Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca el creciente problema de la farmacorresistencia del VIH al dolutegravir (DTG) en diferentes partes del mundo. Aunque el tratamiento antirretroviral ha mostrado por años altos niveles de supresión vírica, los datos recopilados revelan niveles alarmantes de resistencia a este medicamento. Estos hallazgos resaltan la importancia de una vigilancia exhaustiva y de mejorar la calidad de la atención en el manejo del virus.
El informe de la OMS revela que, a pesar de que fármaco ha sido recomendado como tratamiento preferido de primera y segunda línea contra el VIH desde 2018, los niveles de resistencia al medicamento superan los observados en los ensayos clínicos desarrollados. Se han registrado niveles de resistencia que oscilan entre el 3,9% y el 8,6%, y llegan al 19,6% en personas con carga viral elevada que han estado recibiendo tratamiento con DTG durante un período prolongado.
La Dra. Meg Doherty, directora del Departamento de la OMS de los Programas Mundiales sobre el VIH, la Hepatitis y las Infecciones de Transmisión Sexual, advierte sobre la necesidad de aumentar la vigilancia y optimizar la calidad de la atención del virus en respuesta a estos preocupantes datos. La resistencia al medicamento plantea un desafío significativo para garantizar la eficacia del tratamiento y la supresión viral.
¿Países informan resistencias al dolutegravir?
El informe también evidencia que Haití fue el único país que informó sobre la resistencia al dolutegravir en niños menores de 1 año, lo que subraya la importancia de gestionar adecuadamente las cargas virales en mujeres embarazadas y lactantes para prevenir la transmisión vertical del VIH. Expertos recomiendan aumentar la vigilancia de la farmacorresistencia en niños recién diagnosticados para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Si bien muchos países han adoptado las recomendaciones de la OMS en cuanto al uso del fármaco como tratamiento preferido, el informe revela que los avances globales en la lucha contra el VIH se han estado estancado. Aunque más del 75% de las personas que viven con el VIH en todo el mundo reciben tratamiento, se estima que aún hay 1,3 millones de nuevas infecciones y 630,000 muertes relacionadas con el VIH.
El informe también subraya la falta de vigilancia sistemática de la farmacorresistencia en muchos países. Solo 12 de los 45 países prioritarios para la OMS informaron sobre la resistencia al VIH mediante encuestas o integración en los sistemas de seguimiento y evaluación regulares. Esto refuerza la necesidad de mejorar la calidad de los servicios de tratamiento y atención del virus, así como de abordar el desabastecimiento de medicamentos antirretrovirales que puede afectar negativamente a la adherencia al tratamiento.
Importancia en el seguimiento, control y vigilancia de fármacos
Además, en el informe se puede evidenciar la importancia de implementar una vigilancia normalizada de la farmacorresistencia para monitorear la prevalencia y las pautas de resistencia en personas que no logran suprimir la carga viral. Estos datos son fundamentales para orientar las directrices de tratamiento y mejorar la calidad de los programas de tratamiento.
También se aborda la resistencia a los inhibidores de la transferencia de cadenas por la integrasa (ITCI) después de la exposición al cabotegravir (CAB-LA). Aunque se ha recomendado el uso de CAB-LA como opción adicional para la prevención del VIH, se destaca la importancia de detectar y confirmar rápidamente la infección y así lograr evitar la aparición de resistencia a los ITCI. Desde hace dos años OMS recomienda el uso de CAB-LA inyectable de acción prolongada como opción adicional y para la prevención del virus, en el caso de las personas con riesgo potencial de contagiar la enfermedad.