La Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) decidió iniciar una investigación administrativa a la EPS Famisanar y al gestor farmacéutico Colsubsidio, tras el fallecimiento de Ana María Cuesta quien era directora del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá y falleció el pasado 11 de junio con enfermedades crónicas.
Este suceso ocurrió después de que las auditorías realizadas por Supersalud evidenciaran fallos en el seguimiento y entrega oportuna de medicamentos esenciales para pacientes con enfermedades crónicas. A pesar de que la IPS cumplió con los protocolos de atención, se encontraron deficiencias de comunicación y coordinación entre la EPS y el gestor farmacéutico, lo que afectó la calidad de la atención y la disponibilidad de los medicamentos necesarios para la paciente.
Falta de seguimiento en la entrega de medicamentos para pacientes crónicos
Auditoría de Supersalud: un hallazgo preocupante para el sistema de salud
El procedimiento de inspección y vigilancia llevado a cabo por las delegaturas para EPS y para gestores farmacéuticos reveló una falta de seguimiento por parte de la EPS Famisanar y el gestor farmacéutico Colsubsidio en la entrega de medicamentos a pacientes con enfermedades crónicas. A pesar de la existencia de protocolos médicos para la entrega de tratamientos, se encontró que los medicamentos no fueron entregados en su totalidad o a tiempo, lo que afectó directamente la salud de los pacientes, especialmente aquellos con patologías que requieren tratamiento continuo y riguroso.
Este tipo de incumplimiento pone en evidencia las debilidades estructurales dentro del sistema de salud colombiano y la importancia de una coordinación efectiva entre las EPS, los gestores farmacéuticos y las IPS para asegurar la continuidad en la atención médica y el tratamiento adecuado de los pacientes crónicos.
Una comunicación deficiente: el origen del problema
Una de las principales conclusiones de la auditoría fue la falta de comunicación efectiva entre Famisanar EPS y Colsubsidio, lo que impidió un seguimiento adecuado en la entrega de los medicamentos. Aunque la IPS que atendió a la paciente Ana María Cuesta cumplió con los protocolos establecidos, las dificultades en la comunicación entre las partes involucradas provocaron que los medicamentos necesarios no estuvieran disponibles en el momento adecuado.
Este tipo de fallas no es aislado. A menudo, la falta de coordinación entre las distintas entidades de salud resulta en demoras críticas en la atención, especialmente para los pacientes que padecen enfermedades crónicas, quienes requieren un manejo constante de sus tratamientos. Este incidente subraya la importancia de una gestión integrada en el sistema de salud colombiano, donde los diferentes actores del sector trabajen de manera eficiente y colaborativa para evitar estos errores fatales.
La respuesta de Supersalud: investigación administrativa y acción correctiva
Ante la gravedad de la situación, la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) decidió trasladar el caso a la delegatura de investigaciones administrativas para iniciar un proceso formal que permita evaluar las responsabilidades de los implicados y tomar las acciones de control necesarias para evitar que este tipo de incidentes se repitan.
La intervención de Supersalud es crucial para garantizar que se tomen las medidas correctivas necesarias, no solo en relación con Famisanar EPS y Colsubsidio, sino también para fortalecer el sistema de control y vigilancia de las EPS y gestores farmacéuticos en Colombia. La acción administrativa podría incluir sanciones y medidas de reestructuración operativa para asegurar que los medicamentos sean entregados a tiempo y de acuerdo con los protocolos establecidos para pacientes crónicos.
Las implicaciones de la crisis en la entrega de medicamentos a pacientes crónicos
El caso de Ana María Cuesta refleja un problema estructural en el sistema de salud colombiano, que enfrenta retos significativos en cuanto a la gestión de medicamentos para pacientes crónicos. Aunque la atención médica está garantizada por los protocolos y las leyes colombianas, las fallas operativas y la falta de comunicación entre las diferentes entidades del sistema de salud afectan negativamente la atención de los pacientes.
El desabastecimiento de medicamentos, las demoras en la entrega y la ineficiencia en el seguimiento no son fenómenos nuevos, y afectan principalmente a aquellos pacientes con enfermedades crónicas que requieren tratamiento constante. Este incidente debería servir como un llamado a la acción para que el Ministerio de Salud y Supersalud implementen estrategias más efectivas para garantizar la distribución oportuna de medicamentos y la coordinación eficiente entre las EPS y los gestores farmacéuticos.
Un llamado a la acción para el sistema de salud colombiano
La situación presentada con Famisanar EPS y Colsubsidio resalta la necesidad urgente de reformas en el sistema de salud colombiano para garantizar que los pacientes con enfermedades crónicas reciban la atención y los medicamentos necesarios en tiempo y forma. Las auditorías de Supersalud deben ser parte de un proceso continuo de inspección y vigilancia para evitar que estos errores se repitan en el futuro.
Es esencial que se fortalezcan los mecanismos de coordinación entre las EPS, los gestores farmacéuticos y las IPS, y que se apliquen sanciones efectivas a las entidades que no cumplan con sus responsabilidades. De no ser así, el sistema de salud continuará enfrentando serios desafíos que afectarán la calidad de vida de los pacientes, en particular aquellos con enfermedades crónicas.
