Cada 10 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una fecha que invita a la reflexión sobre uno de los problemas más complejos en la salud mental. En 2024, Bogotá ha renovado su compromiso para enfrentar esta problemática con un enfoque integral, liderado por la Secretaría Distrital de Salud, que busca impactar tanto en la promoción de la salud mental como en la prevención y atención temprana de la conducta suicida.
La realidad del suicidio en Bogotá: datos alarmantes
Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INML-CF), durante 2023 se registraron 3.145 suicidios en Colombia, una cifra que resalta la gravedad de esta problemática. Bogotá, con una tasa de 5,3 suicidios por cada 100 mil habitantes, reportó 419 casos en el mismo año. De estos, el 72,1% correspondió a hombres, mientras que el 27,9% fueron mujeres.
Además, los datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Conducta Suicida (SISVECOS) revelan un preocupante aumento de las notificaciones de ideación suicida, que pasaron de 10.522 en 2019 a 28.032 en 2023, mientras que los intentos de suicidio aumentaron de 3.773 a 8.212 en ese mismo periodo. Este incremento se ha visto impulsado por un fortalecimiento de la vigilancia de la conducta suicida tras la pandemia.
Estrategias del distrito para la prevención del suicidio
La Secretaría Distrital de Salud ha implementado una serie de estrategias intersectoriales que buscan abordar los factores determinantes de la salud mental. Bajo el Modelo de Atención en Salud MAS Bienestar, el Distrito se centra en la promoción de la salud mental a través de prácticas empáticas y protectoras, con especial énfasis en la intervención temprana y la canalización rápida de quienes presentan señales de alarma hacia los servicios de salud.
El subsecretario de Salud Pública, Julián Fernández, destacó que el suicidio es un fenómeno multidimensional y multifactorial, lo que exige una respuesta integral y coordinada entre diferentes sectores. “Nuestra apuesta es la intervención temprana de aquellos que presentan signos de alarma para su rápido direccionamiento a los servicios de salud”, señaló Fernández.
Acciones en territorio y comunidad
Durante 2024, el Distrito ha trabajado con 17.187 familias en condiciones de vulnerabilidad, desarrollando actividades de promoción y gestión del riesgo en salud mental. Estas acciones incluyeron la gestión de emociones y la implementación de pautas adecuadas para el afrontamiento de sucesos vitales. De estas familias, 2.253 recibieron apoyo directo para el manejo de eventos de conducta suicida, desde amenazas hasta intentos consumados.
En el ámbito educativo, se fortalecieron las estrategias de salud mental en 179 sedes de colegios y 160 jardines infantiles. Más de 14.882 escolares fueron impactados a través de programas enfocados en el desarrollo de habilidades para la vida y la convivencia social. Además, se capacitaron 1.650 docentes en la identificación de signos de alerta en sus estudiantes, lo que ha sido fundamental para actuar preventivamente en situaciones de riesgo.
La Importancia de la articulación intersectorial
Una de las claves del éxito de estas estrategias ha sido la articulación intersectorial. Gracias a este enfoque, se han implementado 92 entornos inspiradores, espacios que promueven la salud mental y el bienestar mediante la identificación y caracterización de factores protectores y de riesgo. Estos entornos ofrecen un apoyo clave para las personas en situación de vulnerabilidad, creando redes de soporte que facilitan la prevención del suicidio.
Asimismo, se llevaron a cabo 396 jornadas de “Salud y Bienestar” en 56 sedes universitarias y 80 instituciones educativas. Estas actividades han tenido un impacto significativo en la comunidad estudiantil, un grupo que ha sido particularmente vulnerable a las consecuencias emocionales y psicológicas de la pandemia.
El suicidio en jóvenes: un desafío prioritario
Uno de los grupos más afectados por el suicidio son los jóvenes de 20 a 24 años, quienes representaron el 14,7% de las muertes por suicidio en Colombia en 2023. Este dato subraya la necesidad de intervenciones específicas para este segmento de la población. Las universidades y los centros educativos han sido espacios clave para abordar este problema, ya que es en estos entornos donde se pueden identificar tempranamente los signos de ideación suicida y tomar medidas oportunas.
La prevención del suicidio es un desafío que requiere del compromiso colectivo. La Secretaría Distrital de Salud está liderando un esfuerzo intersectorial que busca no solo reducir las cifras de suicidio en Bogotá, sino también promover una cultura de bienestar emocional. A través de iniciativas como las descritas, Bogotá está avanzando hacia un enfoque más inclusivo y preventivo en materia de salud mental.
La conmemoración del Día Mundial de la Prevención del Suicidio es una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún persisten. La meta es clara: seguir trabajando para que cada persona en riesgo reciba el apoyo necesario, y que la ciudad continúe fortaleciendo sus redes de atención y cuidado en salud mental.