La Fundación Clínica Shaio notificó oficialmente la terminación del contrato de prestación de servicios asistenciales con la Nueva EPS, entidad actualmente bajo medida de toma de posesión, debido al incumplimiento sistemático en los pagos y a una deuda acumulada que supera los $95.527 millones, gran parte con cartera vencida de más de 360 días.
En una carta enviada el 19 de septiembre de 2025 a la agente interventora de la Nueva EPS, Gloria Libia Polanía Aguillón, la Shaio argumentó que la crisis financiera provocada por la falta de pago hace inviable la continuidad de la relación contractual.
“La falta sistemática de pagos por parte de esa entidad ha llevado a la Fundación a una situación crítica, al punto de no contar hoy con la capacidad financiera para seguir respondiendo a la demanda de servicios”, se lee en la carta firmada por el representante legal (s), Francisco Javier Morón López.
La institución reporta que, solo entre 2024 y agosto de 2025, atendió a más de 55.000 ingresos hospitalarios de afiliados de la Nueva EPS, con un promedio mensual de 14.000 pacientes, muchos de ellos en servicios de alta complejidad.
Cartera crítica: facturado vs. recaudo
El análisis de la facturación muestra un desbalance estructural entre los servicios prestados y los pagos recibidos.
- En 2024, la Shaio facturó $73.750 millones, radicó $71.455 millones, pero únicamente recibió $35.688 millones (menos del 50%).
- En lo corrido de 2025, hasta agosto, la institución facturó $66.261 millones y recaudó $37.758 millones, mientras la deuda neta alcanzó los $92.400 millones.
Al revisar mes a mes, los porcentajes de recaudo frente a lo facturado resultan alarmantes: en enero de 2025, la Shaio recibió apenas 18% de lo facturado; en agosto, el recaudo se redujo a un mínimo de 0,5%.


Consecuencias para los pacientes y la red
La Fundación advirtió que esta situación absorbe la totalidad de su caja operativa y compromete su viabilidad institucional. El documento señala que, de continuar el incumplimiento, el hospital podría verse obligado a un cierre definitivo de servicios, con consecuencias directas para miles de pacientes de alta complejidad en Bogotá y el país.
“El agotamiento progresivo de los recursos, unido al silencio de la EPS frente a sus obligaciones, está llevando a la Fundación a un límite operativo”, señala la comunicación.
Pese a múltiples gestiones, entre ellas comunicaciones escritas, llamadas y solicitudes formales de reunión, la Shaio asegura que no ha obtenido respuestas efectivas por parte de la administración de la Nueva EPS. Esta ausencia de interlocución ha impedido buscar salidas concertadas para superar la crisis.
Medidas de transición para proteger a los pacientes
En cumplimiento del contrato y del marco jurídico vigente, la Shaio mantendrá sus servicios a los afiliados de la Nueva EPS por un período de 60 días calendario a partir de la notificación. Durante este plazo, se garantizará una transición ordenada que incluya:
- Finalización de procesos asistenciales en curso.
- Coordinación de remisiones y entrega de soportes clínicos.
- Atención de urgencias, facturadas a tarifa SOAT vigente.
- Redirección de pacientes programados a la red definida por la Nueva EPS.
Una vez finalizado el periodo de transición, no se recibirán nuevos pacientes remitidos por esta EPS en consulta externa, servicios ambulatorios o de referencia.
Implicaciones para el sistema de salud colombiano
La terminación de este contrato refleja la compleja situación financiera que atraviesan los prestadores de servicios de salud frente al incumplimiento de las EPS. La Nueva EPS, actualmente bajo intervención, concentra más de 11 millones de afiliados en el país, lo que convierte este episodio en un asunto de alto impacto para la red hospitalaria nacional y la atención en salud pública.
La decisión de la Fundación Shaio expone los riesgos de sostenibilidad que enfrentan instituciones de cuarto nivel, cuya operación depende de un flujo constante de recursos para mantener talento humano especializado, infraestructura de alta tecnología y atención en patologías críticas.