La hiperplasia benigna de próstata -conocida también como agrandamiento de la glándula prostática- es un padecimiento común que afecta a los hombres en el envejecimiento. De no tratarse a tiempo, puede provocar el bloqueo del flujo de orina, afecciones en las vías urinarias o los riñones. A menudo, los pacientes no buscan un tratamiento oportuno porque no consideran sus síntomas como una enfermedad.
Pero, como indica la Clínica Mayo en su sitio web, las señales de problemas causados por el agrandamiento de la próstata simplemente empeoran con el paso del tiempo. En el listado de síntomas frecuentes se enumeran: flujo de orina débil o que se detiene y vuelve a comenzar, aumento de la frecuencia de la orina por la noche (nicturia), necesidad de orinar frecuentemente o con urgencia. Otros menos comunes son el sangrado al orinar o la infección de vías urinarias. Sin embargo, la evolución en los tratamientos permiten que los pacientes y especialistas tengan varias opciones para considerar.
Una entrevista realizada al Dr. Alexis E. Te y publicada en la revista Urology Times presenta los criterios que los médicos tratantes deben tener en cuenta, especialmente cuando se habla de cirugía mínimamente invasiva. En la opinión del experto, todo procedimiento quirúrgico que requiera anestesia general no hace parte de aquellos mínimamente invasivos -como la laparoscopia robótica-. En esta línea, prostatectomía abierta sería un tratamiento máximamente invasivo.
Sin embargo, el especialista reconoció que existen diferentes técnicas para la hiperplasia benigna de próstata. Dentro de los procedimientos más comunes que se efectúan con menos riesgo de sangrado, y a los que él denominó pocedimientos de citorreducción transuretral se encuentran: la resección transuretral monopolar de la próstata [TURP, en inglés] (la cirugía de mínima invasión más frecuente para estos casos), la HoLEP (enucleación de la próstata con láser de holmio) y la aquablación. Por otra parte, es necesario tener en cuenta que los adelantos tecnológicos también contemplan algunas técnicas que se pueden hacer en los consultorios.
“Hay una gran cantidad de otras tecnologías en el horizonte, con muchas variaciones de endoprótesis. La cuestión más importante en la selección de pacientes con estos procedimientos es determinar dónde desea el paciente que se le practique el procedimiento, qué riesgo supone para él y si es el procedimiento adecuado para él dada su anatomía, la necesidad de aliviar la obstrucción y la duración prevista del mismo” afirmó el Dr. Te en su entrevista.
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¿cómo elegir la opción más adecuada en los tratamientos para la próstata?
Aunque hoy en día existen múltiples opciones de tratamiento, no debe olvidarse que cada una de ellas tiene pros y contras. Teniendo esto claro, se elige un grupo de terapias enfocadas en la función del tamaño y la forma de la próstata y de los resultados esperados con el procedimiento, según los estudios realizados. Cada individuo debe tener en cuenta que la elección del profesional de salud en realidad es un proceso de toma de decisiones en el que se evalúa la tolerancia al riesgo y el análisis de los beneficios particulares que ofrece cada técnica junto con las comorbilidades.
“Por ejemplo, los procedimientos de citorreducción tienen la mejor durabilidad y el mejor flujo, pero probablemente tienen más efectos adversos, mientras que los procedimientos más mínimamente invasivos son los que menos afectan a la función sexual, pero también los que menos alivian la obstrucción”, explicó el médico en su entrevista.
Para el caso de los hombres con hiperplasia benigna de próstata que busquen corregirla, la mayoría tendrá en cuenta la eyaculación y la función sexual. A largo plazo, el especialista entrevistado por la revisa Urology Times aconseja optar por la citorreducción. “Sin embargo, incluso con estos procedimientos, hemos modificado muchos de los enfoques transuretrales con un procedimiento de preservación de la capucha eyaculatoria que reduce la tasa de eyaculación retrógrada a menos del 15%”, indicó.
En una glándula prostática muy grande, tratarla con un procedimiento mínimamente invasivo tendrá un mayor riesgo de retratamiento y procedimientos secundarios más adelante. Este tema debe ser hablado y discutido con el paciente en las revisiones preoperatorias para determinar el nivel de obstrucción o cuánto tejido debe ser eliminado. A su vez, cada paciente debe tener en cuenta que si presenta una alta RVP [resistencia vascular pulmonar] claramente obtendrían mejores resultados con un procedimiento de citorreducción transuretral en general.
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