Son múltiples los desafíos que enfrentará el nuevo ministro de salud. En su propuesta de gobierno, el Presidente Duque formuló en 11 puntos del plan de gobierno: avanzar en la triple meta, enfocar la salud en la prevención, sostenibilidad, salud en línea, profesionalismo en la administración hospitalaria, historia clínica 100% digital, precios justos de los medicamentos, castigar los abusos, pago a las EPS por calidad, enfrentar la malnutrición, equidad regional y profesionalismo en la administración de la red pública de hospitales.
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2018-2022
Parte de estos puntos se incorporaron en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2022 a través del llamado Pacto por Colombia, Pacto por la equidad: hacia la sostenibilidad del Sistema, enfocado en fortalecer la Superintendencia Nacional de Salud, saneamiento fiscal de hospitales públicos y entidades territoriales, redefinición de algunas competencias de la Nación y Departamentos, cambios en la destinación y distribución de los recursos del Sistema General de Participaciones, de aseguramiento en salud, de salud pública y subsidios a la oferta, atención a usuarios no afiliados al sistema, sostenibilidad del Sistema, saneamiento del sector salud, incentivos a la calidad y los resultados en salud, pagos parciales de los afiliados al régimen subsidiado, acuerdos de pago e interoperabilidad de la historia clínica.
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En algunos de estos puntos se ha avanzado, aunque parcialmente. Por ejemplo, en el saneamiento de las finanzas del sector, uno de estos son los acuerdos de pago para financiar por parte del estado las tecnologías no incluidas en el Plan de Beneficios (No PBS), si bien se ha pagado un monto importante con relación al total recobrado, se debe por parte de ADRES el complemento desde abril de 2018, lo que se traduce en una deuda de más de un billón de pesos con corte a noviembre de 2019, recursos que se requieren con urgencia para pagar los compromisos en toda la cadena de proveedores.
El pilar fundamental en el saneamiento financiero es el acuerdo de Punto Final. Aún no se han expedido las normas que lo viabilicen. Se resalta que no es lo mismo que los acuerdos de pago, el primero va dirigido al pago de deudas antiguas y el segundo al pago de lo corriente, aunque al paso en el que se están acumulando las deudas desde abril de 2018 en cuanto al complemento se refiere, seguramente se terminará incluyendo todo en el acuerdo de Punto Final. Los avances aquí realmente no han sido importantes.
El tercer componente del saneamiento y sostenibilidad se relaciona con los llamados Presupuestos Máximos para el No PBS. Este año se iniciará su aplicación por parte del ministerio, propuesta que ha generado gran controversia en todo el sector debido a que el incremento de los recobros seguramente no se solucionará con la definición de un techo presupuestal para que sea ejecutado por las EPS sin tener en cuenta, por ejemplo, la suficiencia de los recursos, revisiones y ajustes periódicos, el fortalecimiento del Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud para evaluar rápidamente las tecnologías y definir claramente las exclusiones o el aporte en valor terapéutico con relación a las ya existentes.
La triple meta
En cuanto a calidad, como parte de la triple meta, el año anterior el Banco Mundial presentó un informe con recomendaciones para mejorar la calidad de la atención en salud basado en una evaluación externa de la calidad de la atención en el sector salud de Colombia. El documento resalta los avances en la calidad, la disminución de las infecciones adquiridas en los servicios de salud, mejoras en la satisfacción y disminución en los tiempos de espera, ejemplos del avance en esta materia. Este es el resultado de un ecosistema de la calidad integrado por políticas, gobernanza, normas para la infraestructura y la práctica clínica, habilitación, acreditación de IPS y abundante información. En el corto plazo el Banco Mundial insiste en actualizar y ampliar el sistema nacional de garantía obligatoria para la calidad de la atención, mejorando la competencia clínica de los prestadores, empoderando a los pacientes. Generar incentivos para la calidad de la atención en cáncer y otras enfermedades crónicas no transmisibles, con ajustes ex post que se pagarán a las EPS. Establecer la referencia sobre la calidad de las IPS-EPS a través de, por ejemplo, un observatorio para hospitales públicos o mecanismos de clasificación de las EPS y, finalmente, establecer la mejora continua y el aprendizaje, todos puntos a desarrollar en un futuro inmediato. Hasta ahora, el avance en este propósito ha sido más de documento que de su implementación.
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Otras propuestas a desarrollar, como parte del PND, se relacionan con la historia clínica interoperable, herramienta que permitirá asegurar una atención integral y la reducción de desperdicios debido a la no disponibilidad de la información en red. En la Ley 2015 de enero 31 de este año se definen los parámetros para la interoperabilidad de la historia clínica electrónica, para la reglamentación se dio al ministerio de salud un plazo de 12 meses y para su implementación 5 años. En realidad, esta interoperabilidad es tan importante que debería desarrollarse lo más pronto posible, aunque suena muy largo el período para la implementación.
En cuanto al control de precios de los medicamentos se ha tenido un avance importante.
Unido a lo anterior, está todo el quehacer diario del Ministerio. En salud pública es prioritario revisar la descentralización, la actual situación del dengue nuevamente evidencia las dificultades a nivel local para cumplir con el saneamiento ambiental y el control de vectores, además, el coronavirus se perfila como un nuevo reto, esto por hacer referencia a dos situaciones complejas. El fortalecimiento institucional, atender al legislativo, desarrollar la nueva ley de residentes, avanzar en la Política de Atención Integral en Salud a través del Modelo de Acción Integral Territorial y la Atención Primaria en Salud, consolidar las redes integrales, profundizar políticas como la farmacéutica y de salud mental, continuar con la implementación de la Ley Estatutaria, convocar a otros sectores para definir acciones dirigidas a reducir las lesiones y muertes por accidentes de tránsito, garantizar agua potable más allá de las grandes ciudades, mejorar la nutrición de la población, aumentar los recursos a través de la formalización del empleo, pagos parciales y definir nuevas fuentes de financiamiento; además de mejorar la calidad del aire son todas prioridades del Ministerio de Salud y Protección Social.
LOS RETOS DEL MINSALUD
Para cumplir con; lo definido en el PND, labores diarias del ministerio y la solución de muchos de los problemas actuales, el nuevo ministro de salud requiere convocar a todos los participantes tanto de salud como de otros sectores para lograr los consensos necesarios, debe disponer de una gran capacidad negociadora y tener habilidad política para orientar adecuadamente la evolución del sistema; más actitud amplia, empática, persuasiva, integradora y motivadora; con honestidad en los análisis, sumado a mucho conocimiento del sector y con claridad de la ruta a seguir. Así no se perderán los logros obtenidos por más de un cuarto de siglo.
Múltiples son las tareas para desarrollar en lo que queda del período presidencial, la mayoría de ellas van en la dirección correcta, otras como los Presupuestos Máximos de No PBS requieren una segunda revisión de fondo; el propósito general es contribuir al avance del Sistema, en eso estamos comprometidas la mayoría de las organizaciones.
Nota final. No se requieren más reformas, de hecho, las últimas que se han implementado han generado gran complejidad, confusión y pocas soluciones. Los actuales desafíos ya son, de por sí, de gran magnitud, se necesita ejercer un liderazgo desde el Ministerio de Salud para articular a los diferentes participantes en ese gran propósito que es evolucionar el Sistema de acuerdo con las normas existentes.