En 2019, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) decidió crear el ‘Día de la seguridad del paciente’. A través de la estrategia, se hace un llamado la solidaridad global y a la acción conjunta de todos los países y socios internacionales con el objetivo de mejorar la seguridad del paciente.
Este año, la conmemoración de este día se centró en las metas pendientes, así como aquellas acciones que requieren un mayor fortalecimiento. Algunos de los objetivos propuestos para este año fueron:
- Fomentar la participación de los responsables políticos, líderes del sector de la salud, profesionales de la atención médica, organizaciones de pacientes, la sociedad civil y otros actores interesados en los esfuerzos destinados a involucrar a los pacientes y sus familias en las políticas y prácticas relacionadas con la atención médica segura.
- Brindar a los pacientes y sus familias las habilidades necesarias para que desempeñen un papel activo en su atención médica y contribuyan a mejorar la seguridad de los servicios de salud.
- Incrementar la sensibilización a nivel global acerca de la importancia de que los pacientes, sus familiares y cuidadores participen de manera activa en todos los ámbitos y niveles de la atención médica con el fin de mejorar la seguridad del paciente.
Cabe mencionar que, la visibilización de estos propósitos no interfiere negativamente con el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS), autoridad sanitaria internacional comprometida con este aspecto. Por ejemplo, en 2005, lanzó el ‘Programa para la seguridad del paciente’, lineamientos que se han extendido a 51 países. Los mecanismos allí propuestos cobraron fuerza durante la pandemia, por lo que se creó el Plan de Acción Mundial para la Seguridad del Paciente 2021-2030. El objetivo es eliminar los daños evitables en la atención sanitaria.
¿Pero cómo lograrlo? Expertos sugieren varias estrategias para la seguridad del paciente
Según expertos en la materia, la implicación efectiva de los pacientes y familiares únicamente puede alcanzarse con el liderazgo comprometido. Esto es esencial para instaurar una cultura que respalde e integre su participación activa en la realización o monitoreo de acciones, brindar herramientas para promover la participación y definir con claridad los procesos.
Adicionalmente, la opinión y la perspectiva del paciente debe ser incluida en las investigaciones y ensayos clínicos. Como ejemplo de ello, el US Patient Centered Outcomes Research Institute asesora a las instituciones sobre cómo involucrar a los pacientes en el proceso de ejecución de este tipo de proyectos o en las postulaciones para obtener respaldo financiero.
De acuerdo con un artículo publicado en Sagepub, además de la participación activa de los pacientes o usuarios, los sistemas de salud deberían poner en marcha las siguientes:
1- Aprender de las experiencias de los usuarios que hayan estado expuesto a situaciones inseguras
Ciertos errores, eventos adversos y situaciones de riesgo pueden ser más evidentes desde la perspectiva del paciente y es improbable que se detecten de otras maneras. En el sistema de salud, estas circunstancias pueden abarcar fallos en la colaboración en equipo o desafíos que surgen durante las transiciones en la atención médica. Pero, pocas veces se toma en cuenta, es que los pacientes observan factores contextuales que pueden requerir soluciones distintas de las identificadas desde una perspectiva clínica o de gestión.
En diversos sistemas de salud en todo el mundo, se brinda a los pacientes y sus familias la oportunidad de informar sobre problemas de seguridad y errores que identifiquen. Un estudio que analizó los relatos de errores de diagnóstico reportados por pacientes y sus familias reveló que las perspectivas de los pacientes pueden proporcionar una comprensión más completa de las causas de estos errores y contribuir al desarrollo de estrategias de mitigación.
Si se opta por esta alternativa, os investigadores en el campo de la seguridad del paciente deben incorporar la perspectiva del paciente en relación con los resultados que son relevantes para ellos.
2- Promover el principio y la implementación de la apertura y transparencia en todos los aspectos de la atención médica
En un estudio inicial llevado a cabo en Australia, se realizaron 100 entrevistas en profundidad semiestructuradas con pacientes y familiares que estuvieron involucrados en incidentes médicos graves, centrándose en cómo los profesionales de la salud comunicaban estos incidentes. El estudio identificó importantes deficiencias y propuso una serie de principios para una comunicación efectiva. Este trabajo resaltó la necesidad de intensificar los esfuerzos para satisfacer las necesidades y expectativas de los pacientes.
Actualmente, la política de divulgación abierta se ha convertido en una práctica común en varios países, incluyendo Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y los Países Bajos. Además, esta política se promueve en el Plan de Acción Mundial para la Seguridad del Paciente 2021-2030 como una de las medidas destinadas a mejorar la participación de pacientes y sus familiares.
Algunos países de ingresos elevados ya han logrado un acceso total o están avanzando hacia ese objetivo. La utilización de portales electrónicos para pacientes puede brindar a los pacientes y sus familiares la capacidad de comunicar y corregir información incorrecta relacionada con su atención médica, además de permitirles participar en la mejora de la calidad del servicio. Sin embargo, para aquellos países que aún no cuentan con registros médicos electrónicos, es crucial que el intercambio de información sobre pacientes sea transparente y factible, ya sea en formato electrónico o en papel.
3- Brindar formación a los defensores de los pacientes y a los defensores de la seguridad de los pacientes
Esta estrategia hace un llamado a los responsables políticos, los sistemas de atención médica y las organizaciones de pacientes y de la sociedad civil a que proporcionen capacitación a los pacientes y sus familias, para que puedan aumentar su conciencia y ser defensores de la seguridad de los usuarios.
Además, puede mejorar la comunicación entre los diversos actores del sistema de atención médica y contribuir a elevar la calidad de la atención. Es esencial educar a los pacientes y sus familias en los principios fundamentales de la seguridad del paciente, incluyendo cómo interactúan los pacientes y los sistemas para garantizar la seguridad y prevenir errores. Además, los pacientes y sus familias se beneficiarán de mejorar sus habilidades de comunicación, liderazgo, narración y negociación.
