La sal es un ingrediente común en la mayoría de las cocinas del mundo, utilizado para realzar el sabor de los alimentos y como conservante en muchos productos procesados. Sin embargo, su consumo excesivo puede tener graves consecuencias para la salud.
En este artículo, hablaremos sobre los riesgos del consumo excesivo de sodio, las enfermedades asociadas, las cifras mundiales y de Latinoamérica, y las recomendaciones para su consumo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de sal en todo el mundo es mucho más alto de lo recomendado. La OMS recomienda un consumo diario de sal de menos de 5 gramos, pero la mayoría de las personas consumen mucho más.
Sigue leyendo: HIDR: Datos sobre desigualdad en materia de salud de la OMS
Consumo de sal en Latinoamérica
En Latinoamérica, el consumo de sal es particularmente alto. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el consumo promedio de sodio en la región es de 9 gramos por día, el doble de la cantidad recomendada. Esto se debe en gran parte al consumo de alimentos procesados, que suelen contener grandes cantidades.
Países como Colombia, la ingesta de sodio, en promedio, ronda los 9,7 gramos diarios; en México, los 10 gramos diarios; en Perú, el promedio es de 8,5 gramos diarios; y en Argentina, el consumo está alrededor de los 11 gramos diarios, más del doble del límite recomendado.
Las estrategias de estos países apuntan a reducir el consumo de sodio hasta un 30% para las próximos años. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado las siguientes recomendaciones:
- Reformular los alimentos para que contengan menos sal y establecer metas sobre la cantidad de sodio en los alimentos y las porciones.
- Establecer políticas públicas de compra de alimentos para limitar los alimentos ricos en sodio en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y hogares de ancianos.
- Introducir el etiquetado frontal en los envases que ayude a los consumidores a seleccionar productos con bajo contenido en sodio.
- Realizar campañas de comunicación y en los medios de difusión que insten a un cambio de comportamiento para reducir el consumo de sodio.
En el último reporte de la OMS sobre la reducción de la ingesta de sal muestra como estamos lejos de lograr la meta mundial de reducir su ingesta en un 30% para 2025. En el informe se demuestra que solo el 5% de los Estados Miembros de la OMS están protegidos por políticas obligatorias e integrales de reducción de sodio y que el 73% de los Estados Miembros de la OMS no aplican plenamente dichas políticas.
Las políticas obligatorias de reducción de sodio son más eficaces, ya que logran una cobertura más amplia y protegen contra los intereses comerciales, a la vez que establecen condiciones igualitarias entre los fabricantes de alimentos. Se alienta a los países a establecer metas sobre el contenido de sodio en los alimentos procesados, en consonancia con los valores de referencia mundiales de la OMS para el sodio, y hacerlos cumplir a través de estas políticas.
¿Qué enfermedades se relacionan con el consumo de sodio?
El consumo excesivo de sal puede aumentar el riesgo de desarrollar una serie de enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal crónica y osteoporosis, a continuación haremos una breve referencia de cada una:
- La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una de las consecuencias más graves del consumo excesivo de sal. La hipertensión arterial aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto y los accidentes cerebrovasculares. Según la OPS, este padecimiento afecta aproximadamente al 30% de la población en las Américas, y en algunos países, el porcentaje llega al 48%.
- La enfermedad renal crónica es otra consecuencia grave del consumo excesivo de sal. El sodio en exceso puede dañar los riñones y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades renales crónicas. En América Latina, esta enfermedad afecta 162 pacientes por cada millón de habitantes, con una heterogeneidad significativa en toda la región, de acuerdo con la OPS.
- La osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos, también puede estar relacionada con el consumo excesivo de sal. El exceso de sodio en la dieta puede aumentar la cantidad de calcio que se excreta en la orina, lo que puede debilitar los huesos. De acuerdo con estudios publicados en The Nacional Library of Medecine, esta enfermedad es un problema de salud común en América Latina, con un estimado de 56 millones de personas afectadas por la enfermedad.
Las modificaciones en el estilo de vida, como el ejercicio regular y una dieta saludable baja en sodio, pueden ayudar a prevenir y controlar la hipertensión, la enfermedad renal y la osteoporosis.
Te puede interesar: Logran explicar la relación entre diabetes e hipertensión
Evitar el consumo de sal desde el sartén
Reducir el consumo de sodio puede parecer un desafío, especialmente si estás acostumbrado a comer alimentos procesados y envasados que suelen contener grandes cantidades.
Hay varias medidas que se pueden tomar para reducir su consumo.
En primer lugar, importante es reducir la cantidad de sal utilizada en la cocina. Se pueden utilizar hierbas y especias para realzar el sabor de los alimentos. También se pueden utilizar vinagres y limones para dar sabor a las ensaladas y otros platos.
Hay que leer las etiquetas de los alimentos y elegir aquellos que contengan menos sodio. Casi todos los países han implementado leyes de etiquetado para identificar aquellos alimentos con altos contenidos de sodio y otras sustancias que no son beneficiosas para la salud.
La mayoría de la sal que se consume en Latinoamérica proviene de alimentos procesados y envasados, como panes, embutidos, quesos y snacks salados.
También se deben seleccionar alimentos frescos y sin procesar siempre que sea posible, ya que el consumo de alimentos procesados y envasados, que suelen contener grandes cantidades de sodio.
Recuerda leer: Actualizan guías NICE para manejo de diabetes tipo 2: estos son algunos cambios