado en las EPS ha fracasado” y que, entre 2009 y 2019, más de 360.000 personas habrían fallecido como consecuencia de fallas estructurales del modelo. Para Muñoz, fortalecer la atención primaria en salud y eliminar la intermediación privada en la gestión de recursos son pasos esenciales para garantizar el ejercicio efectivo del derecho fundamental a la salud.
Desde esta perspectiva, el Estado asumiría un rol central no solo en la financiación, sino también en la prestación de servicios, garantizando la cobertura a través de redes públicas y privadas integradas territorialmente.

La ruta del sistema mixto: libre elección, calidad y sostenibilidad

En contraste, el proyecto alternativo liderado por el Cambio Radical y otros sectores propone una evolución del modelo mixto, fortaleciendo la regulación, la eficiencia y la calidad del sistema actual.
El senador Carlos Fernando Motoa sostiene que el objetivo no debe ser desmontar el sistema vigente, sino introducir reformas que permitan corregir sus deficiencias. Entre las medidas propuestas destacan la obligatoriedad de los presupuestos máximos, la implementación de una Unidad de Pago por Capitación (UPC) diferencial que incentive los resultados en salud, y la creación de un Fondo de Garantías para asegurar la continuidad en la prestación de los servicios.

“Nuestra propuesta no busca estatizar. Defendemos un sistema mixto que permita la libre elección y promueva la eficiencia”, afirmó Motoa, destacando la necesidad de mantener un equilibrio entre regulación pública y participación privada en la prestación de los servicios de salud.

Expertos coinciden: necesidad de evolución con enfoque en resultados

Diversos expertos en salud coinciden en que cualquier reforma al sistema debe priorizar el acceso efectivo, la calidad de la atención y la sostenibilidad financiera. Luis Alberto Martínez, viceministro de Salud, ha enfatizado en distintos escenarios públicos la necesidad de “evolucionar el actual sistema hacia uno que contribuya a la garantía del goce efectivo del derecho fundamental a la salud” Según Martínez, esta transformación debe enfocarse en fortalecer la atención primaria, eliminar barreras administrativas que dificultan el acceso y mejorar la gestión del riesgo en salud, asegurando un modelo más equitativo y centrado en las necesidades de la población.

Por su parte, Ana María Vesga, presidenta de ACEMI, representante de las EPS, advirtió que: “lo importante es buscar soluciones reconociendo las virtudes del sistema actual”, insistiendo en que un modelo 100% estatal podría no resolver las problemáticas existentes si no se enfocan adecuadamente.

Elementos clave en discusión: más allá de la estructura política

El debate actual sobre la reforma a la salud gira en torno a temas estructurales de gran impacto:

• • Acceso efectivo y equitativo: fortalecer la atención primaria y eliminar barreras territoriales sigue siendo un objetivo compartido.
• • Libre elección del usuario: uno de los principios centrales en la defensa del sistema mixto es preservar la capacidad de los ciudadanos para elegir prestadores y aseguradores.
• • Calidad de la atención: introducir incentivos a la calidad mediante esquemas de pago diferenciados podría ser una herramienta eficaz en cualquier modelo.
• • Sostenibilidad financiera: garantizar el flujo de recursos y la estabilidad de la operación sanitaria es un desafío que afecta tanto al modelo estatal como al mixto.

En este contexto, la discusión ya no se limita a la existencia o eliminación de las EPS, sino a cómo construir un sistema más eficiente, centrado en la prevención, la atención integral y la transparencia en la gestión de recursos.

¿Hacia un consenso en salud?

En los próximos meses, el Senado deberá decidir si adopta una reforma estructural orientada hacia un modelo estatal, si fortalece el sistema mixto vigente, o si construye una propuesta de concertación que integre los elementos más efectivos de ambas visiones. Lo que resulta innegable es que el sistema de salud colombiano necesita transformaciones profundas para responder a los retos de equidad en el acceso, calidad en la atención y sostenibilidad financiera. El debate actual representa una oportunidad histórica para diseñar un modelo más eficiente, centrado en el paciente y capaz de adaptarse a las necesidades cambiantes de la población.