La Organización Mundial de la Salud (OMS) se embarca en la elaboración de una estrategia a nivel mundial destinada a eliminar la viruela del mono (mpox), una variante menos grave del virus de la viruela que ha causado preocupación en la comunidad médica global.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la creación de un marco de planeación que tiene como objetivo controlar y finalmente erradicar la enfermedad, que se ha propagado a lo largo de múltiples países durante el periodo comprendido entre julio de 2022 y mayo de este año.
La viruela del mono, también conocida como mpox por sus siglas en inglés, es endémica en regiones de África Occidental y Central. Tradicionalmente se contrae a través de la exposición a roedores o pequeños mamíferos portadores del virus. Sin embargo, el brote más reciente ha introducido una nueva forma de transmisión: el contacto cercano entre personas a través de fluidos corporales, lesiones cutáneas o incluso a través de prendas contaminadas por el virus.
El alcance global de este brote ha resultado en más de 27,000 casos registrados en 88 países, con la transmisión principalmente atribuida al contacto sexual. En respuesta a esta amenaza, la viruela del mono fue clasificada como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) según los parámetros establecidos en el Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Esto llevó a la OMS a emitir recomendaciones temporales para guiar las respuestas y esfuerzos de contención de los países miembros, basadas en la asesoría del Comité de Emergencia.
El llamado de atención fue claro: la vigilancia constante y un enfoque a largo plazo son esenciales para enfrentar y contener esta enfermedad emergente. El director líder de la OMS subrayó la importancia de un control sólido, proactivo y sostenible, destacando la necesidad de apoyo continuo en la lucha contra la viruela del mono. El marco estratégico elaborado por la OMS incluye una consulta exhaustiva con los Estados miembros y tiene una vigencia planificada hasta el año 2027.
Los números son alarmantes: entre enero de 2022 y abril de 2023, la OMS ha registrado más de 87,000 casos confirmados de viruela del mono y lamentablemente, 140 fallecimientos debido a la enfermedad, procedentes de 111 países y territorios. Los Estados Unidos han sido especialmente afectados, con más de 30,000 casos notificados. Sin embargo, es importante destacar que la disponibilidad de vacunas y las campañas de concienciación han contribuido significativamente a la disminución de nuevos contagios a nivel global.
A principios de mayo, un paso importante fue dado cuando la máxima autoridad en salud a nivel mundial decretó que la viruela del mono ya no constituía una emergencia sanitaria a nivel global. Sin embargo, esto no significa que el peligro haya desaparecido por completo. Nicola Low, copresidenta del comité de emergencia sobre la viruela del mono del Reglamento Sanitario Internacional, subrayó la importancia de reconocer que el virus aún circula y que persisten incertidumbres sobre posibles resurgimientos de la infección.
Low hizo hincapié en la necesidad de llenar los vacíos de conocimiento que persisten, incluyendo los modos de transmisión en algunos países, la eficacia de las vacunas y la falta de contramedidas efectivas. En este sentido, queda claro que la mejor estrategia para enfrentar la viruela del mono es adoptar un enfoque a largo plazo que aborde estos desafíos de manera sistemática y constante.
