Desde abril de 2024, la Nueva EPS se encuentra bajo intervención administrativa de la Superintendencia Nacional de Salud, en un proceso que busca esclarecer y corregir graves irregularidades financieras en la organización, particularmente en relación con las pérdidas reportadas en 2023 y la falta de transparencia en los estados financieros de la entidad. Esta intervención ha representando una medida drástica, pero necesaria, para recuperar la estabilidad financiera y operativa de una de las aseguradoras de salud más grandes del país.
De acuerdo con el reporte de pérdidas de la Nueva EPS en 2023 alcanzó los $5 billones, una cifra alarmante que se explica, en parte, por una acumulación masiva de facturas sin procesar. Este desorden en la contabilidad y administración de pagos revela problemas profundos en los procesos de gestión de la entidad, afectando tanto a los proveedores de salud como a los millones de afiliados que dependen de sus servicios. Esta situación motivó a la Superintendencia Nacional de Salud a intervenir de manera inmediata en abril de 2024 para tomar el control de los bienes, haberes y negocios de la entidad.
Irregularidades en la presentación de los estados financieros
Al asumir el control de la entidad, el agente interventor Julio Alberto Rincón Ramírez, encontró que los estados financieros de 2023 no habían sido entregados formalmente por la administración saliente, contraviniendo las exigencias legales. La firma auditora Deloitte & Touche, contratada para revisar la contabilidad de la entidad, se negó a certificar los estados financieros de ese año, debido a las inconsistencias y la falta de claridad en la información presentada. En respuesta, se ha contratado una auditoría forense para evaluar la contabilidad de la Nueva EPS desde 2018 hasta 2023, en un esfuerzo por establecer la realidad financiera de la organización.
Una auditoría forense en curso y su relevancia para el sistema de salud
La auditoría forense es una herramienta clave en este proceso, ya que permitirá conocer en detalle el estado financiero de la EPS, identificando posibles irregularidades y estableciendo las responsabilidades pertinentes. Estos informes serán fundamentales para generar confianza en el sistema y asegurar que los recursos destinados a la salud se utilicen adecuadamente. La certificación de los estados financieros, sin embargo, se realizará únicamente una vez se complete esta auditoría, garantizando así que la información presentada sea precisa y confiable.
En el contexto de la intervención, la entidad ha reportado a tiempo sus estados financieros, aunque estos siguen siendo provisionales y están sujetos a revisión. Es clave mencionar que en septiembre de 2024 se presentó el último reporte de este tipo ante la Superintendencia Nacional de Salud, cumpliendo con los compromisos adquiridos, pero dejando claro que los documentos no están firmados debido a su carácter provisional.
La Resolución 2024160000003012-6, emitida por la Superintendencia en abril de 2024, asignó al Contralor todas las facultades necesarias para acceder irrestrictamente a la información financiera de la Nueva EPS, asegurando que el proceso de intervención se lleve a cabo con total transparencia y sin restricciones.
En respuesta a los crecientes requerimientos de información, la Nueva EPS ha reiterado su compromiso de colaborar con los entes de control y de ofrecer a la opinión pública todos los soportes necesarios que respalden la transparencia en su gestión. Este esfuerzo es crucial para recuperar la confianza en la entidad y en el sistema de salud colombiano, especialmente en un momento en que la administración y el uso adecuado de los recursos para la salud son una prioridad nacional.
¿Qué sigue para la Nueva EPS y para sus afiliados?
La intervención de la Nueva EPS es un recordatorio de la importancia de la transparencia y el control financiero en las instituciones de salud. La auditoría forense y la revisión detallada de la situación financiera son pasos esenciales para restablecer la estabilidad de la entidad y asegurar que los recursos destinados a la salud de los colombianos se manejen de manera responsable. La Superintendencia Nacional de Salud y el Agente Interventor tienen la tarea de devolver la confianza a los afiliados, garantizando que se corrijan las fallas encontradas y se implementen mecanismos de control que eviten futuros problemas financieros.
Este proceso también plantea preguntas importantes sobre la supervisión en el sistema de salud y la responsabilidad de las EPS en el manejo de los recursos. La Nueva EPS se enfrenta a un reto enorme, pero con la vigilancia de las autoridades y el compromiso de transparencia, podría sentar un precedente de mejora en la administración de los recursos de salud en Colombia.