En la jornada del jueves 13 de febrero, la Cámara de Representantes aprobó 30 artículos de la reforma a la salud, casi el 50% del total, pero no sin enfrentarse a una serie de obstáculos. El proceso estuvo marcado por fuertes disputas, recusaciones y acusaciones de malas prácticas, como la denuncia penal contra el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y la alegación de que la citación para la sesión fue irregular. A pesar de estos problemas, el Gobierno sigue presionando para avanzar en la reforma con el fin de mejorar el sistema de salud del país, especialmente para sectores vulnerables.
El avance de la reforma: Artículos aprobados en medio de la polémica
Durante la sesión extraordinaria que se prolongó más de siete horas, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó varios artículos clave de la reforma a la salud. Los artículos 21, 22, 23 y 24, junto con los artículos 25, 26 y 27, recibieron el respaldo mayoritario con 81 votos a favor y 22 en contra. Estos avances alcanzaron cerca del 50% del total de los artículos que componen la reforma, que consta de 62 en total.
Algunos de los puntos más destacados de la reforma incluyen la creación de un sistema de servicios sociales complementarios en salud (artículo 21), que busca mejorar la atención y el acceso a beneficios adicionales para los ciudadanos. También se aprobó el artículo 23, que habilita el otorgamiento de “créditos blandos” para las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), lo que busca fortalecer su infraestructura y operación. En cuanto al artículo 25, se estableció la posibilidad de reasignar los recursos no ejecutados de las cuentas maestras, lo que permitirá una gestión más flexible y eficiente de los recursos destinados al sector salud.
A pesar de este avance, las tensiones en torno a la reforma son palpables. La oposición ha señalado que el proceso se está llevando a cabo de manera apresurada y sin la consulta adecuada con los actores clave del sistema de salud. De hecho, Andrés Forero, representante del Centro Democrático, presentó una proposición para aplazar el debate, argumentando la falta de un concepto fiscal adecuado para respaldar la reforma. Sin embargo, dicha proposición fue negada, y la sesión continuó su curso.
Desafíos y controversias: Recusaciones y objeciones a la citación
Una de las principales controversias en la jornada fue la recusación a la bancada del Partido Liberal y de la Alianza Verde, que estuvo en el centro de varios cuestionamientos. En el caso de la bancada liberal, los opositores acusaron a sus miembros de estar involucrados en un escándalo de corrupción relacionado con la UNGRD. La bancada de la Alianza Verde, por su parte, fue recusada por presunto conflicto de intereses, debido a la designación de Antonio Sanguino como Ministro del Trabajo.
El uso repetido de recusaciones fue criticado por algunos miembros del Gobierno, como Gustavo García, Ministro del Interior encargado, quien señaló que estas prácticas no solo entorpecen el debate, sino que afectan el funcionamiento democrático del Congreso. “Preocupan siempre las recusaciones porque se están convirtiendo no en un mecanismo de control político, que es válido para el Congreso, sino porque está dirigido más a entorpecer la labor”, afirmó.
La denuncia penal contra el ministro de Salud: Un giro inesperado en el debate
En otro giro inesperado, el representante Hernán Cadavid del Centro Democrático presentó una denuncia penal contra el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, acusándolo de desacatar una resolución judicial. Según Cadavid, el Ministro habría incurrido en un “fraude a una resolución judicial”, lo que añadió más tensión al ya caldeado ambiente político. La denuncia fue vista como un intento de la oposición por frenar la reforma a la salud, y abrió un nuevo capítulo en las disputas legales que marcan el proceso legislativo.
Tensiones y desacuerdos continúan
A pesar de los avances en la Cámara, la reforma a la salud sigue enfrentando un camino difícil. La falta de un consenso claro entre el Gobierno y la oposición, junto con los problemas de implementación de los artículos aprobados, ponen en duda el futuro del proyecto. De hecho, la reforma sigue siendo un tema de intenso debate y podría enfrentar más obstáculos cuando pase al Senado, donde los opositores a la reforma ya han advertido que no permitirán su aprobación sin una discusión más profunda.
Los opositores han señalado que, además de los problemas de implementación de los nuevos modelos de atención, existen riesgos significativos relacionados con la concentración del poder en instituciones como la Adres, que se encargaría de pagar directamente a los prestadores de salud. Este poder centralizado ha generado críticas sobre su potencial impacto en la autonomía de los hospitales y clínicas, que dependerían completamente de una sola entidad para el financiamiento de sus operaciones.
Por otro lado, los defensores de la reforma argumentan que la centralización de los pagos y el fortalecimiento de las instituciones públicas permitirá mejorar la calidad de la atención, reducir la corrupción y asegurar que los recursos lleguen de manera más eficiente a quienes más lo necesitan. Se espera que la discusión continúe este viernes a las 10 de la mañana.