Un importante porcentaje de los países de ingresos bajos y medios del mundo han logrado mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis C gracias a un mayor acceso a pruebas y tratamientos farmacológicos. Algunas naciones lograron un aumento de 20 veces el número de personas tratadas con medicamentos retrovirales de acción directa entre los años 2015 y 2018.
El precio del tratamiento por paciente llegó a $60 dólares por la administración de sofosbuvir y daclatasvir genéricos durante 2 meses. Estos medicamentos ya están precalificados por la OMS. Mientras que las pruebas diagnósticas rápidas para la hepatitis C tuvieron un precio de entre $1 y $8 dólares en el mercado.
Para el 2012 solo 20 países habían adoptado una estrategia nacional contra las hepatitis virales, esta cifra se incrementó llegando a 120 países que adoptaron una estrategia en 2018. El incremento de los países que se adhieren a la adopción de medidas es gracias a la estrategia mundial del sector de la salud sobre la hepatitis viral 2016-2021 realizada por la Organización Mundial de la Salud.
Las estrategias que hasta ahora se han adoptado incluyen acciones sencillas como ampliar el compromiso del Gobierno con la elaboración de los planes estratégicos, la simplificación de las directrices de salud pública, el aumento de opciones de diagnóstico y tratamientos más accesibles y de más alta calidad.
Pese al importante crecimiento de la calidad en el tratamiento para la hepatitis C (aun durante la pandemia), todavía no se ha logrado la cobertura mundial suficiente en cuanto a pruebas y terapia en algunos países. De no conseguir aumentar la cobertura, se pondría en riesgo el objetivo global de eliminar la hepatitis viral para el año 2030.
Hepatitis C en el mundo
Según datos de la OMS, en 2017 a nivel mundial. solo 5 millones de personas (7%) de los 71 millones de personas infectadas con el VHC habían recibido tratamiento de forma continúa con antivirales de acción directa.
“A medida que los países continúan abordando la carga de morbilidad y las interrupciones del servicio causadas por la pandemia COVID-19, es fundamental garantizar que no se pierda el impulso y los avances recientes en la respuesta a la hepatitis C (…) Sin embargo, muchos países no están accediendo a estos precios bajos. Una mayor transparencia del mercado junto con la orientación y el intercambio de experiencias de todo el mundo ofrecen ejemplos prácticos para que los países y las comunidades amplíen el acceso y aborden las barreras persistentes ” expuso la Dra. Mariangela Simao, Subdirectora General de Acceso a Medicamentos y Productos Sanitarios de la OMS.
Aunque los precios de los medicamentos necesarios para tratar esta enfermedad se han reducido, la disponibilidad y asequibilidad de las pruebas continúan representado un obstáculo para lograr la cobertura necesaria en los países de ingresos medios y bajos.
Con el objetivo de lograr la meta mundial de diagnóstico de la hepatitis C, la OMS exhorta a los países a ampliar el acceso a pruebas in vitro de hepatitis simples, con precios más asequibles sin sacrificar la calidad, para identificar la magnitud del problema en el país, reconocer a los pacientes y dar la atención requerida.
“Acelerar el acceso universal a las pruebas de diagnóstico de la hepatitis y los analizadores de diagnóstico de múltiples enfermedades que se pueden utilizar en el punto de atención o cerca de él es esencial (…) Continuaremos trabajando con gobiernos, socios técnicos, sociedad civil y expertos mundiales, para fomentar la descentralización, el reparto de tareas, las simplificaciones y la integración de los servicios de detección y diagnóstico con la infraestructura existente en los países”, concluyó la Dra. Meg Doherty, Directora del Departamento de Programas Globales de VIH, Hepatitis e ITS de la organización.
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