Un grupo de científicos de Málaga pertenecientes al Instituto de Investigaciones Biomédicas (Ibima) y a la Unidad de Gestión de la Clínica de Salud Mental del Hospital Regional Carlos Haya, identificaron una molécula que permite neutralizar los efectos tóxicos del alcohol.
La molécula llamada oleiletanolamida (OEA), producida por el intestino, es una sustancia grasa que controla el apetito y, según los investigadores, se comprobó que neutraliza los efectos tóxicos del alcohol en animales de laboratorio (ratas y ratones), y además reduce el deseo de consumirlo.
La acción favorable de la OEA se produce a través de los terminales sensoriales periféricos, es decir, que modifican las funciones cerebrales y la aparición de efectos indeseados, circunstancia que los fármacos actuales para tratar el alcoholismo no logran impedir.
Igualmente, esta molécula puede disminuir la grasa acumulada en el hígado debido al elevado consumo de alcohol y permite mitigar los síntomas de abstinencia como los temblores y las convulsiones.
Los investigadores creen que esta molécula tendrá los mismos efectos que en los animales, y que de ser posible hay dos formas para suministrarla en los pacientes en tratamientos contra el alcohol.
La primera, es mediante el desarrollo de un alimento enriquecido con un producto natural con efectos medicinales y positivos, que se administre a los pacientes alcohólicos. Actualmente se trabaja con una empresa Suiza para que en dos años aproximadamente, salga al mercado una barra energética o un batido rico en OEA.
La segunda, es a través del desarrollo de un medicamento que contenga la molécula OEA, posibilidad que tardaría entre 5 a 7 años para su consumación.
Para los investigadores es importante este avance, pues, el alcoholismo crónico es una enfermedad y un problema social de primera magnitud, además de que el consumo abusivo ocasiona enfermedades como el cáncer, enfermedad hepática alcohólica o alteraciones psiquiátricas.