Los sarcomas, que afectan tanto a los huesos como a los tejidos blandos, son cánceres altamente metastásicos y difíciles de tratar, y hasta ahora, la investigación en esta área ha enfrentado importantes obstáculos debido a la ausencia de modelos de estudio efectivos. No obstante, una nueva investigación llevada a cabo por científicos del Centro Oncológico Integral de UC Davis y del Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA Health podría marcar un cambio en este panorama, ofreciendo nuevas esperanzas para el estudio y tratamiento de estos cánceres.
El estudio publicado en la revista Clinical Cancer Research, da a conocer que los investigadores han manipulado células madre mesenquimales para crear cuatro modelos diferentes de sarcoma. Como tal, esta plataforma versátil ya ha identificado posibles dianas terapéuticas y, en el futuro, podría conducir a nuevos tratamientos.
Por su parte, Janai Carr-Ascher, profesora adjunta de la División de Hematología y Oncología y autora principal del estudio, aseguró: “estoy entusiasmada con este modelo porque podemos tomar el mismo material de partida, células madre mesenquimales, y convertirlas en cuatro tipos diferentes de sarcoma. Esto nos proporciona una herramienta increíble, que nos permite, por primera vez, comprender las similitudes y diferencias entre estos tumores, aprender cómo se desarrollan, evolucionan y hacen metástasis”.
Como parte de esta colaboración, Carr-Ascher trabajó estrechamente con Thomas Graeber, profesor de farmacología molecular y médica en el Centro de Investigación de Células Madre Broad de la UCLA, junto con otros miembros de su laboratorio, incluido el estudiante de posgrado Jack Freeland. Tanto Freeland como María Muñoz, estudiante de posgrado en UC Davis, fueron los coautores principales de este estudio.
Nuevos modelos de sarcoma abren camino para terapias avanzadas y tratamientos personalizados
El tratamiento de los sarcomas ha sido complicado debido a su diagnóstico tardío y a su gran diversidad, con cerca de 70 tipos diferentes. Además, la investigación ha enfrentado dificultades por la escasez de modelos adecuados para estudiarlos. Los sarcomas más comunes presentan comportamientos muy distintos entre sí y, dada la falta de conocimiento sobre ellos, las opciones terapéuticas disponibles para los médicos han sido limitadas. Carr-Ascher y su equipo creen que estos nuevos modelos podrían abrir la puerta a tratamientos más específicos y efectivos.
Carr-Ascher explicó que “una vez que entendamos las diferencias que llevan a algunas células a desarrollar cáncer de huesos y otras a desarrollar diversos tipos de cáncer de tejidos blandos, podremos empezar a analizar la enfermedad. Con suerte, una vez que sepamos cómo se forma, podremos entender cómo descomponerla”.
Estos hallazgos destacan la versatilidad del modelo utilizado. A pesar de que identificar las señales genéticas que guían a una célula madre mesenquimal a convertirse en un tipo específico de sarcoma no es sencillo, este modelo permite explorar el rol de distintas proteínas en este proceso. Una vez que se identifican los oncogenes relevantes, los investigadores pueden crear en aproximadamente una semana un sistema de administración viral para introducirlos en células madre. Esta tecnología ofrece la posibilidad de generar modelos para una gran variedad de sarcomas.
Además, el equipo fue más allá al tratar tumores YAP1 con fármacos anticancerígenos ya disponibles, lo que redujo la viabilidad de las células tumorales. Estos modelos tienen el potencial de convertirse en herramientas clave para el desarrollo de terapias más avanzadas contra el sarcoma.
Thomas Graeber, profesor de farmacología molecular y médica en el Centro de Investigación de Células Madre Broad de la UCLA, señaló: “pudimos tomar nuestro modelo, superponerlo con la enfermedad humana y usar este análisis para identificar nuevas terapias para probar. Además, estos modelos son genómicamente inestables, al igual que los sarcomas humanos, y comprender por qué sus genomas son tan inestables es un tema crítico en la investigación sobre sarcomas. El aumento de la inestabilidad genómica se ha relacionado con el crecimiento agresivo de tumores y la resistencia a los fármacos, y este es un área en el que necesitamos avances”.
Con ello, el equipo continuará investigando estos nuevos modelos de sarcoma, con un enfoque particular en los mecanismos que promueven las metástasis. También explorarán la posibilidad de reutilizar terapias ya existentes para el tratamiento de estos tipos de cáncer.