Con el objetivo de consolidar la ciencia como uno de los pilares del Sistema Único de Salud (SUS), el Ministerio de Salud de Brasil destinó R$561 millones para proyectos de investigación científica e innovación en salud en 2025. Esta cifra, incluida en la Ley de Presupuesto Anual del Gobierno Federal, representa un aumento de más de cinco veces respecto al promedio anual de R$110 millones ejecutado por la administración anterior.
La estrategia de inversión fue anunciada durante la Semana de Ciencia, Tecnología e Innovación para el SUS (CT&I/SUS), que se celebró en Brasilia del 2 al 5 de junio de 2025, con participación de más de 550 asistentes, incluidos 302 investigadores y 248 representantes de instituciones académicas, científicas y gubernamentales.
Áreas prioritarias: salud de la mujer, oncología y enfermedades raras
De acuerdo con el Ministerio de Salud, los recursos estarán dirigidos a nuevas convocatorias en áreas prioritarias como salud de la mujer, oncología, enfermedades raras y enfermedades desatendidas. Estas líneas de investigación buscan generar soluciones a problemas persistentes y emergentes en el sistema de salud, incorporando tanto enfoques tradicionales como tecnologías avanzadas como la genómica.
En palabras de Meiruze Freitas, directora del Departamento de Ciencia y Tecnología (Decit):
“La ciencia tiene la capacidad de transformar realidades, salvar vidas y construir un país más sano y justo. Este presupuesto histórico refleja una clara decisión política de posicionar la ciencia como un eje estratégico para el SUS”.
Resultados de 2024: 336 proyectos y liderazgo femenino
En 2024, el Ministerio ya había destinado R$262,7 millones para el financiamiento de 336 proyectos científicos distribuidos en nueve convocatorias públicas. Un dato destacado de esta edición fue que el 49,4% de los proyectos seleccionados fueron liderados por mujeres, lo cual reafirma el compromiso institucional con la equidad de género en la ciencia.
Las líneas de investigación financiadas en 2024 incluyeron:
Convocatoria pública | Monto (R$ millones) | Proyectos |
Genómica de precisión y salud pública | 97,5 | 58 |
Investigación preclínica y clínica estratégica | 67,8 | 50 |
Enfermedades y lesiones crónicas no transmisibles (DANT) | 36,9 | 57 |
Enfermedades socialmente determinadas (DDS) | 33,3 | 51 |
Enfrentamiento de la desinformación científica en salud | 15,9 | 35 |
Evaluación de políticas y programas de salud | 1,1 | 7 |
Evidencia de salud | 1,0 | 8 |
VIH, tuberculosis, hepatitis viral, ITS y micosis endémicas | 6,0 | 20 |
Apoyo para eventos científicos en salud | 4,0 | 50 |
Total | 262,7 | 336 |
Semana CT&I/SUS: diálogo, planificación y evaluación
El evento en Brasilia no solo funcionó como una vitrina de resultados, sino como punto de partida o “Marco Cero” para las investigaciones que se ejecutarán durante 2025. Durante la semana, se realizaron seminarios de capacitación, reuniones entre investigadores y áreas técnicas del Ministerio de Salud, y actividades de evaluación de proyectos en ejecución.
La Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación y del Complejo Económico-Industrial de la Salud (Sectics), liderada por Fernanda de Negri, destacó la importancia de orientar la producción científica a las necesidades reales del SUS.
“Estamos uniendo esfuerzos y asegurando más recursos para avanzar en el conocimiento aplicado al diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades en el contexto del SUS”, afirmó la secretaria.
Ciencia e innovación como motores de desarrollo
Más allá de la producción académica, los proyectos de investigación están orientados a producir evidencia útil para la toma de decisiones en política pública. Esto incluye estrategias de prevención, cambios de conducta clínica, incorporación de medicamentos y tecnologías sanitarias, así como mejoras en el acceso equitativo a servicios y tratamientos.
El Ministerio de Salud también destacó que el fortalecimiento del ecosistema de investigación contribuye a la sostenibilidad del SUS, promueve la equidad y potencia el desarrollo económico e industrial del país.
En este sentido, se subraya la necesidad de abordar tanto problemáticas persistentes como el tabaquismo, el alcoholismo y las enfermedades crónicas como desafíos emergentes, incluyendo terapias avanzadas y tecnologías de punta.