Con el objetivo de fortalecer la vigilancia y prevenir la transmisión de la fiebre amarilla en Colombia, la OPS/OMS, en alianza con entidades nacionales y regionales, llevó a cabo un taller intersectorial que reunió a expertos de Colombia y Brasil. La iniciativa busca fortalecer las capacidades de vigilancia epizoótica y vectorial, sentando las bases para un plan nacional de prevención.
La fiebre amarilla en Colombia es una amenaza en aumento
Desde el año pasado Colombia enfrenta un brote activo de fiebre amarilla con una letalidad superior al 40%. Según cifras del Instituto Nacional de Salud (INS), hasta el 21 de febrero de 2025, se han confirmado 40 casos (17 en lo que va del año), con 19 fallecimientos. En Tolima, epicentro del brote, se han registrado 29 casos y 12 muertes, lo que equivale a una letalidad del 41,3%. Casos adicionales han sido identificados en Caquetá, Huila, Nariño, Putumayo y Vaupés.
“Un solo caso de fiebre amarilla puede constituir un brote, ya que la enfermedad puede propagarse rápidamente”, explicó Jairo Méndez Rico, Asesor Regional para Enfermedades Virales del Departamento de Emergencias de Salud de la OPS. La vigilancia de primates no humanos (PNH) es clave en la detección temprana del virus, ya que su afectación puede ser un indicio de circulación activa y una alerta temprana de riesgo para humanos.
Taller de vigilancia integrada
Para hacer frente a la propagación del virus, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó, en colaboración con el Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el INS y la Secretaría de Salud del Tolima, un taller de vigilancia integrada epizoótica y vectorial del 26 al 28 de febrero de 2025 en Ibagué. El evento contó con la participación de más de 50 profesionales de salud y medio ambiente de departamentos como Caquetá, Amazonas, Putumayo y Huila.
Además, expertos de Brasil, incluyendo representantes del Ministerio de Salud de ese país y del estado de Rio Grande do Sul, compartieron sus experiencias en la vigilancia epidemiológica y de epizootias. También participaron especialistas del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria de la OPS (PANAFTOSA), aportando estrategias efectivas en la detección y monitoreo del virus.
Análisis epidemiológico y vigilancia entomológica
El primer día del taller estuvo dedicado al análisis de la situación epidemiológica en Colombia y la región. Se abordaron temas como la distribución de primates no humanos en el país, los ciclos naturales de la fiebre amarilla y su impacto en la vigilancia epizoótica. También se discutió el papel de la entomología en la vigilancia de vectores, con especial énfasis en la identificación y control de Aedes aegypti y Haemagogus, principales transmisores del virus.
La jornada, que contó con la participación presencial de expertos y una transmisión virtual con más de 170 asistentes, permitió ampliar el conocimiento sobre la dinámica de la enfermedad y la importancia de la vigilancia activa para prevenir su expansión.
Intercambio de experiencias con Brasil
El segundo día se centró en estrategias de vigilancia de primates y control vectorial, incluyendo sesiones teóricas y prácticas sobre la recolección de muestras en campo. Brasil, con 25 años de experiencia en la vigilancia de epizootias, compartió su modelo de respuesta ante brotes, destacando la importancia del monitoreo continuo.
“Sabemos que Colombia está iniciando este proceso y queremos compartir nuestro conocimiento para ayudar a reducir los casos y enfrentar las dificultades”, afirmó Jader da Cruz Cardoso, experto del Departamento de Salud Pública de Rio Grande do Sul. Según Cardoso, a pesar de la experiencia de Brasil, los brotes de fiebre amarilla continúan siendo un reto, lo que resalta la necesidad de fortalecer la cooperación entre países para mejorar la vigilancia y respuesta ante epidemias.
Definiendo estrategias para fortalecer la vigilancia
El tercer día del evento se enfocó en la identificación de desafíos y la formulación de acciones concretas para mejorar la vigilancia de fiebre amarilla en Colombia. Se destacó la necesidad de fortalecer la cooperación intersectorial entre salud, ambiente y agricultura para establecer estrategias de prevención y respuesta sostenibles.
Katherine Rengifo, Secretaria de Salud del Tolima, resaltó el impacto positivo de esta colaboración: “Sabemos que el tema de epizootias está a cargo de otras entidades. Sin embargo, hoy reconocemos que nuestro departamento enfrenta esta necesidad y, con el liderazgo de la OPS, debemos impulsar un trabajo intersectorial para garantizar la contención de la fiebre amarilla”.
Como resultado del taller, se consolidó un grupo de profesionales capacitados en vigilancia de epizootias y entomología, con la capacidad de replicar el conocimiento adquirido y fortalecer competencias en distintas regiones. Este evento representa un avance significativo en la consolidación de estrategias para la prevención y vigilancia de fiebre amarilla en Colombia.