En el marco de la conmemoración del día mundial del donante de sangre, la Organización Mundial de la Salud -OMS- lanzó la campaña: «Dona sangre para que el mundo siga latiendo» con el fin de incentivar la donación de sangre y hemoderivados en el mundo, ya que en países de ingresos medios y bajos la tendencia de donación se ha mantenido a la baja durante los últimos años.
Recordemos, que la sangre y los productos sanguíneos seguros, así como su transfusión, son un aspecto fundamental de la atención y la salud pública. Cada día permiten salvar millones de vidas y mejorar la salud y la calidad de vida de muchos pacientes. La necesidad de sangre es universal, pero el acceso de todos los que la necesitan no lo es. La escasez de sangre es particularmente aguda en los países en desarrollo.
Este año, la campaña de la OMS busca específicamente:
- Agradecer a los donantes de sangre de todo el mundo y generar una mayor conciencia pública en lo que respecta a la necesidad de contar con donaciones de sangre periódicas y no remuneradas.
- Promover los valores comunitarios de la donación de sangre para fortalecer la solidaridad comunitaria y la cohesión social.
- Alentar a los jóvenes a que respondan al llamamiento humanitario de donar sangre e inspiren a otros a hacer lo mismo.
- Celebrar las posibilidades de los jóvenes como asociados en la promoción de la salud.
Datos y cifras sobre donación de sangre en el mundo
En 2018 la OMS recolectó una serie de datos para esclarecer el panorama de donación de sangre y hemoderivados a nivel mundial, en la recolección de esta información participaron 108 países pero se agregaron datos de años anteriores de otros países. En total participaron 170 países para la recolección de los siguientes datos: en 2018, el 72% de los países que aportaron datos tenían una política nacional sobre la transfusión de sangre. En conjunto, el 64% de los países que aportaron datos cuentan con una legislación específica para la seguridad y la calidad de las transfusiones de sangre, lo que incluye:
-el 79% de los países de ingresos altos
-el 63% de los países de ingresos medianos
-el 39% de los países de ingresos bajos.
La OMS explica que en el mundo se recogen recogen alrededor de 118,4 millones de donaciones de sangre, el 40% en los países de ingresos altos, donde reside el 16% de la población mundial.
Esta variación por país según su nivel de ingresos se evidencia en todos los datos que expone la organización, por ejemplo 169 países declararon tener centros de donación de sangre (13.300 centros en total), en estos se ha recogido un total de 106 millones de donaciones. No obstante, la cantidad varía mucho dependiendo el país, particularmente en los países de ingresos bajos la mediana anual de donaciones por centro es de 1300; de 4400 en los países de ingresos medianos bajos y de 9300 en los de ingresos medianos altos, frente a la mediana de 25 700 en los países de ingresos altos.
Este impacto es producto de la tasa mediana de donación de sangre, que también cambia según el país. La tasa mediana de donación de sangre en los países de ingresos altos es de 31,5 donaciones por cada 1000 habitantes. En comparación, en los países de ingresos medianos altos la tasa es de 15,9 donaciones, en los países de ingresos medianos bajos es de 6,8 donaciones y en los de ingresos bajos es de cinco donaciones por cada 1000 habitantes.
Por otro lado, de acuerdo con los datos sobre el sexo de los donantes de sangre, las mujeres efectúan el 33% de las donaciones, si bien este porcentaje es muy variable. En 14 de los 111 países que aportaron datos, las mujeres efectúan menos del 10% de las donaciones.
Análisis previos a la donación de sangre
La organización extiende la recomendación de analizar la sangre que es donada a fin de detectar virus como el VIH, la hepatitis B y C y también la sífilis. Estos análisis deben hacerse en el marco de sistema de calidad, aunque 12 países participantes afirmaron no poder analizar la presencia de una o más de estas infecciones en toda la sangre donada.
El 99,8% de la sangre donada en los países de ingresos altos y el 99,9% en los países de ingresos medianos altos se analiza de acuerdo con los procedimientos básicos de calidad, en comparación con el 82% en los de ingresos medianos bajos y el 80,3% en los de ingresos bajos. La prevalencia de infecciones transmisibles por transfusión en la sangre donada en los países de ingresos altos es muy inferior a la de los países de ingresos bajos y medianos:
VIH | VHB | VHC | Sífilis | |
Países de ingresos altos | 0,001% (0 – 0,01%) | 0,01% (0,003% – 0,13%) | 0,06% (0,002% – 0,05%) | 0,01% (0,002% –0,11%) |
Países de ingresos medianos altos | 0,10% (0,03% – 0,23%) | 0,29% (0,13% – 0,62 %) | 0,18% (0,06% – 0,35%) | 0,34% (0,11% –1,08%) |
Países de ingresos medianos bajos | 0,19% (0,03% – 0,77%) | 1,96% (0,76% – 5,54%) | 0,38% (0,03% –0,80%) | 0,69% (0,16% – 1,25%) |
Países de ingresos bajos | 0,70% (0,33% – 1,66%) | 2,81% (2,00% – 4,50%) | 1,00% (0,50% – 2,23%) | 0,92% (0,60% – 1,81%) |
Estas diferencias reflejan la variación de la prevalencia entre las personas que cumplen las condiciones para donar sangre, el tipo de donantes (como los donantes de sangre voluntarios no remunerados de poblaciones de bajo riesgo) y la eficacia del sistema destinado a educar y seleccionar a los donantes.
Finalmente, el informe resalta que la capacidad de transfundir a los pacientes los diferentes componentes sanguíneos que necesitan todavía es limitada en los países de ingresos bajos: en estos países, el 37% de la sangre recogida se separa en sus componentes, en los países de ingresos medianos bajos ese porcentaje es del 69%, en los de ingresos medianos altos es del 95% y en los de ingresos altos es del 97%.