En el marco del Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, la Defensoría del Pueblo reiteró que Colombia requiere un sistema de salud sólido, equitativo y transparente, capaz de garantizar una atención oportuna, continua y de calidad. El pronunciamiento se da en un contexto marcado por fallas persistentes en el acceso a medicamentos, congestión de servicios y dificultades en la continuidad de tratamientos, que afectan de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables.
Cobertura sanitaria universal y derecho fundamental a la salud
La Defensoría del Pueblo recordó que el acceso efectivo a los servicios de salud constituye un derecho humano fundamental y no un privilegio condicionado por el lugar de residencia o la capacidad de pago. Desde la perspectiva de la entidad, garantizar una atención integral implica no solo la disponibilidad de servicios, sino también su oportunidad, continuidad y calidad en todos los territorios del país.
La institución ha insistido en que el sistema de salud debe responder de manera efectiva a las necesidades de la población, especialmente de quienes enfrentan mayores barreras de acceso. En este sentido, señaló que las interrupciones en la entrega de medicamentos, la congestión de los servicios y las dificultades para mantener tratamientos continuos evidencian debilidades estructurales que requieren acciones conjuntas de la institucionalidad gubernamental.
Fallas en el acceso a medicamentos y profundización de desigualdades
Uno de los ejes centrales del llamado ha sido el acceso a medicamentos. Recientemente, la Defensoría del Pueblo presentó un informe que da cuenta del agravamiento estructural del derecho a la salud, al documentar cómo las fallas en el suministro de medicinas se suman a barreras geográficas, culturales y socioeconómicas, profundizando la desigualdad en el acceso.
Según el análisis presentado, estas dificultades impactan con mayor fuerza a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, incluyendo personas con enfermedades crónicas o de alto costo, para quienes la interrupción de tratamientos puede tener consecuencias graves. La Defensoría advirtió que la falta de medicamentos esenciales no solo compromete la continuidad de la atención, sino que pone en riesgo la vida y la dignidad humana.
Necesidad de acciones conjuntas y transformación del sistema de salud
Ante este panorama, la entidad subrayó que la garantía del derecho fundamental a la salud exige acciones coordinadas entre las diferentes instituciones del Estado. Para la Defensoría, avanzar hacia una transformación del sistema de salud debe partir de discusiones democráticas que permitan construir consensos amplios y sitúen en el centro la dignidad de las personas.
En este proceso, la entidad destacó la importancia de que la Superintendencia Nacional de Salud haya acogido las recomendaciones contenidas en el documento defensorial. Estas recomendaciones buscan fortalecer las acciones de inspección, vigilancia y control, especialmente a nivel territorial, como una herramienta clave para corregir fallas operativas y administrativas que afectan directamente a los usuarios del sistema.
Inspección, vigilancia y control en los territorios
Como parte de este enfoque, se resaltaron experiencias recientes de verificación en territorios como Yopal, en Casanare, y Cali, en el Valle del Cauca. En estos municipios se revisaron procesos, tiempos de entrega, disponibilidad de medicamentos y barreras administrativas que inciden en el acceso efectivo a los servicios de salud.
El fortalecimiento de la inspección, vigilancia y control territorial es fundamental para identificar de manera oportuna las causas de las fallas y adoptar medidas correctivas que protejan a las usuarias y usuarios del sistema. Estas acciones permiten, además, visibilizar problemáticas locales que no siempre se reflejan en los análisis agregados a nivel nacional.
Rol de la Defensoría del Pueblo en la garantía del derecho a la salud
La Defensoría del Pueblo ha asumido un rol activo en la articulación interinstitucional a través de los Puestos de Mando Unificado en Salud. Estos espacios de coordinación han sido impulsados en distintos territorios con el objetivo de identificar barreras de acceso, hacer seguimiento a casos críticos y promover soluciones concretas para la garantía efectiva del derecho a la salud.
Desde la entidad se enfatizó que estos mecanismos permiten una respuesta más ágil frente a situaciones que afectan a la población, al facilitar el diálogo entre autoridades sanitarias, entidades territoriales y otros actores del sistema. La Defensoría considera que este tipo de coordinación es clave para enfrentar problemáticas complejas que requieren intervenciones integrales y sostenidas.
Salud, seguridad y dignidad humana
En su pronunciamiento, la institución fue enfática al señalar que “no hay peor problema de seguridad para una persona enferma que no tener acceso a medicamentos esenciales ni a la atención en salud”. Esta afirmación resume la preocupación institucional frente a una situación que, según la entidad, hoy afecta a millones de personas en Colombia.
El acceso oportuno a servicios de salud y medicamentos esenciales fue reiterado como un derecho humano fundamental. Proteger la vida y la dignidad humana, especialmente de quienes padecen enfermedades crónicas o de alto costo, constituye, en palabras de la Defensoría, una obligación ineludible del Estado, que no admite dilaciones ni soluciones parciales.
Llamado a la protección financiera y a la transparencia
En el cierre de la conmemoración, se hizo un llamado a invertir en protección financiera para la salud, fortalecer la coordinación interinstitucional, garantizar la transparencia en el uso de los recursos públicos y consolidar servicios con enfoque territorial y participación ciudadana.
Para la entidad, el derecho a la salud no admite demoras, ya que cualquier retraso en la atención, en la entrega de medicamentos o en la toma de decisiones puede traducirse en un deterioro irreversible de la salud o, incluso, en la pérdida de vidas. El mensaje central apunta a la necesidad de un sistema de salud sólido, equitativo y transparente, capaz de responder de manera efectiva a las necesidades de la población colombiana.
