El Ministerio de Salud del Perú (Minsa) organizó la conferencia titulada “Salud mental en el Perú: avances y desafíos”, con el objetivo de sensibilizar y fomentar el diálogo entre sectores para identificar soluciones que mejoren la vida de quienes padecen problemas de salud mental, desarrollado en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra cada 10 de octubre con el fin de reflexionar sobre los esfuerzos realizados para garantizar el bienestar psicológico de las personas.
El evento contó con la participación del viceministro de Salud Pública, Ricardo Peña, quien en representación del ministro de Salud, César Vázquez, clausuró la actividad destacando que la salud mental es un pilar fundamental de la actual gestión ministerial. Según Peña, la salud mental es uno de los ejes principales para el bienestar de los ciudadanos, siendo prioritario fortalecer la prevención, promoción y atención integral en este ámbito.
Avances en el enfoque comunitario de la salud mental
En la conferencia, el viceministro también destacó los avances logrados gracias a la reforma en salud mental con un enfoque comunitario. Este modelo de atención ha permitido mejorar el acceso a servicios de salud mental de calidad, ofreciendo una atención especializada en el primer nivel de atención a través de los Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC). Estos centros priorizan la promoción de la salud mental, así como la prevención y recuperación de personas con problemas de salud mental.
Para finales de 2024, el Minsa proyecta implementar 292 centros de salud mental comunitaria a lo largo del país, lo cual permitirá ampliar significativamente la cobertura de atención especializada. Además, se cuenta con 11 equipos de salud mental móvil para poblaciones distantes y personas en situación de calle, 52 unidades de hospitalización en salud mental y adicciones en hospitales de atención general, 94 hogares protegidos, 1434 establecimientos no especializados con profesionales de psicología, y 6 servicios de salud mental en establecimientos penitenciarios.
Estos avances reflejan un cambio positivo en la forma en que el país aborda la salud mental, promoviendo una atención integrada y cercana a la comunidad, y garantizando que las personas reciban el apoyo necesario en el entorno más adecuado para su bienestar.
Impacto del enfoque comunitario y modelo diferenciado
El modelo de salud mental comunitaria implementado por el Minsa tiene un enfoque diferenciado que lo distingue de otros modelos en el mundo. Los CSMC funcionan como ejes articuladores de la red de salud mental en sus jurisdicciones, coordinando con diversos servicios y programas para ofrecer una atención integral y articulada. Esto incluye establecimientos del primer nivel de atención no especializados, unidades de hospitalización en hospitales generales, hogares protegidos, centros de rehabilitación, y otros servicios sociales comunitarios.
Además, estos centros se organizan en cuatro servicios principales orientados a la atención especializada de niñas, niños y adolescentes; adultos y adultos mayores; personas con adicciones; y de participación y movilización comunitaria. Este enfoque permite una intervención más efectiva y adaptada a las necesidades específicas de cada grupo poblacional.
La Dirección de Salud Mental (Dsame), presente en la conferencia, destacó la importancia del estudio Global Burden of Disease 2019 realizado por el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME), que señala que el 13,4% de la población peruana vive con algún tipo de trastorno mental. Esta cifra evidencia la urgencia de fortalecer las políticas públicas que garanticen el acceso a servicios de salud mental adecuados para todos los ciudadanos.
Aumento en el financiamiento y retos pendientes
Uno de los logros más destacados es el incremento significativo en el financiamiento para la salud mental, que pasó de S/179 millones en 2012 a S/897 millones en 2024. Este aumento en el presupuesto es fundamental para fortalecer la infraestructura y mejorar la calidad de los servicios. Sin embargo, el reto principal sigue siendo asegurar la buena ejecución de los recursos y garantizar la calidad del gasto en todas las regiones del país.
Durante la conferencia, se destacó la necesidad de reforzar la integración de la atención de salud mental en el primer nivel de atención, involucrando a las estrategias sanitarias y las etapas de vida de los pacientes. Además, se busca incrementar la oferta de servicios de salud mental comunitaria en aquellos territorios donde aún no existen o son insuficientes, así como fortalecer las intervenciones de promoción, prevención y recuperación en salud mental.
Otro de los retos mencionados fue promover la búsqueda de ayuda oportuna por parte de la población. El estigma asociado a los problemas de salud mental sigue siendo una barrera significativa para que las personas busquen ayuda, por lo que se requiere un trabajo constante en la sensibilización y educación de la comunidad para normalizar la atención psicológica y emocional.
El Minsa también resaltó que el modelo de salud mental comunitaria implementado prioriza la dignidad de las personas, sin discriminación, con un abordaje intercultural que respeta y considera las particularidades de cada comunidad. Asimismo, se enfatiza la promoción de la salud mental a lo largo de todas las etapas del ciclo vital, con especial atención a niñas, niños, adolescentes y poblaciones vulnerables.
En ese sentido, se ha fortalecido el trabajo con equipos de salud mental móviles, los cuales están diseñados para llegar a aquellas zonas del país donde el acceso a servicios es limitado. Estos equipos son fundamentales para acercar la atención a comunidades rurales y alejadas, así como a personas en situación de calle que requieren atención urgente.