La situación de la salud en Colombia atraviesa una de sus peores crisis, según advierten exministros y exviceministros de salud que se han pronunciado sobre el deterioro del sistema de salud del país. A través de un comunicado conjunto, estos expertos advierten sobre el impacto negativo que está teniendo la incertidumbre, el desfinanciamiento y la falta de respuestas adecuadas para resolver los problemas que afectan tanto a los pacientes como a los prestadores de servicios de salud.
La urgencia por cambiar el rumbo es evidente, ya que las cifras de enfermedades crónicas no transmisibles y las quejas de los usuarios siguen en aumento. Ante la falta de soluciones efectivas y un panorama cada vez más sombrío, los actores del sector salud exigen una respuesta inmediata del gobierno nacional.
El caos del sistema de salud: Un panorama de desfinanciamiento y caos operativo
El sistema de salud en Colombia está enfrentando un desajuste crítico que afecta tanto a los pacientes como a los proveedores de servicios de salud. A pesar de las afirmaciones del gobierno nacional sobre la mejora en la gestión, las cifras de enfermedades crónicas, como la hipertensión, diabetes y enfermedades renales, han aumentado significativamente en los últimos 24 meses.
Según los exministros y exviceministros de salud, el aumento de estos casos ha sido alarmante, con un incremento superior al 30% anual en algunas patologías. Además, la incidencia de VIH/SIDA ha subido de 25 a 28 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos cuatro años, lo que refleja la ineficacia de las políticas actuales en salud pública.
El problema no se limita a la atención médica, sino que también afecta la infraestructura y la capacidad operativa del sistema de salud. Los hospitales públicos, especialmente las ESE (Empresas Sociales del Estado), están enfrentando graves dificultades para cumplir con los indicadores financieros y operativos necesarios para ofrecer atención adecuada.
Las deudas acumuladas, junto con un déficit presupuestario de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), ponen en riesgo la viabilidad de muchas instituciones de salud. De acuerdo con el análisis, se estima que el déficit de la UPC podría superar los cinco billones de pesos al final de 2024, lo que compromete aún más la capacidad del sistema para funcionar correctamente.
El colapso de las EPS y el impacto en los usuarios
Uno de los principales problemas que los exministros y exviceministros señalan es el fracaso de las EPS (Empresas Promotoras de Salud), especialmente aquellas intervenidas por la Supersalud. Estas EPS presentan peores resultados financieros que antes de las intervenciones, lo que refleja la ineficacia de las medidas adoptadas por el gobierno. Además, el desabastecimiento de medicamentos y los retrasos en los trámites del INVIMA agravan la situación, ya que miles de pacientes no reciben la atención que requieren de manera oportuna.
La creciente insatisfacción de los usuarios también es evidente. Las quejas y reclamos a través de los canales de PQRS aumentaron un 22% entre el primer y segundo trimestre de 2024, lo que refleja la incapacidad del sistema para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. A ello se suman más de 175.000 tutelas interpuestas, un incremento del 43,5% con respecto al mismo período del año anterior. El 30% de estas tutelas están relacionadas con la falta de entrega de medicamentos, lo que resalta las falencias en el abastecimiento y la gestión de los servicios de salud.
La crisis de la UPC y el riesgo para el financiamiento del sistema
El desfinanciamiento de la UPC es una de las principales preocupaciones de los expertos. A pesar de los Autos proferidos por la Corte Constitucional, que ordenaron el pago de las deudas atrasadas, el gobierno no ha cumplido con la totalidad de las transferencias necesarias para garantizar el funcionamiento del sistema. Este desajuste económico amenaza con dejar sin recursos a las EPS, hospitales públicos y privados, y otras entidades clave en el sector salud.
La falta de un análisis técnico y actuarial adecuado para la asignación de recursos para 2025 es otro de los puntos críticos mencionados por los exministros y exviceministros. La incertidumbre sobre el presupuesto destinado al sector salud para el próximo año deja en evidencia la precariedad financiera del sistema y la falta de visión estratégica para enfrentar la crisis.
Soluciones para la crisis de salud
Ante esta situación de emergencia, los exministros y exviceministros de salud hacen un llamado urgente al gobierno nacional para que tome acciones inmediatas para salvar el sistema de salud colombiano. La reforma a la salud, que está siendo discutida en el Congreso, no puede ser una solución superficial. Es necesario un enfoque integral que aborde los problemas estructurales del sistema, garantice el financiamiento adecuado y asegure que los recursos lleguen a donde más se necesitan: en la atención de los pacientes.
El sistema de salud de Colombia no puede seguir operando bajo las condiciones actuales. La crisis es profunda y afecta a millones de colombianos que no tienen acceso oportuno a los servicios de salud. Por ello, es urgente que el gobierno adopte medidas concretas y efectivas para garantizar la viabilidad del sistema y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.