La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha dado un paso crucial en la lucha por mejorar la salud mental y prevenir el suicidio en las Américas. En el marco del 60.º Consejo Directivo de la OPS, celebrado en Washington, DC, se aprobó una nueva estrategia regional que busca abordar los desafíos agravados por la pandemia de COVID-19 y movilizar recursos para atender la creciente demanda de atención.
Esta surge como respuesta al impacto de la pandemia en el aumento de los problemas de salud mental y las interrupciones en los servicios esenciales relacionados. Según datos recientes, la prevalencia de trastornos depresivos y de ansiedad graves aumentó en un 35% y un 32%, respectivamente, en América Latina y el Caribe durante 2020. Además, las Américas son la única región de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde la tasa de suicidio está en aumento, con casi 100.000 personas perdiendo la vida por esta causa cada año.
Objetivo de la ops para integrar la salud mental
La estrategia regional tiene como objetivo guiar a los Estados Miembros de la OPS en sus esfuerzos por mejorar la salud mental y prevenir el suicidio, tomando en cuenta la equidad, los derechos y las prioridades nacionales. El doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS, destaca la importancia de priorizar la salud mental e integrarla en todas las políticas de los países.
Esta, establece seis líneas de acción clave. En primer lugar, busca fortalecer el liderazgo, la gobernanza y las alianzas multisectoriales, así como integrar la salud mental en todas las políticas. Además, se enfoca en mejorar la disponibilidad, la accesibilidad y la calidad de los servicios comunitarios dirigidos a la salud mental, y apoyar la desinstitucionalización.
Otra línea de acción importante es impulsar actividades de prevención de los problemas mentales y promoción de la salud mental a lo largo de toda la vida. Buscando fortalecer la integración de la salud mental y el apoyo psicosocial en el contexto de las emergencias.
Además, se pone énfasis en fortalecer los datos, la evidencia y la investigación, reconociendo la importancia de contar con información sólida para abordar eficazmente los desafíos de salud mental. Por último, busca hacer de la prevención del suicidio una prioridad nacional de todo el gobierno y crear capacidad multisectorial para responder a las personas afectadas por comportamientos suicidas.
Esta estrategia regional se fundamenta en las recomendaciones emitidas por la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la OPS en su informe final publicado en junio de 2023. A pesar de los altos costos de los problemas de salud mental y los suicidios en la región, su atención no siempre ha sido priorizada y el financiamiento asignado es insuficiente.
Con esta aprobación, la OPS y los Estados Miembros dan un paso importante hacia la mejora de la salud mental y la prevención del suicidio en las Américas. Se espera que sirva como guía para impulsar acciones concretas, movilizar recursos y generar conciencia sobre la importancia de la salud mental en todos los aspectos de la sociedad.
