Organización Panamericana de la Salud, en Colombia, junto con el apoyo técnico del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria, han puesto en marcha la serie de seminarios web en torno al “Abordaje Integral de la Brucelosis en el Marco de Una Salud”.
Durante cuatro jornadas, expertos nacionales en Colombia e internacionales (Argentina, España, Costa Rica y Bélgica), comparten experiencias relacionadas a la brucelosis bajo el concepto integral de Una Salud, a través del abordaje humano-animal-ambiental.
El objetivo es establecer opciones de cooperación técnica para el manejo integral de la brucelosis en Colombia, a partir de la discusión con expertos y con base en el reconocimiento de las acciones que actualmente realizan el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
La brucelosis sigue siendo una de las enfermedades zoonóticas con mayor impacto en las poblaciones de escasos recursos en la región de las Américas. Además de sus efectos en la salud pública, esta patología tiene una gran implicación en la producción pecuaria y constituye una barrera al comercio de animales y sus productos, lo que afecta la salud en las zonas rurales.
Esta enfermedad afecta principalmente a bovinos, bufalinos, ovinos, caprinos y porcinos, aunque los humanos también pueden verse afectados, a través de la ingesta de productos lácteos no pasteurizados, en especial leche y quesos, contaminados por la bacteria o por contacto directo con animales infectados. Los animales salvajes también pueden transmitir la brucelosis, representando un reservorio de la enfermedad en algunas regiones.
La enfermedad es provocada por diferentes especies de bacterias del género Brucella. Las especies B. mellitensis, B. abortus y B. suis son las principales responsables por los casos en humanos.
La mayoría de los casos de brucelosis se producen en las regiones del Mediterráneo, África, Asia Central y América Latina. Se estima que más de 500.000 personas contraen la enfermedad cada año. Los Ministerios de Salud y de Agricultura de las Américas consideran la brucelosis una zoonosis endémica prioritaria
En el seminario web se presentan estudios de caso y experiencias exitosas en varios países de la región de las Américas con el fin de enriquecer el conocimiento y las estrategias de enfrentamiento a la enfermedad.
¿Qué es la brucelosis?
La brucelosis es una infección bacteriana que se transmite de los animales a las personas. Lo más común es que las personas se infecten al comer productos lácteos crudos o sin pasteurizar. Algunas veces, las bacterias que causan la brucelosis se propagan por el aire o por el contacto directo con animales infectados.
Los signos y síntomas de la brucelosis pueden incluir fiebre, dolor en las articulaciones y fatiga. Por lo general, esta infección puede tratarse con antibióticos. Sin embargo, el tratamiento dura desde varias semanas hasta meses y la infección puede reaparecer.
La brucelosis afecta a cientos de miles de personas y animales en todo el mundo. Para prevenir la brucelosis, es útil evitar los productos lácteos crudos y tomar precauciones al trabajar con animales o en un laboratorio.
Puede afectar prácticamente a cualquier parte del cuerpo, incluidos el sistema reproductor, el hígado, el corazón y el sistema nervioso central. La brucelosis crónica puede provocar complicaciones en un solo órgano o en todo el cuerpo. Algunas de las posibles complicaciones son:
- Inflamación del revestimiento interno de las cavidades del corazón (endocarditis).
- Artritis.
- Inflamación e infección de los testículos (orquiepididimitis).
- Inflamación e infección del bazo y el hígado.
- Infecciones del sistema nervioso central.
Prevención y control
La Organización Mundial de la Salud afirma que, la prevención la brucelosis se basa en la vigilancia y la prevención de los factores de riesgo. La estrategia de prevención más eficaz es la eliminación de la infección en los animales. Se recomienda la vacunación del ganado bovino, caprino y ovino en las áreas enzoóticas con altas tasas de prevalencia.
La realización de pruebas serológicas o de otro tipo y los sacrificios también pueden ser eficaces en las zonas de baja prevalencia. En los países en que no es posible la erradicación de la enfermedad en animales mediante vacunación o la eliminación de los animales infectados, la prevención de la infección en los humanos se basa principalmente en la sensibilización, las medidas de inocuidad alimentaria, la higiene ocupacional y la seguridad de los laboratorios.
La pasteurización de la leche para el consumo directo y para la producción de derivados como el queso es un paso importante para prevenir la transmisión de animales a humanos. Las campañas de educación sobre la necesidad de evitar los productos lácteos no pasteurizados pueden ser eficaces, así como las políticas sobre su venta.
En las tareas agrícolas y de procesamiento de carne, las medidas de protección y la manipulación y eliminación correctas de la placenta, los cadáveres de animales y los órganos internos son una importante estrategia de prevención.