Desde hace décadas, el uso de lentes de contacto se ha popularizado por su practicidad y corrección ‘instantánea’ de las condiciones oculares de sus beneficiados. Además de ello, durante años se han considerado como una de las alternativas de tratamiento más sofisticadas, desplazando a la utilización de las gafas. Actualmente, las lentes de contacto blandas son uno de los tipos de lentes más cotizados en el mercado gracias a su versatilidad.
Esta última característica es imprescindible en pleno siglo XXI. Ahora que la tecnología muestra avances a una velocidad más rápida de lo acostumbrado, las enfermedades oculares y sus tratamientos no pueden quedarse atrás. Expertos aseguran que las nuevas tecnologías son aplicables en lentes de contacto blandas para ayudar a diagnosticar y controlar las afecciones médicas progresivas o que revisten cierta gravedad para los pacientes.
Con esta premisa en mente, un grupo de investigadores de la Universidad Purdue en Indiana (EE.UU.) conformado por ingenieros biomédicos, mecánicos y químicos, junto con médicos especialistas crearon un dispositivo de bioinstrumentación para el seguimiento discreto de información clínicamente importante asociada a las condiciones de salud ocular subyacentes. El proceso investigativo se publicó en la revista Nature.
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Lentes de contacto monitorean en tiempo real el daño ocular
De acuerdo con el equipo de desarrolladores, sensores y otro tipo de instrumentos electrónicos no podían ser integrados a las lentes de contacto blandas comerciales porque -dentro de su tecnología de fabricación- éstos requerían una superficie rígida y plana para ser colocados; característica incompatible con la forma curvada de una lente de contacto común.
En respuesta a este desafío, presentan el diseño de un sensor corneal flexible, totalmente impreso y construido sobre lentes de contacto blandas desechables disponibles en el mercado. A su vez, este sensor puede interactuar de forma íntima y no invasiva con la superficie corneal de los ojos humanos. El sensor corneal se integra en las lentes de contacto blandas a través de un mecanismo de anclaje electroquímico de una manera perfecta que garantiza su fiabilidad mecánica y química.
Como resultado, el dispositivo resultante permite el registro de alta fidelidad de las señales del electrorretinograma de campo completo en ojos humanos sin necesidad de anestesia tópica ni de un espéculo. “Esta tecnología erá muy beneficiosa para el diagnóstico indoloro o la detección precoz de muchas enfermedades oculares, incluido el glaucoma”, expresó Chi Hwan Lee, profesor adjunto de ingeniería biomédica Leslie A. Geddes y profesor adjunto de ingeniería mecánica de Purdue, que dirige el equipo de desarrollo.
Se espera que el dispositivo, superior a los estándares clínicos en términos de calidad de la señal y comodidad, responda a necesidades clínicas no satisfechas en el campo del electrodiagnóstico ocular. “Esta tecnología permitirá a médicos y científicos comprender mejor la actividad espontánea de la retina con una precisión, fiabilidad y comodidad de uso significativamente mejoradas”, afirma Pete Kollbaum, profesor asociado de optometría de la Universidad de Indiana que dirige los ensayos clínicos de este innovador dispositivo.
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