Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Instituto de Vacunas Sabin y la UNICEF, indican que vacunas como la tuberculosis, la polio, la hepatitis, la rubeola, la fiebre amarilla, la poliomielitis y el sarampión han pasado a un segundo plano en países de Latinoamérica.
Según estas instituciones internacionales al menos 68 países han tenido que reducir las inmunizaciones debido a la emergencia sanitaria por causa de la pandemia del covid-19 y las medidas de aislamiento obligatorio para prevenir la propagación del virus.
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Un preocupante panorama, que pone en riesgo la vida de aproximadamente 80 millones de niños menores de 1 año y que según el informe presentado puede ser prevenible gracias a estas vacunas.
De acuerdo con el Francisco Álvarez, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Sí adquiere una enfermedad prevenible es posible que además del fallecimiento un menor de edad pueda desarrollar una discapacidad, entre ellas, sordera, amputaciones o déficits neurológicos.
De igual forma, Alfonso J. Rodríguez-Morales, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Infectología explica que en países como Latinoamérica “esto ya era un problema, porque justamente en años previos se observó el impacto de una menor coberturas de vacunación para ciertas enfermedades, especialmente sarampión”.
Situación de los sistemas sanitarios
El documento presentado por los organismos internacionales también expone que, por ejemplo, países como Brasil, Bolivia, Haití y Venezuela presentan un menor número de vacunas practicadas a menores. Situación que pone a estos países en la lista de los 20 con peor puntuación en este tema.
El informe de Naciones Unidas analizó las cifras de 195 países. El retroceso en Brasil entre 2010 a 2019 fue de un 26%. Le siguen Bolivia y Haití con una caída del 16% cada uno en esos nueve años, Venezuela con un 14% menos, México con un 13% y Honduras con una pérdida de protección del 10%. Es cierto que la región nunca pasó de una cobertura media global del 81% para esta vacuna, que es el porcentaje en el que se encontraba en 2019, antes de la crisis del coronavirus. Pero la cifra la sitúa por debajo de la media global, que es del 85%.
Para la OMS, los datos se agravan al tener en cuenta que en 2019 Brasil contaba con 542.000 niños que no han recibido ninguna dosis de la triple vacuna y México, con 348.000.
Vacunas
De otra parte, datos reportados por la Organización Panamericana de la Salud, indican que en 2017 la vacuna de la tuberculosis se había administrado al 97% de los niños de la región, la cifra cayó en 2019 a tan solo el 84%.
El mismo comportamiento se repite con la vacuna que completa el ciclo de las de la hepatitis B. Tocó su pico máximo de cobertura con el 92% en 2012 y de ahí no ha hecho más que caer hasta el 86% de 2019.
La vacuna de la polio alcanzó en 2011 al 94% de los niños latinoamericanos o caribeños, para retroceder al 86% en 2019.
Finalmente, la Organización Panamericana de la salud señala.”Es vital que los programas de inmunización continúen, de manera segura y siempre que sea posible, para prevenir brotes de enfermedades prevenibles por vacunación y evitar abrumar los sistemas de salud”.