Este viernes 11 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Niña y la Mujer en la Ciencia, una oportunidad para presentar los datos más relevantes del informe de la UNESCO “La carrera contra el reloj para un desarrollo más inteligente” sobre la situación actual de la investigación, el desarrollo y la transformación científica a nivel global.
Para comenzar, el informe destaca que en los últimos cinco años -contados hasta 2021- se ha identificado un creciente interés por las sociedades digitales y ecológicas en países de todos los niveles de renta. Y si bien, varias naciones han establecido mecanismos para impulsar el desarrollo tecnológico e integrarlo dentro de las diferentes industrias y sectores económicos, lo cierto es que 8 de cada 10 países dedican menos del 1% del PIB para la investigación dentro de sus territorios. En otras palabras, la innovación proviene del extranjero.
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Lo anterior se evidencia con un dato muy simple: hoy en día, los países integrantes del G20 representan la mayoría de investigadores, las publicaciones, las patentes y el gasto en investigación. Frente a esto último, el documento señala que dicho gasto se incrementó en la mayoría de las regiones entre 2014 y 2018; en otros casos también se evidencia crecimiento en el número de investigadores pero de manera dispar; lo que conlleva a la reducción de recursos disponibles para cada científico.
Dentro de las regiones en las que no aumentó el gasto en investigación, en el periodo antes mencionado, se encuentran Asia Central y América Latina y el Caribe. “El fin del auge de las materias primas ha dado paso a un periodo de estancamiento del crecimiento económico, junto con una caída de la actividad investigadora de los pesos pesados de la región, Argentina y México”, se puede leer en el documento de la UNESCO.
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Pero también hay otros datos alentadores, asociados directamente con el impacto de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Al respecto, la UNESCO subraya a este fenómeno mundial como el dinamizador de las tecnologías y la digitalización, así como los sistemas de producción de conocimientos. Entre las acciones llevadas a cabo se destacan las siguientes:
- En Estados Unidos, la Operación Warp Speed de origen público-privado destinó aproximadamente US$ 9.000 millones al desarrollo y fabricación de posibles vacunas contra covid-19.
- En India, las estrategias de contención de la pandemia se han concentrado en a producción de soluciones de bajo costo, la fabricación de medicamentos genéricos innovadores y la ingeniería de dispositivos médicos de alta demanda.
- En Argentina, Brasil y Uruguay -por hablar de nuestra región- se lanzaron varias convocatorias de investigación con procesos acelerados de aprobación.
A nivel internacional, las tecnologías digitales son un elemento esencial para la competitividad económica del futuro (no muy lejano) o si se quiere, del mundo actual. En ese sentido, la inteligencia artificial (IA) y la robótica fueron las áreas dominantes en la producción científica entre 2018 y 2019. Si se habla desde las publicaciones dedicadas la IA, producidas en países de renta media o baja han incrementado paulatinamente desde 2015.
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Las mujeres siguen siendo minoría en puestos técnicos y de liderazgo: UNESCO
Aunque el número de investigadores creció tres veces más rápido (13,7%) que la población global (4,6%), las mujeres en el área de la ciencia y la investigación son infravaloradas.
Así lo subraya el informe de la UNESCO con estadísticas certeras: 1 de cada 3 investigadores en 2018 era de género femenino y en trabajos relacionados con IA, las mujeres solo representan el 22% del total de profesionales. Y desde el sector empresarial, “menos de uno de cada cuatro investigadores es una mujer”, sin contar las barreras de acceso a la financiación que se imponen a las investigadores. “En 2019, solo el 2% del capital riesgo se destinó a empresas emergentes fundadas por mujeres” en todo el mundo.
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Esto último es irónico: los segmentos en los que menos integradas están las mujeres son los mismos que aseguran que existe déficit de personal capacitado. Las tendencias mundiales en materia de gasto en personal investigador señalan que entre 2014 y 2018, el 33.25% del total global equivalía a mujeres científicas. El porcentaje es dramático en América Latina, pues solo llegaba al 3.55%.
Por último, el informe de la UNESCO recomienda adoptar enfoques de investigación e innovación para beneficiar a todas las regiones y descentralizar las áreas urbanizadas para dar más autonomía a las áreas rurales, aportar al crecimiento económico de las naciones e integrar fuentes de financiación públicas en sectores estratégicos.
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