La crisis de desplazamiento en la región del Catatumbo, Norte de Santander, ha generado una respuesta urgente por parte del Gobierno nacional. A través del Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), se están implementando acciones clave para garantizar atención médica, apoyo psicosocial y acceso a alimentos para las comunidades afectadas, incluyendo niñas, niños y mujeres gestantes.
Atención médica integral para las comunidades desplazadas
Ante la grave situación que enfrenta el Catatumbo, el Ministerio de Salud ha liderado esfuerzos para garantizar la atención médica de las familias desplazadas. La intervención incluye la entrega de botiquines con medicamentos esenciales para adultos y niños, así como el monitoreo constante de hospitales locales para asegurar su capacidad de respuesta.
Adicionalmente, se han fortalecido los servicios especializados en los hospitales de la región y se ha coordinado con las Entidades Promotoras de Salud (EPS) el suministro de medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas. Estas acciones buscan mitigar el impacto de la crisis humanitaria en la salud de las comunidades afectadas.
Otro componente fundamental es el apoyo en salud mental y psicosocial en albergues temporales, donde profesionales capacitados brindan acompañamiento a las personas que han sufrido traumas debido a la violencia y el desplazamiento forzado.
Apoyo nutricional liderado por el ICBF
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha desempeñado un papel crucial al garantizar la seguridad alimentaria de las familias desplazadas en el Catatumbo. Hasta el momento, se han enviado más de 25 toneladas de alimentos de alto valor nutricional a municipios como Ocaña, Tibú y Cúcuta.
Alimentos distribuidos:
- 16 toneladas de Bienestarina en bolsas de 900 gramos.
- 9.5 toneladas de Bienestarina líquida en presentaciones de 200 mililitros.
Estos alimentos están destinados especialmente a niñas, niños, adolescentes, mujeres gestantes y madres en período de lactancia, quienes son los grupos más vulnerables en esta crisis.
Unidades móviles en terreno: atención personalizada
El ICBF también ha desplegado 15 unidades móviles en los municipios afectados, con un equipo de 72 profesionales que incluye psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales y antropólogos.
Estas unidades tienen como objetivo principal brindar:
- Primeros auxilios psicosociales.
- Orientación para la inscripción en censos y programas de ayuda.
- Acompañamiento en la entrega de ayudas humanitarias.
Astrid Cáceres, directora general del ICBF, destacó la importancia de estas acciones: “Nuestra misión es proteger y acompañar a estas niñas y niños que resultan afectados por un enfrentamiento en el que nada tienen que ver. Los negocios armados y las luchas criminales no pueden seguir truncando los sueños del futuro de nuestro país.”
Impacto en la región y retos futuros
La situación en el Catatumbo refleja los desafíos que enfrenta el país para garantizar los derechos básicos de las comunidades desplazadas. La intervención del Gobierno y el ICBF es un paso importante, pero los retos persisten:
- Fortalecimiento de la infraestructura sanitaria: Es necesario aumentar la capacidad de los hospitales y centros de salud en la región para responder a crisis humanitarias de esta magnitud.
- Atención a largo plazo: Las comunidades desplazadas requieren soluciones sostenibles que incluyan acceso continuo a educación, empleo y vivienda.
- Coordinación interinstitucional: Es clave mantener un enfoque colaborativo entre el Gobierno, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para abordar esta problemática de manera integral.