Durante su intervención en el Consejo de Ministros, el superintendente nacional de Salud, Helver Giovanni Rubiano García, presentó un análisis contundente sobre el impacto económico que tiene la intermediación en la adquisición y entrega de medicamentos, especialmente en el caso de tratamientos para enfermedades huérfanas y crónicas complejas.
“Sobre la situación actual de los medicamentos encontramos una falta de transparencia, unos costos elevados en el sistema por estas transacciones donde se prioriza, evidentemente, el mercado por encima del ser humano. Nosotros queremos un uso transparente, una atención accesible, un enfoque al ser humano y un sistema basado en derechos”
expresó Rubiano.
La advertencia no es menor: los sobrecostos alcanzan incrementos de hasta el 65 %, generando presiones fiscales en un sistema ya tensionado por las dificultades de flujo de recursos, el crecimiento en la demanda de servicios y la cobertura de enfermedades de alto costo.
Medicamentos con precios desbordados por intermediación
Para ilustrar la magnitud del problema, la Superintendencia presentó ejemplos concretos. Uno de ellos es un medicamento utilizado para el tratamiento de la hipertensión pulmonar, catalogada como patología huérfana. Este fármaco, cuyo valor base es de 137.000 pesos colombianos, llega al usuario con un precio final de 227.000 pesos debido a la cadena de intermediación, lo que representa un incremento del 65 %.
Otro caso expuesto fue el de una molécula utilizada como estimulante cardíaco para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva. En este caso, el medicamento que debería costar 1.600.000 pesos termina siendo comercializado en 2.628.000 pesos, con un sobrecosto del 60 %.
Estos ejemplos reflejan una lógica perversa en la que, a mayor complejidad clínica y especificidad del medicamento, mayor es el sobreprecio.
“Con estas dificultades derivadas de las intermediaciones en el sistema de salud, entre más grave sea la enfermedad y el remedio que se requiera sea específico para tratarla, habrá un sobrecosto del medicamento, que termina siendo asumido por la sociedad colombiana en general”,
advirtió el Superintendente.
Intermediación farmacéutica: el nodo crítico
En el actual modelo, los gestores farmacéuticos (figuras intermediarias entre EPS, laboratorios y puntos de entrega) concentran una parte significativa del proceso de dispensación de medicamentos. Aunque estas entidades tienen la responsabilidad de garantizar disponibilidad, oportunidad y calidad en la entrega, también han sido señaladas como responsables del encarecimiento de los tratamientos.
La crítica de la Superintendencia se alinea con análisis previos del sector, que han advertido sobre la opacidad en los contratos, la fragmentación en las compras y la limitada capacidad de negociación individual de las EPS frente a la industria farmacéutica, lo que dificulta el acceso eficiente y equitativo a medicamentos esenciales.
Un plan para eliminar intermediarios y recuperar la eficiencia
Ante este panorama, la entidad anunció la implementación de un plan de acción estructural que apunta a eliminar la figura de los gestores farmacéuticos, permitiendo que las EPS y las entidades públicas negocien directamente con los laboratorios. Esta estrategia contempla:
- Negociación conjunta entre EPS y laboratorios, con el fin de consolidar la demanda y obtener mejores precios en la adquisición de medicamentos.
- Fortalecimiento de la red pública hospitalaria, que incluiría el ingreso de operadores logísticos propios, especialmente desde hospitales públicos, para garantizar distribución oportuna.
- Optimización del uso de recursos, donde las EPS asuman el compromiso de garantizar entrega eficiente de medicamentos, reduciendo tiempos de espera y evitando desabastecimiento.
- Eliminación de intermediarios innecesarios, lo que permitiría una mayor trazabilidad en la cadena de distribución, reduciendo el riesgo de corrupción o prácticas especulativas.
- Satisfacción del usuario, asegurando que los pacientes reciban sus tratamientos completos y oportunos, sin retrasos ni faltantes.
Un reto en medio de la crisis del sistema
Este anuncio se da en un contexto complejo para el sistema de salud colombiano. La presión financiera sobre las EPS, los problemas de flujo desde la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES), y los debates en curso sobre la reforma estructural del sistema, hacen que toda medida de eficiencia y transparencia sea crítica.
Eliminar intermediarios no es una tarea sencilla. Requiere ajustes regulatorios, fortalecimiento institucional y capacidad técnica para gestionar procesos logísticos a gran escala. Sin embargo, la iniciativa de la Superintendencia apunta en una dirección necesaria: garantizar que los recursos del sistema de salud se usen de forma eficiente y que los medicamentos lleguen a los pacientes sin sobrecostos ni demoras.