Carlos Alberto Cardona fue elegido por la Junta Directiva de Cafesalud, como el nuevo Presidente de la EPS, quien asume el proceso de reorganización y preparación para la venta.
Cardona, quien hizo parte del proceso de salvamento de la Clínica Shaio, de la que fue su gerente, es graduado en administración y dirección de empresas de la Escuela de Administración de Negocios y es consultor en salud.
Cardona tiene experiencia en el sector financiero y de la salud y ha manejado procesos liquidatorios.
Reemplaza en el cargo Guillermo Grosso a quien la junta no le renovó el contrato tras las denuncias sobre irregularidades en contratos y ordenó una auditoría sobre los que tienen mayor valor y fueron firmados por varios años.
NOTA DE CONSULTORSALUD SOBRE EL PAPEL DEL NUEVO PRESIDENTE DE CAFESALUD
Su papel, Dr. Cardona, es una de los más importantes en este proceso de transición del sistema de salud Colombiano, pues de su acertada conducción depende la salud y el bienestar de cerca de 7 millones de colombianos, y por otro lado, no menos importante reposa el apoyo que dará a la venta de CAFESALUD, a inversionistas internacionales o nacionales, hecho que esperamos , ademas de avanzar de manera pulcra y transparente, se ejecute exigiendo el pago de un precio justo, lejano que cualquier ejercicio económico perdedor, que dejaría sin recursos al liquidador para pagar las acreencias de decenas de miles de prestadores y proveedores, que esperan la resurrección de sus dineros.
Es muy triste para la nación, presenciar este espectáculo tan deplorable, de la venta de las empresas que debieron ser el orgullo de un sector, y en cambio se convirtieron, en nichos de corrupción y favorecimientos políticos.
Pero seria casi tan triste como lo anterior, entregar este patrimonio que es colectivo, pagado con recursos del sistema, de las UPC de millones de colombianos, seguramente a costa de ineficiencias, falta de calidad y barreras de acceso, a negociantes de ocasión, que aprovechando el entorno de un dolar fortalecido, un peso colombiano echado a menos, y unas empresas de salud arropadas por el manto de la duda y el desprestigio, a precio de feria, de “bajasta”, de imperiosa angustia económica, que terminen de darle las pinceladas finales, a esta escena tan digna de nuestra patria boba.