Esta guía pretende mejorar el conocimiento de los profesionales de la salud a la hora de detectar y manejar casos, así como contribuir a mejorar la salud de los paciente. CONSULTORSALUD te da a conocer todos los detalles de esta importante guía para el tratamiento y diagnóstico del Chagas que lanzó la OPS.
La OPS lanza nueva guía para el diagnóstico y tratamiento del Chagas. Alrededor de 65 millones de personas viven en riesgo de contraer Chagas en 21 países endémicos de las Américas, una infección parasitaria que se cobra cada año a unas 12.000 vidas en la región. Para mejorar la detección y el manejo clínico de los nuevos casos, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una nueva Guía para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Chagas.
El changas y sus efectos en la salud
El Chagas o tripanosomiasis americana es una parasitosis endémica que puede transmitirse a través de insectos – conocidos como vinchucas, chinches o chirimachas-, transfusión, vía transplacentaria o por alimentos. Más de 6 millones de personas viven con la enfermedad en las Américas, en su mayoría sin saberlo. Además, se estima que se producen 28.000 nuevos casos cada año por transmisión vectorial, y otros 8.000 casos por transmisión congénita.
Todas estas características hacen de la enfermedad de Chagas una patología regional con impacto negativo en salud pública y con potencial dispersión a otros continentes a través de su transmisión congénita y sanguínea.
Sin embargo, el personal de salud en la Región se mantiene y trabaja con poca información, así como con capacitación mínima, por lo que la guía busca fortalecer sus capacidades para un diagnóstico y tratamiento oportunos y adecuados, incluyendo un manejo clínico integral.
El material apunta también a establecer procedimientos más claros y estandarizados para proveer una mejor atención y asistencia en los servicios de salud a cada persona infectada por esta enfermedad parasitaria potencialmente mortal causada por el Trypanosoma cruzi, algo que contribuirá, además, a la mejora de la salud de los pacientes, sus familias y sus comunidades.
La nueva guía, desarrollada por expertos en el tema, contiene conocimiento basado en la evidencia, a través de la metodología GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation, por sus siglas en inglés), de manera que aporta una síntesis de la evidencia actualmente conocida y publicada sobre el tema.
Intervenciones consideradas para el diagnóstico de la Enfermedad de Chagas
Teniendo en cuenta las tecnologías disponibles, el panel de expertos determinó que las intervenciones a considerar eran: 1) ELISA; 2) ICT; 3) CMIA; y 4) “estándar diagnóstico”, es decir, la combinación de dos pruebas serológicas (ELISA, HAI, IFI) y eventualmente una tercera si los resultados son discordantes.
Resumen de los hallazgos
Se identificaron diversos estudios de precisión diagnóstica que evalúan las intervenciones consideradas tomando como referencia el “estándar diagnóstico” de dos pruebas serológicas. La certeza sobre la precisión fue moderada en el caso del ELISA y la ICT y alta en el caso del CMIA.
En este escenario, en el que el desenlace más relevante es evitar la transmisión transfusional, la certeza sobre la precisión de los métodos complementarios se consideró como un desenlace sustituto adecuado.
Beneficios y daños
En comparación con el “estándar diagnóstico”, todas las intervenciones evaluadas se asocian con daños, relacionados fundamentalmente con la clasificación inadecuada de enfermos como sanos (falsos negativos), lo cual se traduciría en una mayor probabilidad de transmisión transfusional de la enfermedad. Con una prevalencia del 3,1% (prevalencia poblacional estimada entre los donantes de sangre en la Argentina), la tasa de pacientes incorrectamente diagnosticados como sanos sería de 1 (IC 95%: 1-1) de cada 1000 con el ELISA, de 2 (IC 95%: 1-3) de cada 1000 con la ICT e inferior a 1 (IC 95%: 0-1) de cada 1000 con el CMIA (SOF 1-3). Los resultados que comparan los distintos test diagnósticos entre sí sugieren, con una certeza entre moderada y alta, que no existen diferencias sustanciales entre ellos en términos de sensibilidad (SOF 4, 5). El panel recalcó que existe una variabilidad importante en la precisión de los distintos kits comerciales de ELISA (anexo 6), pero los servicios de hemoterapia frecuentemente tienen la capacidad de adquirir kits altamente sensibles y forman parte de redes de control de la calidad diagnóstica.