Un nuevo estudio ha puesto en el centro de atención a la psilocibina, el componente activo de los llamados “hongos mágicos”, sugiriendo que podría tener un impacto significativo en el tratamiento de los síntomas depresivos. Publicado en The BMJ, el estudio compara la eficacia de la psilocibina en dosis altas con la del escitalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) comúnmente prescrito para tratar la depresión.
Psilocibina y escitalopram: dos caminos hacia la reducción de síntomas depresivos
Los resultados del metanálisis indican que los pacientes tratados con psilocibina mostraron una respuesta más favorable que aquellos que recibieron un placebo en ensayos clínicos, similar a la observada con el escitalopram. Sin embargo, es crucial señalar que el tamaño del efecto fue pequeño, lo que sugiere que, aunque prometedor, el impacto de la psilocibina aún necesita ser evaluado más a fondo.
Este estudio destaca una preocupación importante, los fallos en los diseños de algunos ensayos pueden haber sobrestimado la eficacia de los psicodélicos. Aun así, los investigadores concluyen que la psilocibina en dosis altas “parece tener el potencial de tratar los síntomas depresivos”, similar a los antidepresivos actuales.
Papel prometedor de los psicodélicos en la psiquiatría
El uso de psicodélicos en la medicina ha sido un tema de creciente interés en los últimos años. Este estudio específico es notable porque es uno de los pocos que compara directamente un psicodélico (psilocibina) con un antidepresivo tradicional (escitalopram) en pacientes con trastorno depresivo mayor. Sin embargo, los efectos subjetivos de los psicodélicos, que pueden influir en la percepción del tratamiento, complican la interpretación de los resultados. La combinación de estos tratamientos con apoyo psicológico también dificulta aislar los efectos directos de las sustancias.
Para abordar estos desafíos, los investigadores revisaron bases de datos científicas, buscando ensayos controlados aleatorios que compararan los efectos de los psicodélicos o el escitalopram en adultos con síntomas depresivos agudos. Los psicodélicos evaluados incluyeron MDMA, LSD, psilocibina y ayahuasca, administrados sin el uso adicional de antidepresivos. En los ensayos de escitalopram, se compararon dosis orales de hasta 20 mg/día con placebo.
Resultados del estudio
De los ensayos incluidos, 811 personas participaron en estudios con psicodélicos y 1.968 en estudios con escitalopram. Los investigadores encontraron que las respuestas al placebo en los ensayos con psicodélicos fueron menores que en los ensayos con escitalopram. Esto sugiere que, aunque la psilocibina mostró un desempeño positivo en la escala de calificación de depresión de Hamilton (HAMD-17), solo en dosis altas logró un resultado significativamente mejor que el placebo, comparable con el escitalopram.
Ninguna de las intervenciones se asoció con un aumento de eventos adversos graves, lo que refuerza la seguridad de estos tratamientos en el contexto controlado de los ensayos clínicos.
A pesar de los resultados prometedores, los autores del estudio reconocen varias limitaciones. El estudio concluye que “los psicodélicos serotoninérgicos, especialmente la psilocibina en dosis altas, parecen tener el potencial de tratar los síntomas depresivos”, pero enfatiza la necesidad de métodos de cegamiento mejorados y psicoterapias estandarizadas para evaluar mejor la eficacia de estos tratamientos.