Las secuelas post Covid-19 más comunes son son fatiga, intolerancia al esfuerzo, dificultad respiratoria y complicaciones cardiovasculares, aunque la mayoría de ellas son transitorias, otras pueden tornarse crónicas como las complicaciones neurológicas. Así se ha demostrado gracias a la realización exitosa de estudios y ensayos clínicos que buscan conocer el impacto que tiene el covid-19 en el organismo, y las secuelas de las personas curadas.
Expertos de Cataluña en España sostienen que entre el 15% y el 20% de las personas curadas desarrollarán algún tipo de secuela post Covid-19, el responsable de estas secuelas es la reacción descontrolada del sistema inmunitario del propio organismo debido que este reacciona de manera exagerada ante un nuevo patógeno, provocando la respuesta de las citoquinas que son las proteínas reguladoras de la reacción inmune.
Cuando esto sucede de manera extendida en el organismo provoca un proceso inflamatorio generalizado que puede desembocar en un fallo multiorgánico que acabará teniendo graves consecuencias en la salud a pesar de haber superado la Covid-19.
Científicos señalan que las secuelas del Covid-19 podrán convertirse en un problema de salud pública dado el gran volumen de pacientes que superan el virus, y presentan consecuencias crónicas por lo tanto, la atención primaria deberá estar prepara para hacer seguimiento a estos pacientes especialmente a las personas recuperadas que inicialmente no presentan síntomas neurológicos, pero que a medio y largo plazo podrían sufrir depresión, insomnio, Parkinson, pérdida de memoria, envejecimiento acelerado del cerebro o el Alzheimer.
recomendaciones para evitar secuelas post covid-19
Se recomienda a las personas con secuelas leves, ejercitarse diariamente, haciendo ejercicios beneficiosos para el corazón y los músculos como caminar diariamente entre 30 y 60 minutos de forma continuada, de 3 a 5 sesiones a la semana o en tramos de 10 minutos para evitar sobrecargas y para ir recuperando el tono muscular.
Adicionalmente, se aconseja seguir una dieta saludable, variada, completa y equilibrada aumentando el consumo de cereales, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, incluir el aceite de oliva y el pescado, y moderar el consumo de carnes y grasas de origen animal.
Así mismo, se deben realizar ejercicios de respiración encaminados a aumentar la capacidad pulmonar y activar los músculos respiratorios. Se pueden hacer ejercicios como la inspiración lenta que consiste en una respiración profunda donde se inhala la cantidad máxima de aire, aguantando la respiración 3 segundos, y luego expulsarlo lentamente hasta vaciar los pulmones completamente o lo máximo que el organismo permita.
Finalmente, la reducción del estrés juega un papel vital en la reducción del impacto del coronavirus en el cuerpo por lo que es importante fomentar los ejercicios de relajación y cuidar la calidad del sueño.
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