Los hallazgos de una investigación relacionan a la vacuna contra la influenza como una vía que evitaría o ralentizaría la aparición de la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores. En anteriores estudios, se ha evidenciado que la vacuna contra la gripe reduce el riesgo de demencia entre personas con enfermedades crónicas agravadas o con otras características poblacionales.
Para analizar los efectos de la vacunación contra la influenza, orientados hacia la enfermedad de alzheimer, el equipo investigador revisó los datos de reclamaciones de individuos sin identificar desde el 1 de septiembre de 2009 hasta el 31 de agosto de 2019. Durante el periodo de revisión establecido (6 años), los pacientes elegibles eran adultos mayores de 65 años y no padecían demencia (al menos en ese momento).
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Posteriormente, los pacientes fueron emparejados para crear cohortes vacunadas contra la gripe y no vacunadas contra la gripe con datos demográficos de referencia, uso de medicamentos y comorbilidades similares para estimar el riesgo relativo y la reduccción del riesgo absoluto para la enfermedad de Alzhéimer, tras un periodo de evaluación de los efectos de la vacunación contra la influenza y su correspondiente seguimiento durante 4 años.
De acuerdo con el artículo publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, el 47.889 de adultos vacunados (5.1%) y 79.630 no vacunados (8.5%) desarrollaron el trastorno neurológico. Aunque los especialistas indican que el mecanismo es incierto, se detectó una disminución del 40% en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer entre los individuos vacunados contra la influenza, al menos durante los primeros cuatro años desde que reciben el biológico.
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Sin embargo, para los investigadores, uno de los mecanismos que estaría relacionado con este fenómeno es que la vacunación contra la gripe previene o mitiga la inflamación característica de esta patología, beneficio que podría extenderse para reducir o evitar la inflamación sistémica. Otra teoría es que el biológico desencadena cambios en el sistema inmunitario que ayuden a reducir los daños causados por el alzheimer, entre ellos la aparición de placa amiloide.
“La vacuna contra la gripe puede alterar las células inmunitarias del cerebro de forma que sean mejores para eliminar las patologías del alzheimer, un efecto que se ha observado en ratones, o puede reprogramar estas células inmunitarias para que respondan a las patologías del Alzheimer de forma que sea menos probable que dañen las células cerebrales sanas cercanas, o puede hacer ambas cosas”, dijo el Dr. Avram Bukhbinder, integrante de la Facultad de Medicina McGovern de la UTHealth (Texas) y líder del estudio.
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Otros efectos de la vacunación contra la influenza sobre la enfermedad de Alzhéimer:
Según describen los especialistas en su artículo, la alteración a largo plazo del sistema inmunitario presenta distintos mecanismos que podrían minimizarse con la vacunación contra la influenza. De acuerdo con la literatura médica existente, se han observado efectos protectores no específicos mediante la reprogramación a largo plazo de las células inmunitarias innatas, a través de la “inmunidad entrenada”.
Adicionalmente mencionan que, los cambios inducidos por la vacuna en el sistema inmunológico adaptativo, específicamente fenómenos como la inmunidad adaptativa heteróloga inducida por la vacuna podrían estar relacionados con la disminución del riesgo aunque ameritan estudios posteriores sobre los mecanismos que intervienen en estos procesos. “Independientemente del mecanismo exacto, la relevancia del entrenamiento inmunológico innato está respaldada por la creciente literatura que indica que otras vacunas en la edad adulta (incluyendo las del tétanos y la difteria, el zoster y la tuberculosis”, se lee en la publicación.
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