En los últimos cinco años, Megalabs Colombia atravesó una transformación profunda que redefinió su identidad, fortaleció su rigor científico y consolidó su papel dentro del sistema de salud. Lo que comenzó como una reorganización estratégica terminó convirtiéndose en un proceso integral que amplió su capacidad de innovación, modernizó su cultura interna y proyectó a la organización como la casa madre detrás de productos ampliamente utilizados por médicos y pacientes. Las voces de la gerencia general, Investigación y Desarrollo, el área médica y Personas y Cultura permiten entender por qué este periodo marcó un antes y un después para la compañía y cómo la prepara para afrontar un futuro guiado por ciencia, tecnología y propósito.
Una identidad renovada para un laboratorio con historia y propósito
Al inicio de este periodo, Megalabs ya estaba presente en Colombia con un portafolio robusto, pero arrastraba una herencia de marcas e identidades que respondían a distintas etapas de su historia corporativa. La decisión de integrar esa trayectoria bajo un solo nombre fue un punto de quiebre para ordenar la narrativa frente a médicos, instituciones y pacientes.
El gerente general, Claudio Ferrari, lo resume como un momento clave: “La integración nos permitió que se nos viera con nuestra real dimensión. Hoy vamos a facturar cerca de los 120 millones de dólares a nivel local”. Esa nueva lectura del tamaño y alcance de la operación permitió que el mercado reconociera a Megalabs como algo más que un conjunto de productos; como la estructura empresarial y científica que los respalda.
La unificación del portafolio fortaleció áreas claves como cardiovascular, gastroenterología, dermatología, respiratorio, dolor y bienestar. Con ello, la organización comenzó a ser identificada con mayor claridad como la casa madre de varias terapias de uso frecuente en la práctica clínica colombiana. Ferrari insiste en que el factor diferencial no ha sido solo el tamaño, sino la forma de trabajar; una cultura que privilegia a las personas y la capacidad de adaptación como elementos centrales del crecimiento.
Rigor científico y una relación más sólida con la comunidad médica
El fortalecimiento de la identidad corporativa vino acompañado de un salto en la producción científica. Para María Andrea Cano, gerente de marketing de Primary Care, estos años transformaron la relación con los profesionales de la salud: “En estos últimos cinco años hemos hecho más de 10 publicaciones en revistas indexadas con información propia e involucrando a los profesionales de la salud”. Esta apuesta por la generación de evidencia local en patologías como síndrome de intestino irritable, ansiedad, osteoartrosis y alteraciones de la microbiota contribuyó a reforzar la confianza del cuerpo médico.
La compañía también debió responder a episodios críticos del mercado. Durante la alerta por impurezas en algunos antihipertensivos, el laboratorio actuó de inmediato. Cano recuerda que se realizaron estudios internos para verificar la calidad de sus materias primas y que la evidencia disponible permitió sostener la seguridad de los productos, lo que reforzó la percepción de solidez técnica y transparencia hacia los médicos.
De manera paralela, Megalabs transformó la visita médica tradicional. A través del llamado Proyecto Evolución, se pasó de un enfoque centrado solo en producto a un modelo que prioriza la conversación clínica, la escucha activa y el acompañamiento basado en evidencia. Esta reconfiguración de la relación médico-industria reforzó el posicionamiento del laboratorio como aliado científico más que como un actor meramente comercial.
Investigación y Desarrollo: innovación sostenible y proyección exportadora desde Colombia
El área de Investigación y Desarrollo vivió uno de los procesos de mayor dinamismo en este quinquenio. Sylvia Rodríguez, responsable de este frente en dermatología y fotoprotección, destaca el rol que adquirió el país dentro de la estructura regional según relata, desde Colombia se diseñan, desarrollan y exportan los productos dermatológicos que se consumen en Latinoamérica, y la compañía se ubica entre las principales exportadoras en su segmento, lo que tiene impacto directo en empleo directo e indirecto.
Un hito para este proceso fue la certificación de Megalabs como grupo de investigación frente a MinCiencias, que permitió consolidar capacidades científicas con planta piloto, equipos avanzados y metodologías robustas para el desarrollo de nuevas formulaciones. Esta base tecnológica facilitó la transferencia de conocimiento y la alineación con estándares internacionales.
En el campo de la fotoprotección, la línea Umbrella se ha consolidado como una marca emblemática del laboratorio. Rodríguez explica que la compañía ha tenido que mantenerse “cabeza a cabeza” con la tecnología disponible en mercados de primer mundo, integrando criterios normativos rigurosos y crecientes exigencias ambientales. De cara al futuro, la prioridad que plantea es clara; avanzar en productos que sean seguros para las personas y al mismo tiempo más respetuosos con el entorno.
Rodríguez introduce además un concepto que sintetiza la filosofía de cambio de la compañía; la neuroplasticidad corporativa. Así como el cerebro se adapta mediante el aprendizaje, la empresa debe ser capaz de ajustarse continuamente a las nuevas exigencias científicas, regulatorias y del sistema de salud, incorporando tecnologías como la automatización y la inteligencia artificial en sus procesos.
Una cultura humana que sostiene y amplifica la transformación
La reconfiguración de Megalabs también se ha expresado en su modelo humano. Doris González, líder de Personas y Cultura, subraya que el cambio no se explica solo por decisiones estratégicas, sino por la manera en que la gente ha vivido el proceso. En la entrevista, resalta que Megalabs es una compañía de gran tamaño, pero con una dinámica interna cercana, cálida y familiar, algo que, a su juicio, se refleja en tasas de rotación muy bajas dentro de la organización y en la intención de muchos colaboradores de hacer allí buena parte de su vida laboral.
La adopción de esquemas híbridos de trabajo, la incorporación de nuevos perfiles y los desafíos propios de un entorno cambiante obligaron a rediseñar prácticas de liderazgo, comunicación y bienestar. González menciona que se han robustecido los componentes tecnológicos, pero también los espacios de cuidado y reconocimiento, desde el seguimiento a momentos personales clave hasta iniciativas de integración y escucha. En una medición interna, reporta un nivel de aceptación cercano al 98 % frente a las iniciativas de cultura, lo que la compañía interpreta como una señal de respaldo a la manera en que se ha gestionado este cambio.
Este modelo cultural no solo sostiene el desempeño interno, sino que también permea la forma en que el laboratorio se relaciona con los profesionales de la salud, reforzando habilidades de empatía, colaboración y trabajo conjunto con otros actores del sistema.
El reconocimiento de Megalabs como casa madre de referencia
Con la identidad alineada, la ciencia fortalecida y la cultura consolidada, Megalabs ha logrado que el mercado colombiano la reconozca como la casa madre detrás de múltiples productos que ya estaban posicionados en la práctica clínica. La integración bajo una sola marca permitió hacer visible la verdadera dimensión de la compañía y la estructura técnica, productiva y organizacional que respalda su portafolio.
Ferrari lo sintetiza en una idea que atraviesa toda la conversación; la integración ha permitido que se entienda mejor quién está detrás de las terapias, qué capacidades se han construido y cuál es el compromiso de la compañía con el acceso y la sostenibilidad en el sistema de salud. El mensaje que proyectan los voceros es el de un laboratorio que no solo comercializa medicamentos, sino que participa activamente en la generación de soluciones clínicas y en la construcción de confianza con el cuerpo médico.
Un futuro que proyecta a Megalabs como protagonista de la innovación en salud
Megalabs entra a una nueva etapa con una estructura preparada para un sistema de salud que demanda soluciones basadas en evidencia, innovación responsable y capacidad de adaptación. La compañía proyecta un camino en el que la inteligencia artificial, las formulaciones más sostenibles, la investigación clínica con sello local y la expansión exportadora se convertirán en motores de crecimiento y diferenciación en la región. Las capacidades que se han fortalecido en los últimos años rigor técnico, cohesión interna, cultura orientada al bienestar y una clara visión regional se convierten ahora en la base de su evolución.
Ferrari lo expresa con una claridad que condensa la vocación de futuro de la compañía: “Megalabs es bienestar. Nosotros nos identificamos con eso; ese es nuestro compromiso presente y futuro con Colombia”.
Con una estrategia que combina ciencia, tecnología y propósito, Megalabs se prepara para desempeñar un papel cada vez más relevante en la innovación farmacéutica, ampliando su aporte al país y consolidándose como un actor clave para la salud en Colombia y Latinoamérica.
