El Programa Nacional de Eliminación del Virus de la Hepatitis C en México ha diagnosticado a 28,978 personas, de las cuales 22,748 han sido tratadas y curadas. Durante la actual administración nacional, se han realizado más de dos millones de pruebas de detección.
Desde el año 2020, el país ha implementado la Estrategia Nacional para la Eliminación de la Hepatitis C, que ofrece acceso gratuito a pruebas y medicamentos, y promueve la integración interinstitucional de acciones e información.
“El esquema de tratamiento cura y desaparece el virus con el uso oportuno de medicamentos”, afirmó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, destacando que es el primer programa en su tipo en América Latina.
El número de unidades de salud que realizan pruebas de detección del virus de Hepatitis C (VHC) en el país, ha aumentado de 42 en 2020 a 629 en 2023, centrándose en poblaciones con mayor riesgo y enfocándose en la atención primaria de la salud.
Se cuenta con un sistema que concentra la información epidemiológica, facilitando la toma de decisiones centrada en las necesidades de salud de la población. Además, se ha implementado un centro automatizado telefónico que permite a las personas acceder a los servicios de atención integral e información sobre la prevención del virus de la hepatitis C (VHC).
Los pilares del Programa Nacional de Eliminación del Virus de la Hepatitis C son:
- Acceso universal y gratuito a pruebas y tratamientos.
- Integración interinstitucional de acciones e información.
- Enfoque de atención primaria a la salud centrada en las personas.
- Estrategias focalizadas para la población más afectada.
El programa también se enfoca en grupos de riesgo, como personas con VIH, privados de la libertad y usuarios de sustancias psicoactivas, entre otros. Para acelerar la eliminación de la hepatitis C, se debe mantener el enfoque en salud pública, contar con sistemas resilientes y mejorar continuamente todos los pilares de la cadena de atención.
En México, la epidemia por virus de la hepatitis C presenta comorbilidades y mortalidad prematura. Sin embargo, actuar de manera inmediata permite una contención de esta enfermedad en el corto plazo, gracias a la existencia de herramientas de prevención, diagnóstico y terapias farmacológicas altamente eficaces.
En América Latina, países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México han logrado implementar una respuesta nacional coordinada a la hepatitis viral y acelerar el acceso al diagnóstico y tratamiento, especialmente para la hepatitis C. Además, se ha trabajado en la aplicación de programas de inmunización contra la hepatitis B, lo que ha permitido la disminución de la transmisión materno-infantil del virus en la región.
A pesar de estos avances, aún queda un gran reto, ya que más de 100,000 personas fallecen cada año por cáncer de hígado y cirrosis como consecuencia de las hepatitis B y C. Estos decesos podrían prevenirse mediante la ampliación de la oferta de pruebas y servicios de tratamiento.
En el Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora cada 28 de julio en homenaje al científico estadounidense Baruch Blumberg, quien descubrió la hepatitis B, es fundamental generar conciencia y fomentar la prevención y detección oportuna para detener la progresión de estas infecciones, ya que la mayoría de los casos se detectan tarde.
