Hasta la fecha hay más de 600 mil recuperados de Covid-19 alrededor del mundo, así las cosas, el número de pacientes que vencieron la enfermedad casi triplica a aquellos pacientes que murieron a causa del virus.
Sin embargo, hasta ahora se están evidenciando las secuelas del virus a mediano y largo plazo en la salud de los pacientes que se han recuperado. Una de las primeras investigaciones arrojó como resultado que de una docena de pacientes estudiados en Hong Kong, más de la mitad de ellos presentaba una función pulmonar reducida y experimentaba además falta de aire al caminar.
Uno de los investigadores detalló que en estos pacientes, la pérdida de la función pulmonar había disminuido entre un 20% y 30% después de la recuperación. Adicionalmente, los científicos evidenciaron tras la toma de varias tomografías que los pacientes recuperados tenían al interior de sus pulmones una sustancia lechosa y vidriosa.
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No obstante, aún se desconoce si la capacidad pulmonar será restaurada con el tiempo, por lo tanto existe una esperanza de recuperación total.
Es preciso decir, que además de las secuelas derivadas directamente de la enfermedad, la hospitalización de los pacientes también tiene varias secuelas. En consecuencia, varios centros de salud del mundo están realizando protocolos para propiciar una mejor recuperación de pacientes con Covid-19.
Problemas musculares
Para la eliminación del virus, la gran mayoría de infectados desarrollan anticuerpos en tiempos diferentes y dependiendo de su respectivo sistema inmunológico, sin embargo, durante el lapso del tiempo varios pacientes (especialmente los adultos mayores) permanecen hospitalizados. Por esta razón, se están realizando ejercicios para evitar secuelas como, debilidad muscular, deformidades articulares o pérdida de autonomía.
Cabe resaltar, que la enfermedad puede permanecer latente de tres a seis semanas y para que el paciente se considere recuperado la prueba diagnóstica debe arrojar negativo como resultado.
Neumonía
Así mismo, un reciente estudio de la universidad de Pittsburgh descubrió que el riesgo de padecer enfermedades cardíacas era 4 veces mayor en las personas con neumonía, una enfermedad que conlleva un diagnóstico de Covid-19 positivo.
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También, se afirma que las discapacidades derivadas de la Covid-19 podrían ser similares a las que produce una neumonía severa. En sus estados más graves, estas infecciones pueden desembocar en un edema pulmonar, cuando el líquido se acumula en las numerosas bolsas de los pulmones y provocar problemas respiratorios a largo plazo.
Problemas mentales
Las secuelas de esta enfermedad no solo son se presentan en la salud física de los pacientes recuperados, también hay efectos psicológicos que pueden desencadenar estrés y ansiedad. De hecho psicólogos y psiquiatras en el mundo prevén un aumento en los problemas de salud mental una vez se supere la crisis, ya que un estudio anterior reveló que un tercio de las personas hospitalizadas por SARS habían desarrollado síntomas moderados o severos de depresión un año después de superar la enfermedad.
Otra de las repercusiones que puede causar la hospitalización es el delirio o síndrome confusional agudo (SCA), que puede conducir a alteraciones cognitivas a a largo plazo, por ejemplo, problemas de memoria, así mismo, se sospecha que el coronavirus puede tener una implicación directa sobre el cerebro, ya que la inflamación provocada por el Covid-19 puede limitar el flujo sanguíneo que llega al cerebro matando células cerebrales.
