El informe de UNIPS, que reporta más de 6.000 cierres de servicios y 332 IPS que dejaron de operar en el primer semestre de 2025, abrió la discusión sobre el comportamiento reciente de la red prestadora en el país. Frente a este panorama, el Ministerio de Salud precisó que estas variaciones no corresponden a decisiones estatales, sino a ajustes propios de los prestadores en su mayoría privados derivados de factores operativos, administrativos y financieros. Los datos oficiales muestran un escenario dual; la oferta de servicios continúa creciendo, mientras el número de instituciones activas disminuye, configurando un periodo de ajustes sostenidos más que un desmonte de la red asistencial.
Variaciones propias de los prestadores, no una política pública
En su comunicación oficial, el Ministerio de Salud explicó que los cierres permanentes de IPS y servicios registrados en 2024 y en el primer semestre de 2025 no obedecen a ninguna directriz gubernamental ni a un proceso de reducción institucional impulsado por el Estado. Según la entidad, la mayoría de los cierres definitivos corresponden a decisiones administrativas o financieras tomadas por prestadores privados, que representan el 91% de la red nacional.
Los cierres temporales que también aumentaron durante los periodos analizados responden principalmente a adecuaciones físicas, modernizaciones tecnológicas o trámites administrativos que requieren suspensiones temporales de la prestación. El Ministerio señaló que la red pública mantiene estabilidad en operación y capacidad instalada, y que continúa ampliándose en territorios donde no está presente el sector privado. A junio de 2025, Colombia registraba 158.901 servicios habilitados, lo que confirma que la oferta operativa del sistema continúa en expansión pese a los ajustes institucionales reportados.
Para facilitar la comprensión, la cartera explicó que estas variaciones corresponden a factores estructurales asociados al funcionamiento de los prestadores, entre ellos:
- Adecuaciones técnicas o remodelaciones, que requieren cierres temporales por condiciones de infraestructura.
- Actualizaciones administrativas o de habilitación, que implican interrupciones momentáneas.
- Decisiones internas de sostenibilidad, especialmente en instituciones privadas que ajustan servicios según su capacidad operativa y financiera.
El comportamiento reciente de los prestadores de salud
El informe de UNIPS evidencia que el sistema vivió un semestre de alta variabilidad tanto en servicios como en instituciones. Entre enero y junio de 2025 se habilitaron 6.480 nuevos servicios, una señal de ampliación operativa. Sin embargo, durante ese mismo periodo se registraron 6.084 cierres, de los cuales 5.030 fueron temporales y 1.054 definitivos.
La dinámica también incluyó movimientos en sedes y prestadores 479 nuevas sedes fueron habilitadas, mientras 298 sedes dejaron de operar; simultáneamente, 132 nuevas IPS ingresaron al sistema y 332 IPS cerraron definitivamente. Esta combinación refleja un comportamiento dual, el crecimiento en la oferta de servicios, pero contracción en la estructura institucional. En la práctica, el país aumenta su capacidad para ofrecer servicios asistenciales, pero pierde instituciones que son fundamentales para su sostenibilidad territorial.
Cómo interpretar las variaciones: un sistema que ajusta su operación en medio de presiones
El alto porcentaje de cierres temporales 83% del total registrado en el semestre sugiere que buena parte de la variación corresponde a procesos regulares de ajuste y no a disminuciones permanentes. Sin embargo, los datos también revelan presiones relevantes; 332 IPS dejaron de operar en solo seis meses, una cifra casi equivalente al total de instituciones cerradas durante todo 2024.
Este comportamiento afecta especialmente la atención primaria, pues los cierres definitivos se concentran en servicios como medicina general, odontología, psicología, nutrición, enfermería, fisioterapia y toma de muestras.
Los movimientos no se limitan a una región específica. Los mayores cierres se reportaron en Atlántico, Nariño, Santander y Cauca, confirmando que se trata de una variación distribuida en diferentes zonas del país y no de un evento aislado.
Una tendencia que se venía manifestando desde 2024
La dinámica observada en 2025 profundiza un comportamiento ya presente en 2024. Ese año se reportaron 7.842 cierres de servicios frente a 5.075 aperturas, así como 1.831 cierres de sedes y 380 IPS que dejaron de operar definitivamente. Los cierres se concentraron en áreas clave de atención primaria, y las regiones con mayor número de movimientos incluyeron Atlántico, Cundinamarca, Cali, Nariño, Norte de Santander y Santander.
UNIPS advierte que, aunque en 2025 aumentó el número de servicios habilitados, la tendencia de cierres temporales y definitivos continúa en niveles elevados, lo que sugiere un entorno operativo con presiones persistentes sobre la red institucional.
Las señales que deja el comportamiento del sistema
El análisis conjunto de las cifras muestra un comportamiento mixto en la red prestadora; mientras aumenta el número de servicios habilitados y se mantienen niveles estables de operación en la red pública, se registra simultáneamente una reducción en el número de instituciones activas, especialmente entre prestadores privados. Este movimiento refleja ajustes operativos y administrativos que han marcado tanto el cierre como la apertura de servicios y sedes durante el periodo analizado.
La coexistencia de crecimiento en capacidad instalada y disminución institucional evidencia un proceso de variación constante en la oferta, que requiere seguimiento técnico por parte de las autoridades sanitarias y de los entes territoriales para garantizar continuidad, oportunidad y estabilidad en la atención en los diferentes niveles de complejidad y en todas las regiones del país.
