La Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentó su informe más reciente sobre seguridad vial en las Américas, destacando que en 2021 los siniestros de tránsito ocasionaron más de 145.000 muertes, lo que equivale al 12% de las muertes globales por esta causa. Este análisis revela avances lentos y desiguales en la región, exponiendo la necesidad urgente de políticas integrales para garantizar vías más seguras.
El informe, titulado “Salvar vidas promoviendo un enfoque de sistemas de tránsito seguros en las Américas”, evalúa datos de 31 países y un territorio desde 2010 hasta 2021. A pesar de una reducción del 9,37% en la tasa de mortalidad vial durante ese período, solo nueve países lograron avances significativos, mientras que subregiones como América del Norte y el Caribe Latino experimentaron un aumento en las tasas de mortalidad. En contraste, el Cono Sur y la Zona Andina mostraron reducciones positivas.
Disparidades regionales y grupos vulnerables
El documento pone en evidencia una distribución desigual de las muertes. En países de ingresos altos, que concentran el 57% de los vehículos registrados, ocurre el 37% de las muertes. Por otro lado, los países de ingresos medianos-bajos, con solo el 1% de los vehículos registrados, registran el 7% de las fatalidades.
El impacto es especialmente grave para hombres (79% de las víctimas) y adultos jóvenes de 18 a 44 años (54%). Además, más de 4 millones de personas sufrieron lesiones no fatales en 2021, de las cuales 638.620 fueron graves, dejando consecuencias permanentes.
Entre los usuarios viales más vulnerables, los motociclistas, peatones y ciclistas representan el 47% de las muertes por siniestros, un aumento del 39% respecto a 2009. Los motociclistas son el grupo más afectado, con un 27% de las muertes.
“Para proteger a los usuarios más vulnerables, es necesario fortalecer las infraestructuras, aplicar leyes estrictas sobre el uso de cascos y cinturones, y reducir prácticas riesgosas como el consumo de alcohol al volante”, afirmó Ricardo Pérez-Núñez, asesor regional en seguridad vial de la OPS.
Infraestructura y tecnología para vías más seguras
La OPS destaca la importancia de invertir en infraestructura vial, especialmente en áreas rurales y de alta incidencia de accidentes. Aunque algunos países han implementado medidas como zonas de protección para peatones y mejor señalización, estas mejoras aún son insuficientes.Asimismo, surge la necesidad de vehículos más seguros mediante la adopción de normas internacionales, como sistemas de control de estabilidad y airbags. Sin embargo, la implementación de estas regulaciones varía significativamente entre los países, limitando su alcance.
Por otra parte, reducir comportamientos peligrosos sigue siendo un desafío clave. El exceso de velocidad, el uso del celular mientras se conduce y el consumo de alcohol son factores predominantes en los siniestros. Además, aunque se han fortalecido los servicios médicos y de rehabilitación en algunos países, persisten desigualdades en el acceso y la calidad de estos servicios, especialmente en zonas remotas.
Un llamado a la acción coordinada
El doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS, afirmó: “La seguridad vial no es solo un problema de infraestructura o legislación, es una cuestión de vida o muerte. Es crucial que los países adopten un enfoque integral de ‘sistemas de tránsito seguros’ para proteger a todos los usuarios de las vías”.
La OPS insta a los gobiernos a implementar leyes más estrictas, mejorar las infraestructuras y fomentar la cooperación entre sectores públicos y privados. Con estos esfuerzos coordinados, se busca reducir la carga de siniestros viales y garantizar que las vías de las Américas sean más seguras para todos.
Este informe no solo evidencia las fallas en la gestión de la seguridad vial, sino que también ofrece una hoja de ruta para abordar un problema que afecta a millones en la región, subrayando la importancia de priorizar la vida y la seguridad en las políticas públicas.
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