La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una fuerza poderosa que está transformando las formas de vida, trabajo y de relaciones interpersonales. Sin embargo, el poder de esta tecnología está cada vez más concentrado en unos pocos países y empresas, lo que podría profundizar las divisiones geopolíticas y sociales a nivel mundial.
Durante la Cumbre de Acción sobre la Inteligencia Artificial celebrada en París, António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hizo un llamado urgente para asegurar que los beneficios de la IA sean compartidos equitativamente y diseñados para servir a toda la humanidad. La discusión sobre los riesgos y oportunidades que representa esta tecnología ha cobrado relevancia en un contexto de crecientes desigualdades en su acceso y desarrollo.
Guterres destacó la concentración de poder que actualmente existe en torno a la Inteligencia Artificial. “Mientras que algunas empresas y países avanzan a toda velocidad con inversiones récord, la mayoría de las naciones en desarrollo se encuentran excluidas”, advirtió. Este desequilibrio plantea riesgos significativos, no solo en términos de acceso desigual a la tecnología, sino también en el potencial para profundizar las divisiones geopolíticas entre países desarrollados y en desarrollo.
“Debemos evitar un mundo de ricos y pobres en materia de inteligencia artificial”
El Secretario General subrayó la necesidad de evitar que esta tecnología cree un “mundo de ricos y pobres”. En lugar de ser una herramienta que agrande las desigualdades existentes, Guterres propuso que la inteligencia artificial debe ser utilizada para cerrar la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo. “La inteligencia artificial debe acelerar el desarrollo sostenible, no afianzar las desigualdades”, declaró, haciendo hincapié en que la IA debe ser diseñada para beneficiar a todos y no solo a un pequeño grupo de naciones o empresas.
Pacto Digital Mundial: una visión para la gobernanza global de la IA
Como parte de la iniciativa de gobernanza global, el Pacto Digital Mundial fue adoptado el año pasado durante la Cumbre del Futuro organizada por la ONU. Este acuerdo, considerado el primer pacto universal sobre la gobernanza, reúne a los países del mundo para definir un enfoque ético y equitativo hacia el uso de esta tecnología. Guterres insistió en la necesidad de implementar el Panel Científico sobre Inteligencia Artificial, que permitirá promover la comprensión de los riesgos, beneficios y capacidades de la IA, y trabajar en cerrar las brechas de conocimiento y desarrollo entre los países.
Uno de los puntos claves del Pacto Digital es empoderar a los países en desarrollo para que no sean meros usuarios de la inteligencia artificial, sino participantes activos en su creación y desarrollo. Guterres destacó la importancia de construir una infraestructura digital sostenible a gran escala, que permita a las naciones más desfavorecidas no solo acceder a esta, sino también desarrollar sus propias capacidades en el campo.
Además, la creación de una red mundial de capacidades en inteligencia artificial será esencial para asegurar que todos los países puedan participar en el proceso de innovación. Esto no solo se refiere a la disponibilidad de tecnología, sino también a la formación de recursos humanos capacitados que puedan implementar y mantener los sistemas de IA a nivel local.
IA y sostenibilidad: un futuro más verde y eficiente
Aunque promete avances significativos en diversos campos, Guterres también hizo un llamado para que los sistemas de IA sean diseñados de manera más sostenible. Reconoció que algunos sistemas de inteligencia artificial consumen grandes cantidades de energía, lo que pone presión sobre los recursos energéticos globales. “Es crucial diseñar algoritmos e infraestructuras de inteligencia artificial que consuman menos energía”, destacó, subrayando la necesidad de que la IA funcione con energía sostenible para fomentar un futuro más verde y menos dependiente de recursos no renovables.
La declaración fue respaldada por más de 60 países, incluidos China, India, Francia y Japón. El texto sigue disponible para que otros Estados lo firmen. Por su parte, Estados Unidos y el Reino Unido se opusieron al documento, alegando que la regulación de la inteligencia artificial sería excesiva.
Durante la cumbre, los líderes de Francia e India también subrayaron la importancia de una regulación internacional para la inteligencia artificial. El presidente francés Emmanuel Macron llamó a crear normas globales que regulen el desarrollo de la IA y a formar un “grupo de confianza” para monitorear su evolución. De igual manera, el primer ministro de India, Narendra Modi, insistió en que los beneficios deben ser compartidos por todos, especialmente en los países en desarrollo, y abogó por el desarrollo de sistemas de código abierto para aumentar la transparencia y evitar los sesgos en los datos utilizados para entrenarla.
La inteligencia artificial al servicio de toda la humanidad
Una de las mayores preocupaciones planteadas en la cumbre fue quién tiene el poder de decidir sobre la aplicación de la IA, quién se beneficia y quién asume las consecuencias de los posibles fallos de los sistemas. Guterres enfatizó que, dado que la IA afecta a todos, las decisiones sobre su uso también deben involucrar a todos los sectores de la sociedad. “Es de interés para todos que los gobiernos y los líderes tecnológicos se comprometan a adoptar medidas de protección globales”, señaló.