El Ministerio de Sanidad de España oficializó la creación de dos nuevas especialidades sanitarias, Genética Médica y Genética de Laboratorio, como parte del sistema de Formación Sanitaria Especializada (FSE). La decisión, respaldada por el acuerdo adoptado en diciembre de 2024 por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, supone un hito estratégico en el fortalecimiento de la medicina del futuro.
Las dos especialidades, con un periodo formativo de cuatro años, responden a una demanda creciente por profesionales capacitados para enfrentar los desafíos emergentes en salud pública, diagnóstico clínico y terapias personalizadas. Su creación busca llenar vacíos formativos que durante años han limitado la capacidad del sistema para responder adecuadamente al avance científico en el campo de la genética.
Genética Médica: perfil clínico para diagnóstico y tratamiento personalizado
Por una parte, la especialidad de Genética Médica estará reservada exclusivamente para titulados en Medicina. Esta área tiene como objetivo la formación de médicos especialistas capaces de aplicar el conocimiento genético en la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento individualizado de enfermedades hereditarias, oncológicas y de base molecular.
En un entorno asistencial cada vez más marcado por la medicina personalizada, esta especialización dotará al sistema sanitario de profesionales con alta competencia clínica y científica para abordar trastornos complejos que requieren intervención genética. Asimismo, permitirá mejorar la coordinación entre servicios clínicos, unidades de consejo genético y plataformas de diagnóstico avanzado.
Genética de Laboratorio: respuesta a un vacío técnico en el diagnóstico molecular
A diferencia de la Genética Médica, la especialidad de Genética de Laboratorio estará abierta a titulados en Medicina, Farmacia, Biología, Química y Veterinaria. Su enfoque es técnico-científico y busca profesionalizar de forma reglada la práctica del diagnóstico genético en entornos de laboratorio, donde se realiza análisis molecular, cribado poblacional y soporte a la investigación traslacional.
Hasta ahora, la ausencia de una especialidad oficial generaba variabilidad en la formación y en la calidad de los procedimientos. Con este reconocimiento normativo, se establecerán estándares homogéneos que garanticen la precisión, la seguridad y la actualización permanente en tecnologías como secuenciación genómica, citogenética y biología molecular.
Ambas especialidades compartirán un enfoque formativo estructurado y multidimensional, diseñado para formar profesionales con capacidades técnicas, clínicas, éticas y comunicativas. Este nuevo marco formativo no solo asegura la excelencia en el conocimiento científico, sino que también refuerza la seguridad del paciente, la calidad asistencial y la equidad en el acceso a tecnologías sanitarias avanzadas.
Los programas estarán alineados con estándares internacionales de formación y evaluación, lo cual permitirá a los nuevos especialistas integrarse al sistema sanitario con una preparación que responda a las exigencias del entorno clínico, académico y de investigación biomédica.

Desarrollo normativo independiente para las especialidades sanitarias
De esta manera, el Ministerio de Sanidad adelantó que el reconocimiento legal de estas especialidades se realizará mediante dos reales decretos independientes, uno para cada disciplina. Esta decisión refleja la diferenciación entre los perfiles y asegura que cada especialidad cuente con un marco normativo adaptado a su naturaleza, objetivos formativos y competencias específicas. “Esta vía normativa busca dotar a cada disciplina del marco formativo y competencial que mejor se adapte a sus características particulares, consolidando su identidad dentro del mapa de especialidades sanitarias“.
La medida se considera estratégica para consolidar el mapa de especialidades sanitarias en España y posicionar al país como referente en el impulso de una medicina basada en evidencia científica, innovación tecnológica y equidad en salud.
“Este paso normativo representa una respuesta estratégica y necesaria para afrontar los retos emergentes en la práctica asistencial, y refuerza la posición de España en el contexto internacional como un país comprometido con el desarrollo de una medicina basada en la evidencia científica, el rigor profesional y la equidad en el acceso a los avances biomédicos”, señala el Ministerio de Sanidad.