En la reciente reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de 2025, la OMS revisó la evolución de la propagación del mpox y determinó que sigue constituyendo una Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional (ESPII). Este artículo aborda las principales medidas adoptadas para enfrentar la propagación del virus, los desafíos en la respuesta global y las estrategias implementadas para contener la crisis sanitaria en diferentes regiones.
Un virus global la amenaza persistente de Mpox
Desde su aparición en 2023, el brote de mpox ha evolucionado significativamente. En agosto de 2024, la OMS declaró la emergencia sanitaria internacional debido al aumento de casos y la propagación del virus en África y otras regiones. Según el informe de situación de la OMS, hasta enero de 2025 se habían notificado casi 130,000 casos confirmados en 130 países, con 280 muertes registradas. La propagación del virus ha sido impulsada por la movilidad internacional y la transmisión en comunidades con alta densidad poblacional. Aunque la mayoría de los casos son leves, el brote ha tenido un impacto significativo en la salud pública global.
Situación actual diferencias regionales y desafíos específicos
La situación epidemiológica de mpox presenta diferencias significativas dependiendo de la región. En África, países como la República Democrática del Congo, Burundi y Uganda han reportado un alto número de casos, especialmente en áreas con sistemas de salud frágiles. La falta de recursos y la infraestructura limitada han dificultado la respuesta efectiva al brote. Además, factores como los desplazamientos forzados y la coexistencia con otras epidemias, como el cólera y el sarampión, han exacerbado la situación. En otras regiones, aunque los casos son menos frecuentes, la vigilancia y la preparación son esenciales para prevenir brotes futuros.
Respuesta global medidas para controlar la propagación
La OMS ha implementado el Plan Estratégico Global de Preparación y Respuesta para mpox, que abarca el período de septiembre de 2024 a febrero de 2025. Este plan tiene como objetivo fortalecer la vigilancia, la capacidad de laboratorio, la protección comunitaria, la atención clínica segura y los esfuerzos de vacunación. Se ha solicitado una financiación de 135 millones de dólares para apoyar estas actividades. Las estrategias incluyen la distribución de vacunas, el rastreo de contactos, la educación comunitaria y el fortalecimiento de los sistemas de salud locales. Sin embargo, la implementación efectiva enfrenta desafíos debido a la escasez de recursos y la logística en áreas remotas.
Financiación y logística los obstáculos para la respuesta eficaz
A pesar de los esfuerzos internacionales, la financiación para la respuesta al brote ha sido insuficiente. Según la OMS, el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta para mpox ha sido insuficientemente financiado, lo que ha impactado la efectividad de las intervenciones de salud pública, la distribución de vacunas y el rastreo de contactos. La falta de recursos ha obligado a los países a priorizar ciertos aspectos del control de mpox, sacrificando otras áreas como la educación y sensibilización pública. En muchos casos, las intervenciones no farmacológicas, como el rastreo de contactos y la participación comunitaria, se han visto limitadas por esta escasez.
Proyecciones y necesidad de coordinación internacional
La proyección para mpox sigue siendo incierta, con la posibilidad de que el virus se convierta en endémico en algunas regiones. A pesar de los esfuerzos de control, la transmisión continua de algunos clados y los brotes recurrentes en áreas con sistemas de salud frágiles sugieren que el virus podría persistir durante un período prolongado. La OMS ha subrayado la necesidad de una respuesta internacional coordinada, especialmente en cuanto a la distribución de recursos, la formación de personal sanitario y la mejora de la infraestructura de salud pública. Además, es crucial que se aumente la colaboración entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y las comunidades locales para garantizar una respuesta efectiva y sostenible.
Lecciones y desafíos a largo plazo en la larga lucha contra Mpox
La reciente reunión del Comité de Emergencias de la OMS sobre mpox ha confirmado la gravedad de la situación, con el virus de la viruela del simio aún representando un riesgo significativo para la salud pública mundial. Aunque se han logrado avances en la vacunación y el rastreo de contactos, la falta de recursos y las limitaciones logísticas siguen siendo barreras críticas para un control efectivo.
La comunidad internacional debe reforzar sus esfuerzos para garantizar la financiación, mejorar la infraestructura de salud pública y seguir implementando medidas preventivas para evitar que la epidemia se convierta en una amenaza endémica. La experiencia adquirida en países como Burundi y la RDC podría ser clave para guiar las estrategias de respuesta en otras regiones, ayudando a mitigar la propagación del virus.
