El Hospital de San José de Bogotá, uno de los centros de alta complejidad más importantes del país, anunció que dejará de atender a los pacientes afiliados a Nueva EPS a partir del 1 de diciembre de 2025. La decisión, respaldada en normativas contractuales y en la grave deuda acumulada por la aseguradora, se convierte en un hito dentro de la crisis financiera del sistema de salud colombiano.
Con obligaciones pendientes que superan los 24 billones de pesos en el sector y una creciente tensión entre EPS e IPS, el caso del San José pone en evidencia el riesgo real de interrupción en tratamientos de alta complejidad, la fragmentación de la atención y la fragilidad del modelo de aseguramiento en Colombia.
Hospital de San José: una institución clave que rompe con Nueva EPS
El Hospital de San José, referente en alta complejidad en la capital, informó de manera oficial que dejará de recibir pacientes de Nueva EPS al término del contrato vigente. Según la institución, la medida es consecuencia de incumplimientos reiterados en el flujo de recursos, lo que ha generado un riesgo para la operación hospitalaria y la atención a los usuarios.
En un comunicado, el hospital explicó que mantendrá sus servicios hasta el 1 de diciembre, en cumplimiento del periodo de transición. No obstante, a partir de esa fecha los afiliados de Nueva EPS deberán ser reubicados en otros prestadores de la red contratada por la aseguradora.
Deudas acumuladas y glosas sin resolver
Las razones esgrimidas por el hospital son principalmente financieras. Señala que Nueva EPS mantiene deudas que afectan la sostenibilidad institucional, con pagos parciales, irregularidades y glosas pendientes de conciliación.
Además, cuestiona la falta de una interlocución fluida para resolver los conflictos contractuales. Ante esta situación, el Hospital de San José enfatizó que su capacidad instalada no puede soportar indefinidamente la carga derivada de los incumplimientos.
La decisión se fundamenta en la cláusula séptima del contrato y en los lineamientos del Decreto 4747 de 2007 y el Decreto 441 de 2022, que regulan las relaciones entre aseguradores y prestadores en el país.
¿Qué pasará con los pacientes de Nueva EPS?
Durante el periodo de transición, que se extenderá hasta diciembre, el hospital seguirá atendiendo a los pacientes de Nueva EPS, incluidas las urgencias. Sin embargo, la EPS deberá garantizar la reubicación progresiva de los usuarios hacia otras instituciones de Bogotá.
Este proceso genera preocupación entre expertos y pacientes, pues implica el riesgo de retrasos en tratamientos, fragmentación en la continuidad asistencial y aumento de la presión sobre otras instituciones de la capital, que ya enfrentan limitaciones en camas y personal de salud.
Un reflejo de la crisis estructural del sistema de salud
El caso del Hospital de San José no es aislado. Según el Estudio de Cartera No. 53 de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), la deuda del sistema con clínicas y hospitales alcanzó los 24 billones de pesos a diciembre de 2024, de los cuales Nueva EPS figura entre las entidades con mayor cartera vencida.
Estos atrasos en los pagos han sido señalados también por la Corte Constitucional en el seguimiento a la Sentencia T-760 de 2008, donde se advierte que la falta de flujo de recursos limita el acceso oportuno a medicamentos y tecnologías incluidas en el Plan de Beneficios en Salud (PBS).
El incumplimiento de pagos no solo compromete la estabilidad financiera de las instituciones, sino que genera barreras directas para los pacientes, quienes terminan enfrentando mayores tiempos de espera y restricciones en la disponibilidad de tratamientos.
El dilema de la sostenibilidad y el rol de la regulación
La situación pone en la mesa una discusión de fondo: ¿cómo garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de salud colombiano? Mientras las EPS insisten en que los retrasos de la Administradora de los Recursos del Sistema de Salud (ADRES) y la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) dificultan sus pagos, las IPS denuncian que la falta de cumplimiento contractual amenaza la calidad y la oportunidad en la prestación de los servicios.
La terminación unilateral de contratos, aunque amparada legalmente, plantea un riesgo de fragmentación en la atención y puede agudizar la crisis de confianza entre aseguradores y prestadores.
Un llamado urgente a las autoridades
La suspensión de la atención en el Hospital de San José obliga al Ministerio de Salud y a la Superintendencia Nacional de Salud a intervenir de manera oportuna, para evitar que los pacientes sean los principales afectados por los conflictos contractuales.
El reto para las autoridades regulatorias no se limita a garantizar la continuidad asistencial en el corto plazo, sino a implementar mecanismos que aseguren un flujo transparente y oportuno de recursos, reduzcan las glosas injustificadas y fortalezcan la confianza entre EPS e IPS.
Una señal de alerta para el sistema de salud colombiano
La decisión del Hospital de San José de Bogotá de cerrar sus puertas a los pacientes de Nueva EPS a partir de diciembre de 2025 es más que un hecho contractual: es una alerta crítica sobre la fragilidad del sistema de salud en Colombia.
Este episodio refleja cómo los problemas financieros trascienden los balances contables y se traducen en barreras reales de acceso para la población. Para los profesionales del sector, la lección es clara: sin soluciones estructurales que garanticen la sostenibilidad y el equilibrio entre aseguradores y prestadores, los usuarios seguirán siendo los más vulnerables en medio de la crisis.